La inflación de junio fue de 3,7 por ciento
El efecto de la corrida cambiaria y la devaluación tuvieron una de sus caras más visibles en la inflación mensual de junio, que fue de 3,7 por ciento, según difundió el Indec. Se trata de la peor medición desde mayo de 2016 (25 meses atrás), cuando el índice oficial (aún no nacional) varió un 4,2 en medio de un reajuste de las tarifas de los servicios públicos y cinco meses después de la salida del cepo cambiario.
Los primeros seis meses del año cerraron con una inflación acumulada del 16 por ciento, una cifra superior a la meta que se había fijado el Gobierno en diciembre pasado para este año, del 15 por ciento. Ahora, la proyección de los especialistas para el año ronda el 30 por ciento.
La inflación núcleo (no tiene en cuenta precios regulados y estacionales) fue en junio de 4,1 por ciento, aún mayor que el índice de precios general. Esta medición es las más elevada desde diciembre de 2015, cuando se unificó el tipo de cambio.
«La inflación core subió más que la general porque aumentaron más el precio de los bienes no regulados. A diferencia de otros meses, el principal impacto fue el salto del tipo de cambio y no el incremento de tarifas», dijo Martín Alfie, economista jefe de Radar Consultora.
Según el Indec, las principales subas se dieron en los sectores de transporte (5,9 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (5,2 por ciento), salud (4,3 por ciento) y equipamiento y mantenimiento del hogar (cuatro por ciento).
«El dato más preocupante es alimentos, que en general vive mucho de la cotización del tipo de cambio, es bastante directo. Alimentos es el reflejo del salto del tipo porque tienen un componente transable (se exportan), por lo tanto para que se comercialicen en el mercado interno se pide más pesos», explicó Alfie.
En tanto, en el semestre, las principales subas estuvieron en transporte (22 por ciento), comunicación (20,4 por ciento), educación (20,2 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (17,3 por ciento), y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (16,1 por ciento), publicó La Nación.
El Gobierno había anticipado que la inflación del mes pasado iba a estar entre el 3,5 por ciento y el cuatro por ciento, producto de -además de la corrida- las subas del combustible (por la depreciación y la suba del precio internacional del petróleo) y el aumento de los alimentos (aceites, pan y carne), sumado a la suba del transporte.