Como emprendimiento constituyen una característica de las ciudades que crecen, ahorran esfuerzo para los que tienen una agenda apretada, a la vez que garantizan un buen resultado en cuestión de horas para hoteles, cabañas y otros rubros afines.
Los lavaderos pueden quitar algunas manchas de guardado; se los requiere para cobijas que pasaron largo tiempo guardadas; mantas delicadas y/o cubrecamas difíciles de lavar en el hogar; también les llevan ropa de los chicos que están estudiando fuera y caen con los bolsos repletos un viernes y se van los domingos.
En el caso de INDULAV, sus propietarios lo definen como un lavadero industrial de ropa que abrió sus puertas en julio del 2006 y rápidamente captó una importante cartera de clientes. A casi 17 años de prestar este servicio en Victoria, sostienen que su premisa es “cuidar la ropa de nuestros clientes como si fuera la nuestra”.
Para lograr su cometido, en INDULAV es central la utilización de productos de primera calidad, para un lavado óptimo y, además, que las prendas tengan una vida útil más prolongada.
A lo largo de estos años han incorporado lavadoras con capacidad de 20 a 110 kilos, para lo cual disponen de un sistema de dosificación totalmente automatizado, con fórmulas específicas de lavados, para lograr lavar grandes volúmenes de ropa en el día.
INDULAV, nace como un micro emprendimiento con el objetivo de atender hoteles, cabañas, complejos turísticos, restaurantes, servicios de catering, para luego incorporar lavandería de ropa familiar.
La atención personalizada es otro valor de la empresa que cuenta con promociones mensuales, que van rotando ya que también el precio intenta ser accesible y al alcance de la mayor cantidad de clientes posibles. “Brindamos un Servicio casi full time, por lo que la ropa se entrega limpia en el día”, mencionan sus propietarios.
Siempre aclaran que son un lavadero de ropa, no tintorería; “ya que muchas personas confunden nuestro oficio creyendo que podemos tratar cualquier tipo de manchas. Nosotros no lavamos a seco”.
En cada cambio de estación, por ejemplo de verano al otoño, o de otoño al invierno, aconsejan que toda la ropa de cama se guarde con un lavado previo, para evitar cualquier tipo de alergias.
Los acolchados, frazadas, cubrecamas, plumones, acumulan polvo, manchas que se fijan en los tejidos. Muchas personas tienen mascotas que dejan pelos, por lo que es aconsejable lavarlos dos veces al año, como mínimo, al igual que las almohadas y cortinas.
Los trajes y vestidos de fiestas, también deben guardarse con este proceso. Para evitar, por ejemplo, que la transpiración se fije en la tela y que adquiera olores innecesarios.
En el caso de los manteles, se utilizan distintos tipo de jabones líquidos y desmanchadores. Advierten no colocarlos húmedos en bolsas, porque una vez que el moho penetra en la tela, en la mayoría de los casos no sale.
A la hora de blanquear la ropa, hay que saber elegir con qué producto se lavará, porque el exceso de cloro, lavandina o blanqueador puede provocar el efecto contrario al que se desea.
Por todo ello, INDULAV ofrece como servicio: lavado- secado- doblado. planchado y perfumado. También, blanquean todo tipo de prendas y tratan algunos tipos de manchas. Lavan uniforme para empresas, escolares. Limpian trajes, sacos, camperas. Vestidos de fiestas, como así también Alfombras, y cortinas.
En marzo, con las clases, es habitual la demanda de blanqueo de guardapolvos y zapatillas, hecho que los tiene ocupados pero logran dar respuesta en el día a este servicio.
Contexto económico
Cuando les preguntamos cómo sobrevivieron a la situación económica, a la inflación con la variante de precios en los insumos en forma constante, y demás, respondieron: “Siempre decimos, que si sobrevivimos a la pandemia, teniendo una infraestructura de trabajo totalmente paralizada, todo es posible. Este trabajo es arduo, requiere de muchas horas de atención al público y en forma permanente. Estamos siempre a disposición… y atentos a cada demanda. Esta es la única manera que concebimos nuestro trabajo”.