Economía
La inflación y la falta de actualización de salarios golpea muy duro a la clase media
El poder adquisitivo en Argentina ha estado en declive rápido debido a la subida de precios sostenida que el país ha enfrentado en los últimos meses. La inflación ha aumentado significativamente, impulsada por aumentos en alimentos, bebidas y productos de higiene, lo que ha llevado a una disminución en el consumo de productos de primera necesidad. Como resultado, se han observado impactos negativos en el Producto Bruto, especialmente en sectores como la industria y la construcción.
El informe de la Fundación Capital advierte sobre una posible caída adicional en el poder adquisitivo de los salarios en los próximos meses, tanto para el sector privado formal como para los ingresos informales. Ante esta situación, las proyecciones muestran un deterioro significativo en los ingresos reales de los trabajadores, lo que podría tener repercusiones serias en la política económica si la recuperación se retrasa.
La pérdida de poder adquisitivo ha llevado a un impacto dramático en los niveles de consumo masivo, con caídas significativas en las ventas de supermercados y negocios de la canasta básica. La CAME (cámara de las pequeñas empresas y comercios) informó que el nivel de las ventas de esos negocios cayeron 28,5% en enero, también respecto del inicio del año pasado.
La drástica caída en el consumo se da en el marco de una inflación persistente, y en ascenso, tras el shock inflacionario de diciembre (25,5%) y enero, que fue del 20,6%. Para febrero se espera un nivel del 20%.
Además, la inflación persistente ha contribuido al descenso en el consumo interno de carne vacuna, mientras que las exportaciones se han visto favorecidas por la eliminación de restricciones, lo que ha afectado los precios en el mercado local. El consultor privado de ganados y carne vacuna, Víctor Tonelli, precisó que en lo que va del año el índice del mercado del novillo, en el Mercado Agrogranadero de Cañuelas (MAG), se ajustó en torno al 18%, “pero si tomamos en cuenta el valor de noviembre, cuando todavía estaba el ciclo de liquidación funcionando, el ajuste fue casi del 70%”.
Dijo que la recuperación de los precios de la carne vacuna se debe a que “estaban un poco atrasados”, pero también a “una participación cada día más importante de las exportaciones dentro de la oferta total disponible”.
Las exportaciones representaron un poco más del 30% total en diciembre y estuvieron cerca del 33% en enero, lo que para Tonelli es producto de “la liberación de las prohibiciones y restricciones a las exportaciones”.
A la par del crecimiento de las exportaciones, aseguró que se ve “una caída fenomenal del poder adquisitivo y del volumen de consumo que promedió en torno de los 40 a 42 kilos por habitante por año”, por efecto de la inflación.
Los expertos del sector de la carne vacuna señalan que la participación creciente de las exportaciones ha influido en los precios internos, y pronostican un aumento continuo en los precios dependiendo del valor del dólar y de la oferta de novillos para exportación.
El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), Sergio Pedace, dijo que “los precios se van a ir afirmando y de a poco van a ir subiendo y acompañando la inflación” y explicó que la suba “ya no depende del consumo interno, porque la gente se ha volcado más al cerdo, que está muy barato, y al pollo, que ya llegó a su techo”.
Asimismo, remarcó que “el precio de la carne vacuna va a ir dependiendo del valor del dólar y de la exportación, y de la cantidad de novillos que tenga la Argentina para poder exportar”.
Debido a la sequía, agregó que “hay un millón y pico de terneros menos, y menos hembras también” y estimó que “el rodeo se va a ir recomponiendo si hay previsibilidad, dentro de un año y medio o dos, no antes”.