La Industria valoró las políticas provinciales pero reclamó por el dólar y la inflación
El presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos, Gabriel Bourdín, detacó las políticas promocionales para el sector que impulsó la administración de Gustavo Bordet; quien junto a la vice Laura Stratta; el secretario de Agricultura de la Nación Juan José Bahillo y la viceintendenta de Paraná, Andrea Zoff, participó de la apertura de la jornada de la industria, que contó además con la presencia del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja.
En el discurso de apertura, Bourdín destacó: “En la provincia de Entre Ríos hemos apostado a articulaciones virtuosas con un trabajo sincrónico entre el gobierno provincial y la UIER, que ponen el crecimiento del empleo y el desarrollo provincial por encima de cualquier sesgo. Esa no deja de ser una muy buena noticia”.
“Hemos podido encontrarnos en las intersecciones que la sociedad demanda, que nos ponen de manera progresista de cara al futuro. Tender puentes, construir consensos, apostar al diálogo fue algo más que consignas y los resultados así lo expresan”, subrayó.
Luego, realzó el programa de promoción y empleo industrial entrerriano que instrumentó el Ejecutivo desde hace dos meses a fin de darle mayor impulso a la generación de empleo privado y el proyecto de ley sobre promoción industrial, así como el trabajo coordinado de los equipos técnicos gubernamentales y de la entidad sobre las áreas y parques industriales.
“El aporte que el Estado provincial realiza para construcción del empleo industrial privado es el puntos de inicio de un ciclo virtuoso que mira al futuro con inteligencia y optimismo”, afirmó.
Pero también marcó: “Invertir en el país es dificultoso cuando se carece de seguridad y previsibilidad jurídica”. El dirigente marcó: “Hace más de una década que el producto bruto interno (PBI) se encuentra estancado, el empleo está amesetado y la inversión directa sobre la economía exhibe uno de los indicares más bajos de la historia. La inflación orada los ingresos. Pero no solo eso: la inflación desequilibra cualquier organización de las empresas, que cada vez tienen más inconvenientes para tomar decisiones virtuosas”
“Las industrias ya cedimos. Y cedemos todo el tiempo. No somos entes ascépticos. Estamos imbuidos de los problemas que atraviesan todos. Soportamos una carga tributaria que hace cada vez más difícil la operación estructural. Muchas empresas requerimos, por la naturaleza de nuestro procesos, importar insumos claves para la transformación de la materia prima. Y vivimos con el corazón en la boca porque la incertidumbre está a la orden del día. Miles de empleos directos e indirectos dependen de ello y, a veces, no logramos entender los criterios que se aplican y desconciertan”, consignó.
El dirigente fabril pidió salir “de las viejas recetas de confrontación” y destacó la labor de quienes dieron origen a la UIER hace unos 20 años.