Sociedad
Lucía Faimboin: “Vemos efectos preocupantes por el uso de pantallas”
La referente en comunicación y crianza digital brindó una charla abierta • El flagelo de apuestas en línea, la falta de juegos en niños y la ansiedad, son alertas para los adultos.
Nogoyá.- El jueves 21 de noviembre, estuvo en nuestra ciudad Lucia Faimboin. Ella es Licenciada en Comunicación y directora de la consultora Bienestar Digital. Ha trabajado intensamente en la investigación y capacitación sobre ciudadanía digital y desde marzo del año pasado, la profesional ha detectado un auge en las apuestas online entre los adolescentes, un tema que comenzó a abordar gracias a las alertas tempranas de los docentes. Fainboim es también autora del capítulo “Crianza digital y apuestas online” del libro “Apuestas online. La tormenta perfecta”, compilado por Federico Pavlovsky.
Con el objetivo de brindar herramientas a los adultos para evitar el uso excesivo de pantallas, Faimboin brindó una charla en la Sociedad Italiana a la que asistió un importante número de vecinos, docentes y estudiantes de carreras de nivel superior.
Previo a ello, la licenciada brindó declaraciones donde expuso los riesgos que implica el uso excesivo de pantallas en niños y adolescentes.
“La idea de esta charla es incorporar herramientas para cuidar a los chicos en internet, es algo que tenemos que construir porque aún no sucede” reconoció, instando a la familia, los docentes y los profesionales a que planteen estrategias para ocupar el lugar adulto en el territorio digital.
“Tenemos que naturalizar el uso del teléfono, no hay que demonizar la tecnología pero así como sociedad tomamos medidas para evitar riesgos del humo del tabaco, creo que tenemos que comenzar a construir consensos para el uso de pantallas en infancias, porque vemos en la niñez efectos preocupantes como la desaparición drástica de juegos entre niños”.
Para Faimboin las plataformas atacan la creatividad, no hay tolerancia al aburrimiento, cuestan que aparezcan las ideas y ahí enfrentan la frustración y la ansiedad. “Vemos chicos que a los seis o siete años ya no juegan, y hay que entender que el juego los prepara para el mundo, sumado a cuestiones graves que aparecen como la ansiedad y la baja tolerancia al aburrimiento. En los adolescentes se detecta la crisis a la atención y fuerte aislamiento”.
La licenciada en comunicación convocó a que el adulto ejerza su rol y regule el uso de la pantalla. “Estamos apurados constantemente, haciendo muchas cosas al mismo tiempo queriendo ser productivo, pero estamos teniendo pocos momentos de calidad en la crianza. Las familias están con poco tiempo. Tenemos chicos que no saben jugar al dominó o al ta-te-ti, debido a la falta de momentos familiares. Las pantallas se vuelven aliados de los adultos, porque los niños demandan mucho” reflexionó la disertadora en Fm Del Éxodo, aclarando que en este transitar no se debe castigar a nadie, “sino que cada familia tiene que conocer herramientas para mejorar el uso de pantallas en este difícil contexto”.
Entre las conductas que detentan un uso perjudicial de pantallas, Faimboin determina que la ausencia del momento de juego en el niño es un síntoma para accionar. “Al restringir las plataformas aparece el juego, porque es un impulso natural. En cambio en la adolescencia se detecta la ansiedad de no tener otro tipo de actividad que no sea el ámbito digital. Hay chicos que llegan a la orientación vocacional sin saber que les gusta, no se conocen a sí mismos, no experimentan intereses en el deporte o en el arte, no pueden salir de las redes y el scrolleo”.
La profesional lamentó que hoy exista un mandato que sugiere que todo debe ser monetizable, “todo me tiene que generar plata” y con ello aparecen cuestiones relacionadas a las estafas o apuestas on- line. Hay una idea de éxito vinculada a los likes a los seguidores o el dinero fácil disociado del trabajo y el esfuerzo”.
“Vivimos una transformación mediática que vincula su agenda a las redes sociales, a lo que dijo tal influencer. Por eso hay que repensar modelos a construir, hoy tenemos modelos individualistas, vinculados al dinero y éxito económico, lo que genera un vacío de valores y de actividades que motivan a los chicos. Hoy la principal responsabilidad es de los adultos. Hay que hacer pequeños cambios para ir creciendo en este camino” concluyó.