La escuela al final de la cuarentena deja interrogantes sobre la ‘nueva normalidad’ vía zoom
¿Han servido las clases virtuales durante la cuarentena? ¿Aprendieron los chicos más o igual que durante la ‘anterior normalidad’? Desde la perspectiva de los docentes, una idea generalizada es que la cuarentena generó mayores actividades, desreguló negativamente los horarios de trabajo y no logró la conexión permanente de los alumnos a lo largo del año. Sobre este último punto, la queja general es que los más vagos y remolones terminaron enviando en noviembre todos los trabajos juntos a sus profesores, esperando (ellos y sus padres) que les aprueben de una, todas las actividades que no presentaron en los siete meses previos.
Percepciones nacionales
En septiembre, la ONG Argentinos por la Educación emitió un cuarto informe sobre la educación en cuarentena, titulado “Percepción acerca del aprendizaje y conformidad con los docentes durante la cuarentena”. De este trabajo, con una muestra de familias de 262 establecimientos primarios de todas las provincias, se lograron los siguientes resultados relevantes y paradójicos:
• 6 de cada 10 familias consideran que su hijo está perdiendo aprendizajes importantes a causa del aislamiento;
• 7 de cada 10 familias se muestran conformes con el trabajo de los docentes para con los alumnos durante la cuarentena;
• 9 de cada 10 casos se encuentran igual o menos conformes con la escuela que durante las clases presenciales, de ellos 4 están menos conformes.
En resumen, los docentes trabajan bien pero el aprendizaje no es bueno y para los chicos no mejoró la adhesión (conformidad) que tenían hacia la escuela antes de la cuarentena.
Mejor presencial
A nivel secundario, Paralelo 32 recabó la opinión de alumnos de Crespo. En general, la opinión resultó negativa: las clases vía zoom no fueron buenas, la relación presencial da mejores resultados, fallaban las conexiones de internet, faltaba el contacto con compañeros, los distractores de la casa podían ser más interesantes que la cara de la profesora en la pantalla. Al aburrimiento en algunos casos se sumaron el cansancio en el cuerpo y en la vista.
Una buena conclusión la otorgó una alumna que respondió que “costaba más prestar atención, ya que al estar en casa cualquier cosa resultaba más interesante”.
El discurso oficial
Poniendo buena cara al mal tiempo, desde las autoridades nacionales y provinciales (repetido cotidianamente por muchos directivos y docentes) se desgastó durante el año la cantinela de la ‘nueva normalidad’ vía zoom. Es nueva, pero le falta mucho para que cumpla con las condiciones básicas de la normalidad escolar: hábito eficiente para aprender y alternativa efectiva para optar.
Opiniones de alumnos
• En mi caso, las clases vía zoom no fueron las mejores. Si bien facilitaron las explicaciones de contenidos y las consultas hacia los docentes, a la hora de realizar las actividades enviadas surgían dudas en el momento, por lo que se hacía difícil lograr una rápida respuesta por parte del docente como sería en una clase presencial. Además, se podría decir que se tornaban “aburridas”, al estar uno solo en silencio y no tener el contacto con compañeros. Sumado a esto, el mismo hecho de estar solo escuchando al docente, generaba el sentimiento de extrañar los momentos compartiendo en el aula con los demás. Por otro lado, al yo estar decidida en qué carrera estudiar a futuro, esta modalidad de trabajo me sirvió para brindarles mayor atención a las materias y contenidos que necesito en futuros ingresos. De todas formas, logré cumplir con todos los trabajos solicitados en tiempo y forma. (Martina K.)
• Personalmente, las clases por zoom no fueron beneficiosas para mí, ya que al estar en mi casa, había muchas cosas más interesantes que hacer antes que prestar atención a una clase. Además, los temas yo los entendía y las clases explicativas que se hacían después de la entrega de los trabajos me parecían en vano, ya que era preferible hacer la explicación antes. Por otro lado, aunque uno tuviera sus propios horarios y pudiera dormir más o cosas así, el último año es una experiencia que a uno lo llena de recuerdos, tal como la presentación de camperas, centros de estudiantes, viajes, actos, Bariloche como viaje de egresados, la recepción. Todas estas cosas se nos arrebató con la pandemia, se nos limitó a tener clases on line sin poder vernos todos a la cara como era normalmente, extrañando los momentos como curso y como hubiéramos tenido como promo. (Celine)
• Las clases por zoom tuvieron sus cosas buenas y malas. Por un lado, sirvieron para poder seguir en contacto con nuestros profesores, para poder seguir dando los contenidos que tenían que darse este año y, además, permitió que podamos realizar otras actividades en el día (dependiendo el caso) ya que teníamos menos horas. Pero también tuvieron su lado negativo. Al tener que realizar los diferentes trabajos o clases al frente de una pantalla, en mi caso, llegaba un momento donde ya no podía seguir por el dolor de cabeza y el cansancio en la vista, o también en los días lluviosos cuando internet andaba mal se me dificultaba unirme. Si bien era la única opción, en las clases virtuales no se aprende de la misma forma que presencialmente. Costaba más prestar atención, ya que al estar en casa cualquier cosa resultaba más interesante. En resumen, las clases por zoom fueron positivas en el sentido de que los alumnos pudimos seguir aprendiendo durante la pandemia (dentro de lo posible) y no nos atrasamos, pero también fue desgastante tener que realizar todo de manera virtual. (Julia)
• En lo personal las clases virtuales me sirvieron. Obviamente, varias veces me resultó un poco tedioso tener que pasarme algunas mañanas frente a la computadora. Pero si se refiere al aprendizaje, me sirvieron; sobre todo para ir llevando al día los contenidos. Las explicaciones hicieron que sea un poco más llevadero, a pesar de que no es lo mismo que tener clases presenciales. El aprendizaje no fue igual de ‘fuerte’ por así decirlo. También me ayudó a mantener un poco la rutina, a pesar de que yo ya soy bastante estructurada. (Martina P.)