Alta inflación y bajo poder adquisitivo
La economía Argentina inicia el 2024 con un fuerte golpe al bolsillo y pronósticos desalentadores
Los primeros indicadores mencionan la baja en la compra en almacenes, construcción y despacho de combustible debido a la alta inflación y bajo poder adquisitivo
La economía argentina enfrenta un sombrío panorama al comenzar el año 2024, marcado por una aceleración inflacionaria, la devaluación del peso y la eliminación de subsidios, factores que se conjugan para traducirse en una contundente caída del poder adquisitivo de la población, generando un impacto directo en el consumo de sectores clave.
Los datos oficiales más recientes revelan la magnitud del desafío económico: las ventas en supermercados experimentaron una contracción, al igual que la comercialización de electrodomésticos y artículos del hogar. Esta dinámica encuentra su raíz en la pérdida de ingresos reales de los hogares argentinos, los cuales han sido afectados por una inflación anual que supera el 150% y una devaluación del peso frente al dólar que ha superado el 100%. Estos factores han llevado a una estimada caída del poder de compra del 8% solo en diciembre, aunque se esperan datos oficiales actualizados.
Los sectores más vulnerables, aquellos con menores recursos que destinan la mayor parte de sus ingresos a bienes esenciales, se encuentran entre los principales damnificados. En pequeños almacenes, las ventas han caído hasta un 50% en diciembre, y se anticipa una tendencia similar en los próximos meses. Las estaciones de servicios y el sector de la construcción también han experimentado descensos significativos, llegando a un 20%.
Aunque algunos empresarios expresan la esperanza de un posible rebote en el segundo semestre, las perspectivas para el año 2024 son mayormente desfavorables. El Gobierno ha anunciado un ajuste fiscal severo con recortes de gastos, lo que implica una reducción en la circulación de dinero y salarios públicos deprimidos. En este contexto, se espera que el consumo masivo y los bienes durables sean los más afectados.
Los analistas advierten que esta retracción podría agravar la recesión, especialmente dada la importancia del mercado interno como motor de la economía. Contener la caída del empleo y los salarios reales se convierte en un desafío crucial para mitigar el impacto social de esta crisis económica que amenaza con extenderse a lo largo del año. La incertidumbre prevalece, y la sociedad mira con preocupación hacia el futuro, esperando medidas que puedan aliviar la situación y sentar las bases para la recuperación económica.