¿Habrá desdoblamiento cambiario?
Finalmente terminó el mes de septiembre y con ello las buenas noticias que conllevó el denominado “dólar soja”. Ahora comienza una nueva etapa en este operativo “sobrevivamos”. Desde hace ya muchos años lo que se ha realizado en materia económica y financiera dista de ser lo correcto y, por supuesto, eso en algún momento debe ser pagado por alguien.
También es cierto que los gobernantes tratan de que no sea su gobierno el que tenga que hacerse cargo de todos esos errores anteriores y es ahí cuando en lugar de tomar las medidas correctivas para poder tener un “reinicio”, en realidad se toman medidas que puedan prolongar la agonía el mayor tiempo posible para no tener que pagar ese precio.
Algunas personas han dejado trascender que luego de la aprobación del presupuesto, podría darse un shock correctivo o “plan de estabilización”. En mi humilde opinión eso no va a ocurrir en este gobierno y por las razones mencionadas, aunque, claro está, nunca se puede descartar. Las voces en el sentido de un plan de ese tipo -al estilo plan austral- están sonando muy fuerte. Además, hay que tener en cuenta que para que se dé un plan de estabilización se debería contar con un apoyo de organismos internacionales mediante el ingreso de divisas que permitan cierta maniobrabilidad. Por otro lado, no habría ninguna garantía de éxito y la relación riesgo-beneficio a priori no parece ser muy buena, principalmente teniendo en cuenta que sólo queda un año en el mandato de las actuales autoridades gubernamentales.
Sin embargo, una instancia intermedia y no tan extremista, podría llegar a ser un desdoblamiento cambiario. Esto significa que se eliminen los cepos y que se empiecen a manejar dos tipos de dólares, por un lado, un “dólar comercial” para las operaciones de importación, exportación, prestamos de prefinanciación de exportaciones y para el uso del sector público en general; y un “dólar financiero” para todo lo demás. En teoría, si hubiera un cierto colchón de dólares de reservas podría funcionar al principio. Esto ya ocurrió en el pasado, y lo pudimos ver en octubre de 1987 (casualmente el mismo mes en que nos encontramos actualmente) en circunstancias también bastante complejas. Por supuesto que con el simple desdoblamiento no alcanza y se deben tomar medidas económicas adicionales, pero lo bueno de hacer un plan de este tipo es lo que les cuento al final del artículo. Dentro de las condiciones mínimas para realizar esto se destaca lo siguiente:
– Eliminar cepos al dólar
– El día anterior al plan hacer una fuerte devaluación del dólar oficial, no poner limites a la importaciones, las que estarán condicionadas por ese valor más elevado
– El BCRA solo debería intervenir en el dólar comercial y dejar libre el financiero.
– Fuerte suba de la tasa de interés para calmar al liberado dólar financiero Las experiencias en el desdoblamiento de tipo de cambio han sido MUY malas, pero lo bueno viene ahora: durante un BREVE tiempo podría resultar exitoso y eso haría que el gobierno llegue más o menos en condiciones a las próximas elecciones.