La Vida sin plástico
Paraná (Por Fundación EcoUrbano).- El artista entrerriano Carlos «Negro» Aguirre cumplió 6 meses sin consumo y generación de residuos plásticos en su casa. Frente a este cambio radical como consumidor frente al plástico, lo visitamos para que no cuente su experiencia.
-En el contexto de un planeta en crisis, de una civilización en crisis, visitamos al compositor y militante de la cultura ambiental; entrerriano de Bajada Grande por adopción, para que nos cuente la historia de su decisión de vivir sin plástico, su cruzada contra el plástico. ¿Por qué se decidió? Allá fuimos a su jardín del edén, su paraíso terrenal. Su vergel cerquita del “Paraná de sus amores”. Su mensaje es bien claro, como el título de su último disco: “Va siendo tiempo”.
«Empezó a nacer en mí el hecho de decir, por un lado, estoy involucrado en la protesta; pero qué hago yo por este mundo como ente que también a su paso va dejando cosas. Huellas no tan lindas, ¿No? Como toda la basura. Entonces, un día empecé como a pulsar esa intención cada vez más fuerte y a verlo como una transición. Y en un momento dije no es transición; tengo que decir tal día comienzo, porque si no es como que me perdonaba muchas cosas y seguía tirando basura. Por lo que hice una lógica muy simple. Si yo no quiero tirar basura y sigo recibiendo plástico, mi casa se va a transformar en una montaña de plástico. Va a ser un basural mi propia casa y no quiero que sea eso tampoco.
Como que al principio fue que no salga basura de mi casa. Pero para que no salga, no tiene que entrar. Y ahí me agarró un vértigo terrible, porque nunca me lo había planteado así de lleno. Entonces, lo primero que hice en esos días, me acuerdo que fue que llegó un amigo de Mendoza muy querido, que es Sebastián Narváez, un artista con el que comparto un proyecto de un quinteto de guitarras. Cada vez que viene, se viene como un mes y se instala en casa. Y cuando llega, me acuerdo que le digo: “desde ayer decidí que no va a entrar más plástico a la casa”. “Uhh ¿Y cómo vamos a hacer?», me dice. Le digo tal vez me vas a ayudar vos. Tal vez entre dos es más fácil. A pensar, sobre todo. Porque el problema es más ese que accionar. Después accionar, si ya tenés más o menos claros los mecanismos, no es tan difícil. Entonces lo primero que hicimos fue hacer una lista. Esto lo podría tirar como un primer tip si se quiere. Que fue hacer una lista de todas las cosas que incluyen un envase plástico, y vimos que estábamos rodeados. Que no hay ninguna actividad que no tenga eso, todos los envoltorios de todas las cosas. Con la idea de ir poniendo una tilde a cada cosa que fuéramos resolviendo. Pero de arranque nos vimos con un vértigo tremendo, porque veíamos una lista de muchas cosas a las que todavía no podíamos ponerle tilde porque no sabíamos cómo resolverlas. Pero hasta no resolver, no íbamos a comprar eso. En el sentido de que no vamos a comer tal cosa, si no tenemos la opción de esa misma cosa con otro envase”.
-“Estamos rodeados de plástico”. Que vértigo los grandes supermercados, las cadenas internacionales de shoppings, miles de metros cuadrados en todas las ciudades del mundo nos proponen un consumo a ojos cerrado. Son fábricas de residuos y basura. ¿Cómo resolverlo? Carlos Aguirre plantea una acción de conciencia política y así ir convirtiéndonos en consumidores responsables, alineándonos al paradigma del cuidado. Primer tip hacer una lista. Lista complicada por todos los envases que traen las cosas en la sociedad del consumo. Por ejemplo, los rollos de papel higiénico. A no preocuparse dice, todo tiene solución. Y arriba dejó de ir al súper.
“Uno de los primeros ítems, por ejemplo, fue el papel higiénico que te los venden en esos packs, con ese plástico bastante duro. Bueno, buscábamos por Google, poníamos alguna publicación en alguna historia de Instagram. Yo preguntaba: “Che, ¿Alguna recicladora de papel acá en Paraná?”. Nos fuimos a lugares bastante alejados de la ciudad, a ver la recicladora tal de papel. Nos encontrábamos con un depósito de papel muy gigante que abastece, en realidad, a gente que recicla. Pero en realidad ahí no podíamos comprar nosotros el papel higiénico porque eran cartones, montañas de cosas. Como que no estaba la fábrica ahí. Entonces seguíamos con el mismo problema.
Los rollos de cocina también entran en la misma clasificación. Hasta que una amiga me dice que todavía seguían existiendo esos rollos de papel higiénico que vienen envueltos en papel, que son antiguos. “En los almacenes de barrio están seguro”. Cuando aparece ese dato, no hace más que reforzar algo que de alguna forma también ya veníamos pensando, que es el hecho de que todas esas cosas las vas a encontrar en los almacenes de barrio, pero no en el super. O sea, en el super no te van a vender un rollo de papel higiénico envuelto en papel. Porque hay un imaginario de que lo plástico mantiene de la limpieza, de la asepsia de los productos que están envueltos en plástico. Concretamente no pudimos resolver el ítem del rollo de la cocina, a partir de lo cual no uso más y uso papel higiénico. Que en realidad es una cosa más de glamour. La diferencia entre los dos es la forma, pero la función es la misma. Entonces eso se resolvió así. Hace 6 meses que no entro a un super y no extraño nada, eso es lo que está buenísimo”.
-Bueno, otra verdad revelada del “Negro”. No extraña para nada ir a los supermercados, prefiere los almacenes de barrio y no se lo oye triste. Su proceso de reflexión y acción sin dudas es más profundo, y está ligado tanto a lo musical como lo más humano y espiritual. De hecho, nos contó de sus gurúes, aquellas personas que lo ayudan a crecer y a aprender. Por ejemplo, Pamela Maturana, nutricionista chilena, terapeuta en salud alimenticia que propone un mundo de sabores y colores como el de las huertas comunitarias; y nos cuenta Carlos que cosas le ha dicho que lo fueron influenciando para tomar esta firme decisión.
“Ella encaró todo un camino muy profundo con respecto a la alimentación. Entonces, yo vengo consultándola con mucha frecuencia. Y en un momento ella me dijo: “Mira, en el super no hay ningún alimento directamente. Son todas esencias que recuerdan los sabores. Todas cosas que son químicas, de laboratorio, y no existe más que la evocación de las cosas. Pero no está la cosa, no está el alimento. Y ni hablar desde el envoltorio”. Fue el empujón final para no ir más al supermercado. Y cuando no vas más, se abre un mundo maravilloso de sabores, colores y cosas que encontrás en la verdulería de tu barrio. Y por supuesto, quien quiera dar todavía un pasito más, consigue una verdura agroecológica o la gesta en su propia casa. Yo tengo macetas, muchas cositas de la que como. En fin, se empieza a producir eso. Como una búsqueda más profunda. De alguna manera he hecho algunos posteos en mis redes, con respecto al plástico, pero con la idea de iniciar a ese otro proceso. La idea es eliminar el plástico para reemplazarlo por esto otro. Es el camino hacia otra forma de vida.
Gaseosas no consumí más. Mi compañero Seba, que se quedó un mes, es mendocino, y tiene como buen hábito de tomar vino. Yo no tomo alcohol, pero él sí. Me decía: “¿Cómo vamos a hacer con el vino?”. Porque si bien vienen en envases de vidrio, le dije que estaría bueno no incorporar tantos envases. Y se acordó de algunos proveedores de acá de Paraná, incluso viñedos de otros lugares de Entre Ríos, que distribuyen el vino en damajuana. Entonces, con un solo envase vas y volvés. Y eso fue lo que hicimos. Conseguimos una damajuana que fue viajando varias veces (risas), pero a medida que se hacían algunas reuniones y cosas acá en casa”.
-“Una búsqueda más profunda, otra forma de vida”. Conmueve el compromiso, el riesgo, el desafío planteado por Carlos Aguirre. Se convierte así en un ejemplo, un artivista, un artista que, desde su militancia en las causas ambientales, que jaquean nuestros territorios, nuestros humedales, ríos y arroyos; y propone y pone en juego otros paradigmas. Vivir bien, buen vivir. Nos deja su mensaje.
«Siento que en muchos casos hemos transgredido los límites de la vida en el planeta y eso ha ocasionado como grandes transformaciones muy severas. Más allá del romanticismo de volver a una vida más conectada con la naturaleza, también siento que no hay margen. Es ya, no hay que esperar nada para ese cambio. Afortunadamente somos muchas personas las que anhelamos esa otra realidad, ese otro planeta. Yo creo que las redes sociales en cierta medida pueden transformarse en grandes puentes para aprovecharlas bien, porque también tienen su costado nuevo; para unir todas esas almas que empujan hacia esa otra realidad. Yo invito a acercarnos, a compartir información, experiencias. Todos tenemos algo para enseñar al otro. Y después tener una actitud de tolerancia, de amorosidad para recibir la información del otro. Construir amorosamente otra realidad».
Rollos de papel ecológicos, damajuanas de vida, agua sin botellas. Envases que van y vienen. Y así la vida se vive a granel. Repensar, reducir, recuperar, reutilizar. Carlos nos dice bien clarito que no hay margen, y que no hay que esperar más y nos invita a co-construir un modo de vida amoroso conectado con la naturaleza y los otros. Carlos Aguirre un verdadero referente de la cultura ambiental: crítico, súper creativo y cuidante. De la música y la vida.