Unión Industrial de Entre Ríos
La UIER realizó su asamblea anual: balance del contexto económico, apoyo estatal y desafíos del sector
La Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) llevó adelante su asamblea general ordinaria, en un contexto marcado por la tensión entre los desafíos estructurales que enfrenta el sector y las transformaciones que propone el actual modelo económico. El encuentro congregó a representantes de las principales industrias de la provincia y a funcionarios del Gobierno entrerriano, en un diálogo que puso el foco en la necesidad de mayor competitividad, promoción de inversiones y creación de empleo privado genuino.
En su discurso, el presidente de la UIER, Gabriel Bourdín, destacó los avances que considera logró el programa económico en curso, aunque reconoció la existencia de problemas estructurales. “El Gobierno provincial siempre está dispuesto a conversar. Venimos trabajando en forma conjunta en muchos temas. Sabemos que la posición de la provincia es delicada. Consideramos que tenemos problemas estructurales, que vienen desde hace mucho tiempo, y los estamos charlando también”, sostuvo.
Entre los temas abordados, Bourdín enumeró el trabajo conjunto en torno a la reforma fiscal, una ley de promoción industrial y una ley de emplazamientos. En ese marco, señaló que Entre Ríos arrastra un atraso en materia de empleo privado: “Hoy hay un trabajador y medio estatal por cada empleo privado genuino, mientras que provincias como Santa Fe y Córdoba tienen medio. Eso refleja una falta de creación de empleo privado y hacia allí debemos apuntar, con los ajustes que también debe hacer el Estado provincial”.
Bourdín celebró el fin del cepo cambiario, pero alertó sobre los efectos adversos que la baja de aranceles generó en sectores como la metalmecánica. “Competitivamente, no quedamos en el mejor lugar. Hay sectores golpeados, pero también fortalezas. Estados Unidos representa el 10% del comercio exterior argentino, y nuestro desafío es insertarnos en esas cadenas productivas”, subrayó.
Además, reconoció que la inflación en pesos y la estabilidad del dólar incrementan el denominado “costo argentino”, aunque advirtió que los ingresos en divisas también crecieron. “Un sinceramiento de la economía era absolutamente necesario. No vemos otro camino. Pasamos el primer grado; no llegamos a la secundaria todavía. Hay equilibrio fiscal. Eso es importante”, concluyó.
El rol del Estado: subsidios, obras e incentivos
El ministro de Economía, Fabián Boleas, valoró el acompañamiento del Estado provincial al sector productivo. “En 2024 se hizo un gran esfuerzo con recursos propios. Hace pocos días se licitó el segundo bloque de bacheo de los cinco previstos para este año”, ejemplificó, en referencia a obras de infraestructura.
También resaltó la fuerte política de subsidios a la energía: “Cuando llegamos al Gobierno, Entre Ríos era una de las provincias más caras. Hoy estamos por debajo de la media nacional, gracias a subsidios por unos 33 mil millones de pesos”.
En cuanto a la reforma tributaria recientemente aprobada, explicó que significó un gasto tributario de aproximadamente 28.500 millones de pesos en beneficio del sector privado. “En el año 2000, los impuestos directos representaban el 35% de la recaudación; hoy apenas el 13%. Eso nos obligó a depender más de impuestos distorsivos que afectan a productores e industriales. Es necesario avanzar en una reforma estructural que mejore el ingreso y reduzca el gasto”, aseguró.
Importaciones que preocupan
En tanto, el ministro de Desarrollo Económico, Guillermo Bernaudo, dejó en claro que el gobierno provincial no tiene herramientas para frenar la ola de importaciones que afecta al sector primario e industrial entrerriano. Consultado por la agencia APFDigital, admitió: “No podemos hacer nada ante el ingreso de cítricos de Egipto, ni de carne de cerdo o pollo desde Brasil. Es un problema nacional, vinculado al tipo de cambio”.
“Le pedimos al Gobierno nacional trabajar en paralelo en la mejora de la competitividad y en la apertura de nuevos mercados para equilibrar el impacto”, agregó.
Pese a las limitaciones, Bernaudo remarcó que el objetivo sigue siendo atraer inversiones: “Toda inversión que llegue a la provincia, aunque sea de un dólar, que venga a verme. Estoy dispuesto a mejorar cualquier oferta que haga otra provincia”, afirmó, apelando a la competencia interjurisdiccional para captar capitales.
La asamblea dejó en evidencia la voluntad de sostener el diálogo entre el sector público y privado, aunque también mostró las tensiones de fondo que persisten entre la necesidad de ajustes estructurales y las urgencias que impone la coyuntura económica.