Crespo- Mientras sus niños asisten a los talleres del Nido en Barrio Norte, ellas los acompañan y aprovechan esa hora de su tiempo en cultivar una pequeña huerta agroecológica. Un concepto de huerta que engloba una serie de prácticas y técnicas que hacen posible el cultivo de alimentos de una forma natural y armoniosa. Hace dos semanas hicieron su primera cosecha de rabanitos, acelga, remolachas, perejil, lechuga y espinaca, disfrutando del alimento propio de consumo saludable.

Soledad, Alejandra y Julieta son tres mamás de un grupo que al principio fue más grande, que siguieron adelante con la huerta agroecológica, luego de participar de los talleres formativos del INTA. Ellas aprendieron a hacer su propio abono y también productos plaguicidas ecológicos. Saben qué conviene plantar en cada época y disfrutan de llevar a sus cocinas un producto saludable, fresco, de calidad, cultivado, cuidado y cosechado con sus propias manos.

Tener esta huerta les abre la posibilidad de acceder a alimentos más baratos y sin químicos; pero también valoran pasar tiempo en contacto con la tierra. Es tanta la satisfacción que algunas tienen una producción paralela de verduras y hortalizas en pequeños sectores de sus casas, en macetas, cajoncitos o algún rincón delimitado por maderas que sostienen la tierra.

“Somos tres- cuenta Alejandra a Paralelo 32- cuando empezamos éramos unas diez pero por distintas circunstancias fueron dejando”. Nunca antes había cultivado una huerta, pero se muestra contenta por los conocimientos adquiridos. “Al principio personal del INTA nos instruyó en varias etapas, sobre cómo hacer compost, la separación residuos, la siembra, el control de plagas y la importancia de las plantas aromáticas; nos queda pendiente una clase de cosecha”- cuenta.

Alejandra destaca el trabajo conjunto. “Se hizo un grupo lindo, trabajamos las tres muy parejas y de común acuerdo”- testimonia.

“Venía con una experiencia de huerta- señala Soledad-, mi suegra siempre la tuvo y ahí empezamos, donde viví siempre tuve mi huerta, choclo, girasol, acelga. Es bueno, con todos los químicos que les ponen a las verduras y frutas, no se come sano como pensamos, cuando los compramos”.

En el taller aprendió a combatir las plagas naturalmente, algo que no sabía y valora considerablemente. “Ahora sé cómo fabricar un producto para ahuyentar las hormigas, los pulgones, lo puedo hacer en casa y no afecta a las verduras”.

En la huerta que cultiva en su hogar tiene habas, arvejas, remolachas, zanahorias. “Es muy lindo tener todo fresco y al alcance de la mano”- dice reivindicando la huerta, una práctica de nuestros abuelos que se va perdiendo cada vez más en los hogares. “Todos van a lo más rápido, compran, y olvidan que trabajar la tierra saca el estrés”- opina.

Julieta se animó a probar algo nuevo y de paso armó huerta en su casa porque incentiva a su familia en el consumo de verduras. “Me decidí a probar cómo era para no consumir tantos químicos, quise hacer algo natural, probé, me gustó y me decidí a dar vuelta tierra y plantar también en mi casa. Tengo acelga, perejil, lechuga, rabanitos”. Se muestra feliz “exploré algo nuevo para mi bien y me gustó”- afirma.

Huerta Agroecológica

La ingeniera agrónoma Mirta Kahl de la Agencia Inta Crespo, se refirió al trabajo conjunto del Inta y la Municipalidad a través de Desarrollo Social y de la licenciada Raquel Gorostiaga, para la concreción de la Huerta Agroecológica. “Se dictaron capacitaciones teóricas-prácticas y hoy ya se están aprovechando las hortalizas y aromáticas sembradas”- testimonia sobre la tarea.

“Trabajamos en este barrio que estaba un poco desatendido y la idea es seguir en otros barrios, con pequeños grupos, fomentando la huerta agroecológica en la ciudad” -comenta.

Recordó que “este es un lugar provisorio que alquila el municipio y cuando esté el NIDO se haría en un espacio definitivo, ya con las semillas de la temporada primavera-verano”.

En cuanto a las variedades que se producen de esta colección otoño invierno, detalló: repollo, acelga, lechuga y aromáticas como romero, ruda y menta. “Algunas se sembraron y otras se adquirieron de vivero”.

  • ¿Cómo es una huerta agroecológica?
  • Tiene varios aspectos, lo que se considera principalmente es evitar en lo posible el uso de químicos. La agroecología siempre pide rotar las especies. Si sembré verdura de hoja, en la próxima una hortaliza con raíz: remolacha o zanahoria. La rotación está en distintos tipos de especies para no agotar el suelo. Siempre es bueno asociar las hortalizas: lechuga, acelga, remolacha y sacar mejor provecho de la huerta en un mismo cantero. Aprovechar el espacio, la luz, la humedad, los nutrientes.

También se contempla la incorporación de aromáticas para control de plagas, que sirven como condimentarias o para hacer los purines o caldos orgánicos para ahuyentar por ejemplo las hormigas. En ese caso una infusión con lavanda hace efecto de repelencia; lo mismo el alcohol de ajo. La caléndula, por ejemplo, retiene los pulgones y no van a las hortalizas. Viene semilla entre las que INTA distribuye en la temporada otoño – invierno; en primavera verano están los turquitos o copetes.

Huerta agroecológica para el autoabastecimiento

El sistema de producción agroecológico engloba una serie de prácticas y técnicas que hacen posible el cultivo de alimentos de una forma natural y armoniosa. En lugar de luchar en contra de la naturaleza ésta es estudiada e imitada para, siguiendo sus rítmos, conseguir alimentos más nutritivos, enriquecer los suelos y mejorar los ecosistemas.

El objetivo general es disponer de información, definiciones, conceptos y técnicas que tiendan a relacionarse con la Producción Agroecológica de la Huerta y así contribuir con la enseñanza para la promoción, organización y producción de auto sustento que nos entregue alimentos sanos y abundantes y que nos permita a acceder a un decidido cuidado del suelo.

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