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La estrella de Belén: un enigma celestial que trasciende los siglos
La estrella de Belén, mencionada en el Evangelio de Mateo, es descrita como el fenómeno celestial que guió a los Reyes Magos hasta el lugar del nacimiento de Jesús. Este relato ha fascinado a teólogos, astrónomos e historiadores durante siglos, generando debates sobre su naturaleza. ¿Fue un acontecimiento astronómico real o un símbolo narrativo?
Una conjunción de planetas: la hipótesis más aceptada
Entre las teorías científicas más extendidas, destaca la posibilidad de que la estrella de Belén haya sido una conjunción planetaria. Este fenómeno ocurre cuando dos o más planetas se alinean en el cielo, creando la ilusión de una única estrella brillante.
Un ejemplo reciente de este tipo de evento fue la "gran conjunción" de Júpiter y Saturno en diciembre de 2020, la más cercana en casi 800 años. La alineación alcanzó su apogeo el 21 de diciembre de ese año, cuando ambos planetas estuvieron separados por menos del diámetro aparente de una Luna llena. Este fenómeno, visible a simple vista, fue bautizado como "la estrella de Belén" por su espectacularidad.
Según Patrick Hartigan, astrónomo de la Universidad Rice, "para encontrar una alineación más cercana entre estos planetas visibles desde la Tierra, habría que retroceder hasta marzo de 1226". Un evento similar no se repetirá hasta marzo de 2080.
Otras posibles explicaciones científicas
A lo largo de la historia, diversos fenómenos astronómicos han sido considerados como posibles candidatos para la estrella de Belén:
- Un cometa: Algunos sugieren que podría haber sido el cometa Halley, visible en el año 12 a.C. Sin embargo, los cometas solían interpretarse como presagios negativos, lo que contradice el simbolismo positivo de la estrella de Belén.
- Una supernova: Johannes Kepler propuso que podría haber sido una explosión estelar excepcionalmente brillante. No obstante, no existen registros históricos de una supernova en el período en que se ubica el nacimiento de Jesús.
- Eventos celestiales múltiples: Investigaciones recientes sugieren que entre el año 7 y el 2 a.C. ocurrieron varias conjunciones planetarias significativas, especialmente entre Júpiter y Saturno, que podrían haber sido interpretadas como un evento celestial trascendental.
Un fenómeno entre la ciencia y el simbolismo
Más allá de su explicación científica, la estrella de Belén sigue siendo un símbolo poderoso de la narrativa cristiana. Representa guía, esperanza y un acontecimiento extraordinario que marcó un antes y un después en la historia.
En la actualidad, fenómenos astronómicos como las conjunciones planetarias continúan capturando la atención de millones de personas en todo el mundo, recordándonos que el cielo sigue siendo un espacio de asombro y descubrimiento.
Este lunes 23 y martes 24, un espectáculo celeste evocará la magia de la estrella de Belén. Según la revista Forbes, Venus brillará intensamente tras el atardecer, mientras Júpiter y Marte alcanzarán su máxima luminosidad, ofreciendo un recordatorio de cómo los fenómenos astronómicos siguen conectándonos con el universo y nuestra historia compartida.