Desmontes en el centro-norte provincial
La alarmante pérdida de bosques nativos en la provincia de Entre Ríos
Durante los últimos años, la provincia de Entre Ríos ha sido testigo de una preocupante pérdida de sus bosques nativos debido a los desmontes. Entre los años 2016 y 2020, se estima que se perdieron en promedio entre 2.300 y 3.500 hectáreas de bosques por año. Sin embargo, el año 2021 marcó un triste récord, con la pérdida de 9.024 hectáreas debido a la deforestación en Entre Ríos.
La zona más afectada por estos desmontes se encuentra en el centro-norte de la provincia, específicamente en los departamentos de Feliciano, La Paz y Federal. Estos datos alarmantes revelan una situación crítica que requiere una atención inmediata.
Lo más preocupante es que la cantidad de hectáreas desmontadas es mayor que las extensiones que son efectivamente sancionadas y fiscalizadas por los procedimientos oficiales. Esto indica que existe un problema de control y regulación en la provincia, lo que permite que los desmontes se lleven a cabo sin las medidas necesarias para su conservación.
El doctor Pablo Aceñolaza, Investigador del Conicet y profesor de Forestales de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), ha analizado esta situación y ha encontrado patrones interesantes. Según Aceñolaza, la tasa de desmonte no es lineal, sino que ocurre en pulsos. Estos pulsos están relacionados con el precio de la soja, uno de los principales cultivos de la región. Los momentos de mayor desmonte coinciden con épocas en las que el precio de la soja es elevado, lo que aumenta el interés por convertir tierras forestales en áreas cultivables. Por el contrario, cuando el precio de la soja disminuye, la tasa de desmonte también disminuye.
Sin embargo, el experto advierte sobre un aspecto que a menudo pasa desapercibido: la importancia de considerar las etapas intermedias del bosque nativo. El monte no debe ser visto simplemente como existente o inexistente, sino que pasa por procesos de recuperación de desmonte o degradación en montes que son parcialmente conservados. Esta degradación es mucho más difícil de detectar y evaluar que el desmonte en sí mismo. A diferencia de los desmontes, que pueden ser monitoreados con herramientas tecnológicas en tiempo casi real, es más complicado determinar el grado de degradación del monte, la extracción de leña, la pérdida de biomasa o vegetación, o la degradación causada por la carga excesiva ganadera o el mal uso del pasto.
Es esencial que las autoridades y la sociedad en su conjunto tomen conciencia de la importancia de conservar los bosques nativos en Entre Ríos. Estos ecosistemas albergan una gran biodiversidad y desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y la protección del suelo. Es necesario implementar políticas efectivas de control y fiscalización para detener la pérdida acelerada de bosques y promover su conservación. La preservación de estos recursos naturales no solo es un deber para las generaciones presentes, sino también para las futuras, que merecen heredar un entorno rico y equilibrado.
Herramientas tecnológicas
Si bien las tareas de desmontes siguen en varios sectores de la provincia, hay métodos que posee el Estado que buscan detectar (con la mayor prontitud posible) las talas. Sin embargo, coinciden distintos profesionales consultados que no siempre se llega a tiempo.
En cuanto a dispositivos tecnológicos, la Nación y la Provincia poseen herramientas de control y relevamiento del monte nativo. En tanto, desde el CONICET local también se está trabajando en un proyecto que, confían, pronto pueda estar funcionando.
Cantidad de hectáreas
El investigador explicó en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) que Entre Ríos posee 1,4 millones de hectáreas de monte denominado “Del Espinal”. “La tasa de deforestación o de pérdida constatada por Ambiente de la Nación, es de aproximadamente entre el 0,5 y 1 por ciento por año. Uno puede decir que es bajo, pero no lo es: En diez años es haber perdido entre el 5 y el 10 por ciento de lo que nos está quedando del monte nativo. Y, encima, lo que queda es monte que está degradado, y ahí se debe trabajar mucho”.
Traducido el cálculo al que hace referencia Aceñolaza, estaríamos hablando que Entre Ríos podría estar perdiendo más de 7 mil hectáreas de monte nativo por año.
Por su parte, la organización internacional Greenpeace (una de las entidades más respetadas en el mundo), publica en su informe 2022 sobre deforestación, un cuadro sobre “Pérdida de Tierras Forestales” en todas las provincias argentinas.
Dicho trabajo detalla que estos últimos años (de 2016 a 2020), se han perdido en promedio en nuestra provincia entre 2.300 y 3.500 hectáreas de bosques nativos por año. Y en 2021, la estadística hace un pico de 9.024 hectáreas perdidas por deforestación en Entre Ríos.
Problemas en el Estado
“El Estado muchas veces no tiene todas las herramientas. Posee una serie de problemas estructurales que no le permite llegar a tiempo y obtener un resultado final de evaluación que logre frenar un desmonte, o solicitar una recomposición del daño. Esto sucede porque hay poca gente en los entes gubernamentales, y porque esos entes no poseen una estructura de financiamiento que no le da autarquía y cuando esos entes necesitan recursos, les cuesta mucho”, indicó Aceñolaza al programa “Cuestión de Fondo”.
“En el momento que se produce un desmonte, hay que mover un vehículo de inmediato, llevar tres personas, contar con personal policial, un drone y demás herramientas que puedan obtener información que luego sea utilizada por la justicia para determinar si el daño ambiental fue ese o no. También sucede que hay miles de situaciones en las cuales se pudo comprobar que no hubo desmonte de bosque nativo”, explicó Aceñolaza.