Economía
Incertidumbre económica frena inversiones en el sector agropecuario argentino
La última medición del Índice de Confianza del Productor Argentino “Ag Barometer Austral”, elaborada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, expone la desconfianza que persiste en el sector agropecuario. Según el informe, el 61% de los productores no prevé invertir en activos fijos en los próximos 12 meses, afectando así uno de los componentes de la Demanda Agregada y, en consecuencia, la recuperación económica que el gobierno aspira a impulsar. La falta de financiamiento y su elevado costo son factores decisivos en esta reticencia a invertir, pese a la reducción de la inflación y la estabilidad cambiaria reciente.
Causas de la falta de inversión
El estudio muestra que la incertidumbre económica es la principal razón por la que los productores evitan las inversiones en activos fijos, con un 20% de los encuestados señalando esta variable. Otros factores incluyen la falta de financiamiento (20%), el alto costo del mismo (16%), la escasez de alternativas de inversión rentables (14%) y la desconfianza en el futuro del sector (12%).
Carlos Steiger, investigador de la Universidad Austral y director de la encuesta, destaca que “aunque las tasas de interés han bajado y se han abierto opciones de créditos en dólares, la baja rentabilidad esperada para la campaña 2024/25, sumada a la estabilidad de los derechos de exportación, desalienta las inversiones productivas”. Los precios internacionales poco favorables también juegan un papel clave en el desánimo de los productores.
Perspectivas de inversión de los productores
Entre los productores que sí planean invertir (un 35% de los encuestados), el 29% lo hará de forma individual. Las áreas de inversión más comunes incluyen maquinaria grande (42%), hacienda vacuna de cría (33%), tierra (23%) y otras maquinarias, como sembradoras y pulverizadoras (20%). No obstante, las condiciones climáticas adversas previstas para la campaña 2024/25 añaden más incertidumbre, con un 55% de los productores temiendo posibles problemas climatológicos que podrían impactar negativamente en los cultivos.
Otro aspecto relevante es que el 51% de los productores realiza sus actividades en campos arrendados, con un 76% de ellos señalando que el costo de los arrendamientos representa el 40% o más de sus costos totales, y un 48% reconoce que este gasto equivale al 50% o más de sus costos.
Caída de la confianza y expectativas a futuro
Septiembre de 2024 registró una caída en el índice de confianza de los productores, del 5% respecto a la medición anterior. Este descenso, el primero desde noviembre de 2022, afecta especialmente las expectativas futuras (que cayeron un 6%) mientras que la percepción de la situación actual bajó apenas un 1%.
Entre los factores que influyen en la disminución de la confianza, se destacan los precios futuros a la baja de la soja, previstos para mayo de 2025, y el aumento de la relación stock/consumo a nivel mundial. La soja experimentará un aumento de la superficie sembrada, mientras que la siembra de maíz, que tiene mejores perspectivas de rentabilidad, se verá reducida, limitando así las oportunidades de diversificación y rentabilidad para los productores.
El informe de la Universidad Austral advierte que, de no mediar adversidades climáticas, la campaña 2024/25 podría alcanzar una producción de 130 millones de toneladas, aunque con precios más bajos que en 2023/24. En este contexto, Steiger señala que los márgenes ajustados serán particularmente evidentes para la soja, el cultivo con mayor superficie sembrada, y advierte que las recientes lluvias de octubre podrían ser favorables para la siembra de maíz y mejorar el rendimiento del trigo, aunque aún es temprano para establecer un pronóstico definitivo.