Sociedad
Juegos y hamacas en las plazoletas
¿Le daremos esta vez el lugar que merecen estos espacios de esparcimiento y socialización?
Victoria.- Hace más de veinte años hicimos un relevamiento de plazas y juegos, advirtiendo que la mayoría de ellas recibían más atención de los vecinos que de la propia municipalidad. También se mantenían juegos antiquísimos y oxidados, algunos peligrosos por los materiales con los que estaban hechos, faltaba arena, y la poca que había la usaban los perros para sus necesidades, difícilmente ese entorno era saludable para niños. Las veredas tampoco estaban en condiciones, y en muchos casos era por el tipo de arbolado que se había decidido implantar en ellas. Eran espacios al aire libre, con mínimo mantenimiento y, sin embargo, para el barrio significaban un lugar donde pasar la tarde, caminar, compartir una charla, socializar.
Nunca en 20 años hubo un programa para recuperar las plazas y/o plazoletas, salvando algunas intervenciones mínimas en luminarias, no se las ve como el pulmón verde que son, su potencial de naturaleza y esparcimiento.
Entrado el nuevo milenio, hubo una escuela (la número 47) que se lo tomó personal, y es que su barrio no tenía plaza. El proyecto escolar incluyó un relevamiento, se reunieron firmas y la voz de la comunidad educativa llegó al Concejo. Esta inquietud conmovió a una vecina que llegó a donar un terreno para este fin. Porque nos importan las plazas, es evidente, pero no lo asumimos como una tarea global.
Los juegos hechos con material reciclado, generalmente plástico, generalmente llegan de acuerdos de comercialización que una misma planta de tratamiento de residuos está en condiciones de promover, y por eso, ya no se habla de basura sino de desechos sólidos urbanos. Así, aprovechando esas ventajas tecnológicas, hoy se pueden montar las llamadas plazas blandas, que además de seguridad para las niñeces, ofrecen un sinnúmero de alternativas para aprovechar, y así se ha intentado en algunas de ellas: se pueden ver algunos instalados en Moreno, Libertad (aunque también hay posadas sobre el espacio de recreación alcantarillas de cemento para simular un túnel), Barrio Abadía y Arenal; y en las plazoletas de la zona portuaria, como así también en el Bulevar Eva Perón, van mostrando que si los juegos están el resto lo hacen los chicos, sus familias, y allí suman los abuelos.
Recientemente Paralelo 32 pudo ver que retiraron una de las estructuras que soportaban tres hamacas, antiquísimas, y en malas condiciones, incluso con faltantes. Vemos al cierre de edición que están trabajando en el lugar, añadiendo lajas y otras ornamentaciones precisamente en ese lugar próximo al puerto, veremos si algo de esto que comentamos aquí se concreta, es un lugar por demás visitado, sobre todo los fines de semana, y sería un claro ejemplo del valor que damos a nuestros niños y sus entornos de juego, y diversión en movimiento, algo que tanto se reclama hoy por el uso y abuso de tanta pantalla.