¡Maravillosamente entretejido!
“Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fi no trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz”. Salmos 139:13-15
De manera especial, cada 25 de marzo se celebra el día del niño por nacer, el mayor milagro ocurriendo en el vientre materno, pensado por Dios, entretejido por Él; ningún niño pasa desapercibo por sus soberanos ojos. El hecho de que muchas personas quieran eliminarlos, o decir que no son personas, no quita la realidad que Dios los formó, están ahí, en el vientre de sus mamás. Como seres humanos, y como cristianos, es nuestro deber defender la vida, luchar para que cada corazón de un niño por nacer, siga latiendo, y pueda llegar a ver la luz del sol, que cada uno tenga la posibilidad de vivir. No matemos a los niños, cuidémoslos, dejemos sus corazones latir, luchemos por ellos, amémoslos, valorémoslos, ellos son nuestros hijos, ellos son nuestro legado, ellos son nuestra herencia bendita. Ellos son un regalo precioso y maravilloso de nuestro gran Creador y Redentor. ¡Ay de quien atente contra un niño, haya nacido o esté en el vientre de su madre! ¡Enfrentará la justicia divina, al gran Juez Justo, Creador del cielo y de la tierra, (a menos que se arrepienta) Dios no tomará por inocente al culpable!
¡Un niño es un milagro del cielo, es un milagro de Dios! ¡Dios te bendiga!