Las claves para prevenir y tratar a tiempo la pérdida auditiva
Además de permitirnos escuchar, la audición tiene muchas otras funciones. Una de ellas, es su importancia para la adquisición del desarrollo del habla y el lenguaje, por ende, para la comunicación oral. También es fundamental a la hora de adquirir diferentes habilidades, para la socialización y el aprendizaje, entre otros.
Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida auditiva. Asimismo, se calcula que para el 2050 más de 900 millones de personas sufrirán esta patología.
“La hipoacusia es una disminución auditiva que puede darse en diferentes grados, desde una pérdida auditiva leve o moderada hasta una pérdida auditiva severa o profunda. La parte del oído que se encuentre afectada determinará el tipo de pérdida auditiva que puede ser Conductiva, Neurosensorial, Mixta o Retrococlear; y el tipo de tratamiento será determinado en base a la evaluación de cada caso”, explica la Lic. Micaela Constanzo, Fonoaudióloga de MED-EL.
La Lic. Constanzo señala que existen diferentes causas que pueden afectar el sistema auditivo provocando hipoacusia o pérdida auditiva. Podría estar asociada a causas genéticas, enfermedades o factores de riesgo durante el embarazo o darse al momento del nacimiento. Asimismo, también puede aparecer durante los primeros años de vida del niño, en la juventud o en una edad avanzada de la vida. “No hay edad para la hipoacusia: esta podría aparecer a lo largo de toda la vida”, plantea la profesional.
Señales de la pérdida auditiva
Según la Lic. Constanzo, la pérdida auditiva podría manifestarse a través de una serie de señales o síntomas. A continuación, la especialista brinda algunos ejemplos a los cuales estar atentos:
En los niños:
- Falta de respuesta ante un llamado o un estímulo auditivo. O si antes respondían y luego dejaron de hacerlo.
- Interrupción o falta de desarrollo del lenguaje y el habla.
- Dificultades atencionales y/o modificación en el rendimiento escolar. En ciertos casos podría ser confundido con cuestiones atencionales.
En los adultos:
- Zumbidos o acufenos.
- Dificultad para seguir una conversación en ambientes desafiantes con ruido de fondo, en reuniones o ambientes con varios hablantes a la vez.
- Dificultad en la localización de la fuente sonora, es decir para localizar de qué lado viene un sonido.
La importancia de la detección temprana
Para poder detectar la pérdida auditiva antes del desarrollo del lenguaje, el Dr. Santiago Alberto Arauz, médico otólogo del IORL Arauz y referente de MED-EL, señala que es fundamental la detección temprana.
En este sentido, en Argentina tiene vigencia la Ley 25.415, a partir de la cual se creó el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia. Según esta norma, todo recién nacido tiene derecho a ser evaluado auditivamente y tratado de forma adecuada y oportuna luego de los 6 meses.
El Dr. Arauz explica que la capacidad auditiva de los bebés se puede evaluar a través de un estudio sencillo y no invasivo denominado “otoemisiones acústicas (OEA)”. El mismo tiene por objetivo detectar las vibraciones acústicas emitidas por las células ciliadas de la cóclea. Además de las otoemisiones acústicas, existen otros estudios auditivos que suelen indicarse según la edad del paciente y el caso clínico particular.
“Durante la pandemia, las personas dejaron de realizarse chequeos y muchos pacientes que tenían hipoacusias límites, es decir, que necesitaban de un audífono o de un implante coclear para poder escuchar, suspendieron sus tratamientos. Por ello, es importante que las personas puedan retomar sus chequeos e iniciar un tratamiento oportuno en caso de ser necesario. Cuánto antes se inicie con el tratamiento, más probabilidades de mejora habrá según cada caso particular”, explica el Dr. Arauz.
¿Cómo podemos prevenir la pérdida auditiva?
En el Día Mundial de la Audición, el Dr. Santiago Alberto Arauz, comparte una serie de medidas que pueden ayudarnos prevenir la pérdida auditiva:
- Cumplir con los chequeos prenatales y ginecológicos, en el caso de las mujeres que se encuentren cursando un embarazo.
- Realizar controles auditivos a los bebés recién nacidos (otoemisiones acústicas).
- Realizarse chequeos auditivos al menos una vez por año.
- Evitar la exposición a ruidos de elevada intensidad, como por ejemplo música alta mayor a 80 dB.
- Utilizar protección auditiva siempre que se esté expuesto a ruidos mayores a 80 dB.
- Evitar consumir medicamentos que puedan ser tóxicos para el oído interno.