Los pájaros que duermen en vuelo
** Si hasta los vencejos tienen asignado un día especial en el año ¿por qué no habríamos de tenerlo los periodistas? Hasta el Día de la Bicicleta se conmemoró esta semana, para enterarnos que en nuestro país hay solo 8,5 millones de bicis (¿para qué más, si te las afanan?) y en el mundo se fabrican 100 millones cada año. Y ya que lo mencionamos… la bici es una buena inversión; serán los medios de locomoción del futuro argentino, te lo dice YPF.
** Pero vayamos a nuestro 7 de junio, Día del Periodista. En la misma fecha se recuerda también enfermedades importantes que es necesario conocerlas para comprender a quienes las padecen, porque la burla viene por la ignorancia mientras que el conocimiento nos hace solidarios con algunas de las que tienen fuertes manifestaciones externas, como el Síndrome de Tourette (Turet), que halla en el 7 de junio un Día Mundial para que tomemos conciencia sobre ese trastorno.
** En esa misma fecha ha sido instituido el Día Mundial de los Derechos del Nacimiento; el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos y el Día Mundial del Vencejo (¡acá me mató!)
Según el reemplazo digital que ha tenido el venerado Libro Gordo de Petete; nuestro inseparable Google; el vencejo es un lazo o ligadura que se usa para atar o ajustar algo, especialmente las mieses, que significan algo así como cereales fruto de la tierra. Hablando en argentino, es el tiento con el que nuestros bisabuelos ataban esos fajos de trigo cortado a machete y guadaña para desgranarlo a palos.
Las nubes por almohada
** ¡Hay que estar muy al cuete (por decirlo educadamente) para hacer una movida mundial a favor de esa estupidez!, me dije, pensando que a esto lo había decidido Naciones Unidas, OMS o uno de esos pulpos globales. Pero desconfié hasta descubrir que algo más lleva ese nombre y quizás merezca un día especial para su atención. Y si, es un ave pequeña que vive en el aire y duerme en vuelo, como quien pone piloto automático y se pega a la almohada.
** En efecto, el 7 de junio se celebra el Día Mundial del Vencejo, una iniciativa de la organización Vencejos Sin Fronteras que trata de sensibilizar a la población sobre la importancia de estas magníficas aves que suelen vivir por temporadas en las ciudades y cuya población se ha reducido drásticamente en los últimos años. Me doy por enterado y averiguo más, hasta descubrir que estos pajaritos son fascinantes.
** “Los vencejos pasan toda su vida en vuelo y solo se detienen para reproducirse, por ello están muy adaptados a vivir en el aire, porque pueden pasar diez meses seguidos surcando el cielo sin parar. Duermen en vuelo y ni siquiera paran para comer o descansar”. Si no lo dijeran sus fans de Vencejos Sin Fronteras y los ornitólogos, no lo creería. Esos plumíferos la tienen clara, si te descuidas te arman el nido y ponen huevos sobre el ala de un Boeing en vuelo. Si le buscáramos una equivalencia humana sería el típico canchero argentino: “olvidate, este fuma abajo del agua”.
** En países como España el vencejo es un ave protegida porque está disminuyendo su población. En nuestro país se está extinguiendo el gorrión, del que en otros tiempos tuvimos en exceso. Ya se ocupará alguien también de protegerlos, cuando el plan global de extinción de viejos y enfermos haya terminado. Cada cosa a su turno.
No corren, vuelan
** “Teniendo en cuenta que estas aves son un indicador de salud de los ecosistemas urbanos y que realizan una simbiosis con el ser humano, es importante que se las tenga en cuenta en la planificación de las ciudades”, dijo un parlamentario madrileño. ¡Qué lindo personaje para destrozarlo en las redes sociales!, diría un argentino.
** Y está bien lo de este parlamentario, alguien tiene que ocuparse de musarañas y pangolines aunque lo critiquen. Si en Sojamarca a un legislador se le ocurriera una ley declarando de interés al pájaro naranjero, terminaría colgado en la cruz de los escraches en redes, por los que le hacen el cálculo sobre cuánto gana para ocuparse de tan poco, y por su propio desprestigio.
** Y tienen razón, después de todo por estos cielos nos queda todavía tanto, pero tanto por hacer, aunque un siglo atrás fuimos una potencia y España un país devastado. ¡Mire lo que son las cosas! Acá también tenemos una gran variedad de pájaros que se las tienen que arreglar solos y nos alegran la vida. Lástima los “pajarracos” que nos la hacen difícil; son los que duermen en camas y toman café para mantenerse despiertos. De esos también solemos decir que no corren, vuelan.
El pajarraco argento
** El típico pajarraco argentino, como no corre sino vuela, puede llegar alto, a lugares donde no se llega con conocimiento o inteligencia sino con avivadas, y desde allí jugar a gusto con la vida de millones. Salvo honrosas excepciones, rara vez llegan a esos nidos altos las personas que se han preparado para darle al país un futuro como el que merece (después te explico lo de nidos). Acá el mediano plazo tiene tres meses y el largo es apenas un año. Salvo excepciones no hay estadistas sino vivillos y truhanes, cancheros, el típico sujeto (o sujeta) que te quita lo bailado, el que hace fuego frotando dos cubos de hielo, el que estornuda sin cerrar los ojos. Y dije nido porque en esas alturas se reproducen tanto que junto a ellos terminan libando en el polen del Estado sus parientes, amantes y amigos.
** Se ha demostrado con demasiada frecuencia que en esta extraña tierra fracasan los estadistas y predominan los que saben permanecer porque te arman un reloj de pulsera al galope, plantan olmos y cosechan peras (con un sueldo de 200 mil invierten por miles de millones), van al chino y pagan con caramelos, saben doblar las sábanas con elástico, van al Vaticano a conocer y quedan como asesores del papa, pero todo es en beneficio propio. Si los dejas hablar te dirán que conocen la fórmula de Coca Cola. ¡Esos sí que duermen en vuelo como el vencejo y fuman abajo del agua!
** Hoy 5 de junio se celebra el Día del Medio Ambiente, con lo que el bello mundo de los pájaros tiene mucho que ver. No está mal hablar de ellos para escaparle al pérfido pretexto del Covid, mientras aguantamos hasta agosto y todo esto se aliviará. Las vísperas de elecciones hacen esos milagros de poner plata en la calle y hacer aparecer millones de vacunas.