Irritó a muchos televidentes del oeste entrerriano, el domingo a la noche, un especial llamado “La mansión que da miedo”, que emitió el canal TN a las 21.00 de ese día, dedicado a la búsqueda de enigmas e historias truculentas. Su conductor, Eddie Fitte, repitió con insistencia que se dirigía a visitar “El pueblo maldito”, mote que sus pobladores escucharon por primera vez y probablemente les quede por mucho tiempo, gracias a la de este buscador de historias que ha recibido premios internacionales por algunos de sus trabajos, al que esta vez le han vendido una ficción y compró. También lo caratuló “el pueblo al que nadie quiere ir”, entre otros disparates que se originan en el desconocimiento de su realidad.
El pueblo aludido era Tezanos Pintos, un pequeño pero antiguo caserío ubicado sobre la vieja ruta 131 a Paraná. Para darle más fuerza a su puesta en escena, el conductor insistió en que los colectivos y los trenes ya no van por allí por tratarse de un pueblo maldito. En todo caso lo llamaríamos un pueblo desafortunado, porque el asfalto pasó por otro lado y el tránsito de los colectivos se desvió por esa razón, y los trenes no pasan porque ese ramal (Paraná C. del Uruguay) fue uno de los miles cerrados por el gobierno de Menem en los años 90.
También un periodista de Crespo hizo sus aportes, señalando que hay allí una cantidad de casas abandonadas y no se sabe por qué se fueron sus habitantes. La cámara no las mostró, pero en cambio, cuando encontró a una joven del lugar para dialogar con ella, salió de una casa de edificación reciente.
Mientras el investigador Gustavo Fernández trataba de entusiasmar a Fitte insistiendo en que se hallaban en un pueblo encantado, en uno de los lugares más importantes para las experiencias paranormales, le dijo que estacionara donde quisiera porque por allí no pasa nadie. El conductor hizo una expresión como si ese dato le produjera escalofrío, pero en tres oportunidades no pudo apartar la cámara de los vehículos de productores de la zona que van y vienen regularmente por esos caminos.
“Tezanos Pintos es el pueblo maldito, como le llaman acá en Entre Ríos” (frase textual del conductor), sin embargo una joven entrevistada acababa de decir que ella estudia en la capital de la provincia, a 25 kilómetros de allí, y hasta su ingreso a la facultad ninguno de sus compañeros había oído hablar de Tezanos Pintos”.
Los habitantes de la región solo se hubiesen reído de tanta teoría indemostrable, de no haber sido por un error básico. No se puede motejar como maldito algo que no se conoce, y en el resto del territorio de Paraná Campaña solo lo conocemos por su nombre y sabemos que allí viven familias dedicadas a la producción y el trabajo, con costumbres campechanas, amables, sinceras, hospitalarias, y que este lugar como tantas pequeñas poblaciones rurales se fue despoblando por razones obvias. Es injusto ponerlos en esta situación y eso fue lo irritante.
Nunca fueron muchos habitantes, desde aquel almacén de Bairatti y algunas casas más en los años 60. Algunos prefieren vivir allí y otros eligieron hacerlo en la ciudad (principalmente Paraná) con el confort y las oportunidades que ésta ofrece. ¿Acaso hay que explicarlo habiendo en el país miles de pueblos rurales en igual situación, algunos no lejos de TP?
Fitte necesitaba un punch al final, era de noche y caminó en dirección a su automóvil, en el que se encendieron las luces de posición e interior, dijo a cámara que se encendieron solas, misteriosamente. Fue un truco poco favorable para una joven promesa como Fitte, en un mundo donde las puertas de los vehículos y sus luces de cortesía o de posición, se controlan a distancia. Pero es evidente que el hombre no podía regresar a Buenos Aires sin una historia.
En otro diálogo entre Fitte y un colega crespense, afirmaban que los habitantes de Tezanos Pintos “no quieren a los forasteros, tienen una actitud de negación, no quieren reconocer lo que pasa”. Lo más probable es que el buscador de historias no haya encontrado a uno solo que confirmara lo que le contó el Lic. Fernández y lo justificó de ese modo. Solo pudo hablar con una joven que tampoco avaló las historias paranormales, aunque sí las más carnales.
Bajo la presión de haber viajado y tener que mostrar un material más o menos verosímil para que no se le cayera la nota, podría haber aportado algo a la imaginación de los más supersticiosos, pero de ahí a llamarlo “pueblo maldito”, causa un daño que no merece una comarca bendecida por la fe y la bondad de sus habitantes.
Por Luis Jacobi
Qué mal!!!! cómo van a asegurar algo no comprobado? además no pueden decir que los pueblos de alrededor también son algo aterradores.
Tezanos Pintos es una parada obligada del evento anual 7 pueblos 7 iglesias en semana santa organizado por Cicloturismo Paraná, es la parada 6ª del mismo. Con muy buena gente y un lugar donde esta la gruta artificial. Muy mal lo de TN.
Parece que los opinantes no hubieron pisado el lugar, pues es malicioso agregar o quitar letras de la nominación del lugar… el cartel de la Estación reza “TEZANOS PINTO” y no «Tezanos Pintosssss», además este como otros tantos pueblos de la Argentina han sufrido el «CAMBIEMOS» desde 1955 por distintos motivos: para algunos la nueva traza del asfalto los dejo de lado, otros el cierre del ramal del FFCC los condeno al ostracismo, otros han pasado de ser un sector de minifundios prósperos a latifundio de explotación intensiva y privada donde hicieron desaparecer hasta el loro por cuestiones del «libre mercado», otros por razones políticas eliminaron los servicios esenciales escuelas, dispensarios de salud, etc. Hoy la economía globalizada tiende a empobrecer a muchos, para enriquecer a unos pocos… mira todo lo que se puede investigar en un periodismo serio o profesional vs un periodismo amarillo y falto de verdad.