Las «juntadas» de jóvenes siguen siendo de difícil control
Ramírez- Como en la gran mayoría de las localidades, las habilitaciones del uso del espacio público para «juntadas» de jóvenes, es de difícil control los fines de semana. Ramírez no es la excepción. Hasta hace algunas semanas el COES y autoridades municipales locales venían trabajando en conjunto con jóvenes de la ciudad a fin de facilitar un espacio para que se realicen las reuniones sociales en grupos de diez personas al aire libre, lo cual se adoptó como modalidad por parte de la juventud en calle 25 de Mayo, camino Etchevehere, también el parque Evita y la Avenida Principal San Martin.
Los jóvenes se habían comprometido a respetar los niveles de música, limpiar la basura que ocasionaran y respetar las medidas sanitarias. Sin embargo, informó la Policía que estas medidas no tuvieron buenos resultados en el último tiempo, ya que en muchos asistentes no observaron el distanciamiento, sumándose el volumen elevado de música en algunos lugares y el arribo de personas ajenas a la ciudad.
En consecuencia, la Policía y los inspectores municipales, tras pedir en varias oportunidades que se cumpliera con lo dispuesto, procedieron a solicitar la desconcentración en esas ocasiones. “No obstante y pese a las prohibiciones, se juntaban muchos de forma clandestina en caminos vecinales, de aldeas ajenas a esta jurisdicción. Además, si bien en principio se dispuso un horario límite, anunciando la permanencia hasta las 5.00, muchos continuaban, lo cual llevó a la movilización de personal policial de otras dependencias. Los jóvenes viralizaban a través de sus redes sociales públicas esos encuentros clandestinos y hasta incluso peleas”, se indicó desde la Policía.
Operativos más rigurosos
Todos esos hechos conllevaron a que nuevamente se implementaran en conjunto desde la Policía y el Municipio, operativos más rigurosos, por lo cual ya por tercer fin de semana consecutivo se controlaron diferentes accesos a la ciudad, permitiendo solo el ingreso de personas residentes y con tareas esenciales habilitadas.
Se controló la permanencia a protocolo de grupos de diez personas al aire libre y bajo volumen de música, lo cual solamente es hasta el horario tope comercial de bares, restaurantes y drugstores, a las 2:00 los viernes y sábados y resto de los días hasta las 00.00.
Pasado ese horario solo se permite la circulación y no la permanencia, a fin de evitar encuentros clandestinos, que –entienden en la comisaría- con las experiencias vividas anteriormente, por la desobediencia de muchos asistentes luego de esa franja horaria, es imposible de controlar y contener.
¿Y entonces?
La idea es que los jóvenes permanezcan hasta el horario comercial y luego circulen o se reúnan en un domicilio, a fin de evitar aglomeraciones. La posibilidad de habilitar nuevamente un lugar de encuentro es concreta, pero se evalúan pros y contras de tomar esa decisión.
Queda claro que, como sucede en todos lados, se van ensayando pruebas permanentemente, en ese delgado hilo que subyace entre lo que se puede hacer y lo que no. Lo que no está prohibido, está permitido. Pero muchas veces queda la sensación de que cuanto más se prohíbe algo, más gente quiere hacerlo.
Por eso las decisiones, los cambios, los pasos hacia adelante y atrás que todos dan todo el tiempo. Tratando de errar lo menos posible. Analizando el comportamiento de una sociedad que a esta altura del partido está cansada, agotada y harta de esta “nueva normalidad” que tanto nos cuesta aceptar.
Vergara, enojado
El intendente Gustavo Vergara expresó a través de sus redes sociales que “Desde el pasado fin de semana los ramirenses venimos debatiendo el tema, teniendo por un lado la pandemia y un sinnúmero de prohibiciones que pesan sobre nosotros en forma de decretos nacionales y provinciales. Y por otro, la realidad de cada uno de nosotros, que ya no soportamos más tantos meses de confinamiento, producto de una cuarentena demasiado larga”.
Comentó que “Compartimos la sensación de cansancio que esto provoca, así como la importancia para la salud de que todos los grupos que ven limitadas sus actividades y posibilidades de esparcimiento puedan hacerlo, especialmente nuestros jóvenes. Por eso mismo, buscando opciones para que esa libre expresión se pueda llevar adelante, desde hace más de un mes venimos ensayando distintas alternativas, siempre teniendo como eje los derechos de los ramirenses, acordando pautas sanitarias, sin alcohol al volante y sin chocar con la necesidad de descanso en los hogares”.
“No es un camino fácil”
El presidente municipal reconoció que “No es un camino fácil, todas las soluciones y lugares que imaginemos para el esparcimiento de la juventud presentan alguna dificultad, sobre todo de infraestructura, como baños e iluminación, de seguridad o porque chocan con los derechos de otros vecinos. El Municipio tomó la iniciativa, convocó a jóvenes del último año de escuelas secundarias y representantes de la Fiesta Provincial de la Juventud para analizar alternativas de uso responsable del espacio público durante la noche y en esta pandemia”.
Y planteó que “Lo que era una pauta para los gurises se volvió una reunión multitudinaria a la que acudieron chicas y chicos de toda la región, con efectos no deseados para la seguridad de todos. Por ello desde entonces fue necesario controlar los accesos de la ciudad restringiendo el ingreso de jóvenes provenientes de otras localidades y adoptar el mismo criterio que venían teniendo ciudades vecinas en cuanto a horarios de esparcimiento. No prohibimos la utilización de espacios públicos, por más que entendemos que algunas acciones propias del control pueden leerse como tales. No se trata de prohibir, sino de -a veces- limitar en función de los derechos de todos. En ese camino hay aciertos y si hay errores se corregirán”.
Vergara destacó que “No todos somos iguales y no todos nos comportamos adecuadamente. Hoy la mirada está puesta en nuestros jóvenes con necesidad de relacionarse, pero la noche no es habitada solo por ellos. Les puedo asegurar que si viéramos con nuestros propios ojos algunas cosas que suceden por las noches, nos replantearíamos nuestras posturas. El personal municipal que colabora con la policía provincial ha recibido innumerables insultos, amenazas y hasta golpes de jóvenes y no tan jóvenes. Solo digo que la tarea no es fácil. Nuestros empleados vienen realizando un esfuerzo enorme desde marzo. Sin descanso y en una realidad muy cambiante hemos venido realizando controles de acceso, de diversas actividades, seguimiento de familias aisladas (trámites personales incluidos) y ahora colaborando para garantizar los derechos de todos en la noche. Todos exponiéndose personalmente y arriesgando su salud por nosotros. Sin ir más lejos, este agitado fin de semana, las dos terceras partes el equipo de las áreas de seguridad estaba asilado por ser caso confirmado de Covid-19 o contacto estrecho”.
“Estamos solos”
El intendente en su posteo aclaró que “Estamos solos en esto. Desde los municipios nos hacemos cargo de más de lo que deberíamos. El gobierno provincial se lava las manos, prohíbe actividades y deja a criterio de cada municipio encontrar soluciones “imaginativas”. Entonces cada uno hace lo que puede y no hay un criterio uniforme sobre horarios, lugares, protocolos… ¿Dónde está la Secretaría de la Juventud Provincial?¿Somos todos los intendentes y los COES locales quienes tenemos que ponernos de acuerdo entre nosotros? ¿O hacen falta directivas claras de Nación y Provincia? A esta altura ya los organizadores de eventos deberían estar autorizados por el Gobernador a trabajar y todo podría ser más previsible, menos peligroso y más organizado”.
“Desde Ramírez presentamos a la Provincia un protocolo para la organización de eventos sociales privados, convencidos de que es imprescindible convivir con el virus y entendiendo que es la solución de fondo, y la mejor manera de contener la necesidad de esparcimiento para jóvenes, adolescentes y el conjunto de las familias, integrando al sector privado que sigue sin trabajar hace más de ocho meses. Sin embargo, aún no tuvimos respuesta”, dijo. “No obstante, nos jugamos y seguimos trabajando en el tema. Desde la semana pasada avalamos la realización de Actos de Colación y Recepciones -con el acuerdo del COES– y como una primera prueba para pensar eventos similares durante las fiestas de Navidad, Fin de Año y las noches de verano. En cada iniciativa tomamos riesgos que entendemos razonables pero también que asumimos todos, no sólo las autoridades. La responsabilidad individual es indispensable. También insistimos para que vuelvan las escuelas y que los chicos del último año pudieran, al menos, compartir unos días antes de finalizar su tránsito por la escuela. ¿Cuál es el plan de Nación y Provincia para nuestros gurises el año que viene? ¿Seguir igual? ¿Retaceando recursos y haciendo que todo el esfuerzo recaiga en los docentes y las familias? Es urgente avanzar en este tema”, agregó.