La escuela rural Jaime Escales celebró su centenario
Entre lomadas y callejones de Don Cristóbal Primera se encuentra la Escuela Nº 94, Jaime Escales. Una humilde edificación que consta de un par de aulas y otras dependencias a la que concurren actualmente ocho alumnos.
Pese a la matricula de alumnos que hoy posee, la escuela “de Escales” como se la conoce en el lugar, es la referencia de un centenar de personas que entre sus paredes y patio cursaron sus estudios primarios.
Fue así que el acto aniversario fue una grata ocasión para el reencuentro. Ex directivos, ex alumnos y ex docentes, no dudaron al recibir la invitación al evento y emprendieron un viaje de 20 kilómetros por los caminos rurales del departamento Nogoyá para el agasajo.
Aunque el acto fue el factor convocante, bien podría decirse que pasó a ocupar el segundo plano en la atención de los asistentes, ya que con cada arribo de invitados, el abrazo y las anécdotas fue lo que más emociones generó.
Desde pequeños que hoy concurren al jardín de infantes, hasta familias formadas cuyos integrantes transitan los ochenta años, confluyeron en el patio de la escuela, todos con el sentido de pertenencia a flor de piel, narrando sus “cuando yo venía a esta escuela…”
A la hora del acto, la directora Carolina Martínez también hizo hincapié en el reencuentro y el sentido de pertenencia, más allá de citar la labor educativa.
“Sin duda alguna festejamos nuestro antepasado, nuestro presente y el impulso hacia nuestro futuro, porque para todos los que estamos presentes, nuestro mayor orgullo es esta institución. En estos 100 años se afianza el objetivo inicial que es la formación de niños, jóvenes y adultos. Ha sido un camino muy difícil, y eso es lo que ha hecho crecer la institución educativa, esos desafíos constantes como institución” dijo a los presentes la directora.
Destacó también el compromiso del cuerpo docente con una educación sólida y de calidad, dando el ejemplo cotidiano, enseñando, estudiando, practicando e investigando.
“100 años de muchos recuerdos, porque recordando rendimos homenaje a quienes nos precedieron, ponemos en valor su trabajo y nos hacemos merecedores de su legado. Si algo hemos aprendido de nuestro pasado es hacerlo merecedor de los mejores tiempos, recuerdos, anécdotas, esto no quiere decir que sean mejores ni peores nuestros antepasados, solo que lo recordamos como nuestros años dorados de infancia. Hoy idealizando logros, y reflexionando sobre el futuro, apostamos a seguir creciendo, festejando con alegría y satisfacción estos 100 años, por eso debemos autoconvocarnos a renovar con alegría nuestro compromiso con los objetivos y la misión de esta escuela, el compromiso social, la visión crítica, y la coherencia en nuestro accionar como personas” agregó.