Sociedad
La polio acrecentó su espíritu batallador
Hablamos con Beatríz Godoy de Sobrero, para quien esta enfermedad definió su vida.
Victoria.- Las Siete Colinas no fueron ajenas al flagelo “poliomielítico” que azotó a la humanidad en la década del cuarenta, sólo basta traer a estas líneas el nombre del Dr. Marcos Waisenstein, quien supo enaltecer su vocación médica, cuando otrora luchó a capa y espada para combatir tal epidemia en Victoria.
De hecho, así lo relataba oportunamente a Paralelo 32 su hijo, el Doctor Carlos Waisenstein, “en aquellos años papá viajó hasta el Hospital de Niños Gutiérrez de CABA, donde se conectó con dos kinesiólogas australianas, que habían creado un nuevo método «de fomento» para calmar a los damnificados por dicha enfermedad. Es más, una de ellas vino a Victoria invitada por él”, comentó, agregando que a posteriori le pidió al doctor Pedro Radío una sala de lo que luego sería el Asilo de Ancianos, para internar a todos los enfermos, donde trabajó arduamente.