Salud pública
“La medicina crece a una velocidad tal que asumir los costos es imposible”, destacó el doctor Miguel Oneto
El doctor Miguel Oneto, director de Clínica Parque de Crespo, coincidió con su colega Silvia D’Agostino, sobre la grave situación coyuntural del sector, y señaló que en el último año se ha registrado un aumento del 1.000% en medicamentos, aparatología y descartables importados. Esos aumentos están originados en parte por las dificultades para la compra de insumos en el exterior, y a menudo complicados por las regulaciones de ese mercado.
En diálogo con Paralelo 32, Oneto definió demás que “la medicina crece a una velocidad tal que asumir los costos es imposible”. Tras explicar situaciones y trabazones en torno a ello, aclaró sin embargo que “no todo funciona así, si no, todo se paralizaría”.
Otras situaciones se plantean con las obras sociales, “que se rigen por los aumentos de salarios, que son bajos y vienen después de la inflación, y los acuerdos se producen después de esos aumentos. Además, los sindicatos por lo general ofrecen a las clínicas unos puntos por debajo y esa pérdida se va acumulando”.
Para el profesional, se trata de un escenario mucho más complejo en el que juegan variados factores. Uno, prestaciones cada vez más complejas y caras junto a nuevas tecnologías, “y es común que las obras sociales reaccionen mal porque hemos indicado una prestación que es muy cara”. En opinión de Oneto, la suma de la crisis económica actual produce un daño al sistema de salud que no se arreglará después “cuando esté la plata que hoy no hay, por lo tanto hay que darle un salvavidas para que funcione”.
Como sugerencia de solución a los conflictos que se plantean con las obras sociales sindicales por prestaciones caras que se niegan a pagar a sus afiliados, el entrevistado opina que “esto se ordena con Agencias de Evaluación de Tecnologías (AET). La tiene Inglaterra, donde la medicina está socializada. Esas agencias regulan el sistema defendiendo prioridades. Si un laboratorio aparece con una novedad que cuesta 100 millones de euros o libras para mejorar quizás unos meses la calidad de vida de un paciente, la AET establece que no aprobará prestaciones que superen los 50 millones de libras, como ejemplo”.
El Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE) de Inglaterra, juega un papel crucial en la regulación y la mejora de la atención en salud pública. Su función principal es evaluar de manera rigurosa y sistemática las tecnologías, incluyendo medicamentos, procedimientos médicos, dispositivos y programas de prevención y salud pública. Entre otras funciones, identifica nuevas tecnologías que requieren evaluación, basándose en criterios como innovación, impacto en la salud pública y la necesidad clínica. Establece, además, prioridades para la evaluación, considerando factores como la carga de enfermedad y el potencial de mejora en la atención de la salud”.
En el mundo ya está casi todo inventado, solo basta con imitar a los que hacen las cosas bien. Es algo que hace décadas no hacemos en Argentina y a la luz de lo que se ve, tampoco se hará. El mercado por sí solo jamás creará una AET para controlar calidad y discernir sobre las mejores opciones dentro de lo posible.
Cuando la Justicia regula un tema médico
La Cámara Federal de Paraná, integrada por las vocales Beatriz Aranguren y Cintia Gómez, rechazó una apelación de la obra social de jubilados PAMI y confirmó un fallo en primera instancia que le ordenó brindar cobertura integral de cuidador domiciliario por 24 horas diarias, los siete días de la semana. La actora es una mujer que presentó un recurso de amparo para que se le brinde a su madre, jubilada nacional, “con carácter urgente la cobertura integral de la prestación de cuidador domiciliario por 24 horas diarias, los siete días de la semana”.
La noticia es muy habitual y trae el ejemplo de cómo la Justicia argentina, apelando a criterios humanitarios y legales totalmente atendibles, toma decisiones sobre servicios de salud que generan costos adicionales en todo el sistema y acumulan antecedentes judiciales sobre derechos adquiridos. La Cámara, con su fallo, asumió un rol de regulador que deberían cumplir otros organismos técnicos, que parecen inexistentes ante la disputa entre una obra social que quiere cuidar sus cuentas y una familia que necesita calidad de vida para sus padecimientos.