Hablemos de arbolado público
Victoria.- Entre tormenta y tormenta, además de los daños materiales se pierden decenas de especies arbóreas, algunas de ellas tan añejas que son difíciles de remover y permanecen allí semanas hasta que logran reducirlas.
La importancia del arbolado público en una ciudad que invierte en obra pública ya no se discute. Hubo un tiempo en que el llamado progreso arrasaba con las especies autóctonas, tal y como ocurrió con varias de nuestras colinas (hasta podríamos decir ocurre, porque en la histórica entrada de la Vieja Calera, no se nota que esta premisa se esté cumpliendo — N. de R.) donde el beneficio de los caminos e infraestructuras habitables, empujaba literalmente al suelo cualquier posibilidad de conservar añosos ejemplares.
Con las tormentas cada vez más fuertes, el borde costero fue perdiendo uno tras otro sus gigantes de marrón y verde vestimenta. Están los que resisten estoicos una embestida más, y otra, pero con cada episodio climático, aparecen otras tantas decenas de éstos, tendidos sobre el asfalto mientras los operarios de turno los cortan para dar paso y evitar accidentes. En su lugar, poco se hace, no se planta tanto como se pierde, eso es un hecho. Entonces, ¿es un tema de quién agarra la pala y empieza a mover la tierra?
Más allá que haya un programa ambiental y se canalice esta idea, en la práctica se secan por falta de mantención, son atacados por hormigas (otro problema grave sin solución aparente), se los roban, o como en estos días, si se intenta delimitar un lugar para que proliferen, el mismo ser humano avasalla ese límite e irrumpe con su cultura, su idiosincrasia y por qué no, su ignorancia.
Cuando hablamos de arbolado público, hay que decir que no somos la provincia más pionera ni mucho menos. Hay programas que alientan la plantación y ofrecen hasta recompensas económicas, la provincia de Mendoza fue una de éstas. Pero hace ya algunos años, desde este medio compartimos una cartilla donde la provincia de Tucumán tomaba la posta de este tema. Allí, a mediados del año 2000, no solamente se planteó y plantó, también se inventariaron especies, se catalogaron barrios donde era más importante esta iniciativa, hasta incluso se recomendaron o desalentaron unas u otras especies, según espacio disponible, cableado, construcciones, veredas y amplitud de calles.
En Tucumán, los árboles son Patrimonio de la Comunidad, pero eso no quita que si están muy frondosos y sus copas amenazan la circulación u otra actividad, no se puedan hacer podas controladas; además en este instructivo se muestra cómo hacerlo de forma segura. Pero la idea es que el arbolado se integre y conviva con los paseos, plazas, avenidas, de forma destacada y valorada por su pregnancia y beneficios. Tanto en verano por la sombra como su aporte a la oxigenación de lugares donde el número de vehículos per cápita es cada vez más importante.
Los llaman los pulmones verdes de las ciudades, sin embargo cuando el IAPV entrerriano proyecta barrios en Victoria, como en cualquier otro punto de la provincia, rara vez contempla esta variable como parte de su desarrollo.
Las intendencias se pelean por inaugurar obras a partir de grandes avenidas, destacando miles de calles de asfalto y hormigón, pero los árboles no van de la mano con estas proyecciones. Más bien, se colocan al final, tras revisar qué faltó.
Quejas de pozos y problemas en la circulación aparecen cada tanto, con las lluvias esos indicadores ‘saltan’ a la vista, pero son pocos los que reclaman árboles para su calle. Con veredas angostas y a priori casi imposibles para transitar por lo escalonado de algunas, los operarios de Enersa y Telecom— por mencionar dos servicios— se las arreglan para plantar postes y complicar aún más ese recorrido. ¿No se podría encarar la plantación de dos o más árboles por cuadra, Y en vez de convidar al vecino a que compre un sellado, se lo cobremos a lo largo del año como un extra de Tasas?
Ahora está en pleno desarrollo una obra de hormigón en el corazón del Tercer Cuartel, y los vecinos más allá de ponderar los tramos consolidados, también marcan el aumento considerable de la temperatura. Faltan árboles, no hay mucho para decir al respecto tampoco en este caso, y como se ensancharon las veredas, las excusas de ‘no planto por falta de lugar’ están demás. ¿Entonces?
Eso sí, al que plantó y el árbol avanza sobre su espacio con buena sombra, más de uno llega en su auto para tomar ese reparo por horas. Debería haber un plus de Estacionamiento Medido en zonas arboladas, para que ese vecino entienda que un árbol es un beneficio para la comunidad y no para los individuos. Ya que se habla tanto de los colectivos, y la importancia de visibilizarlos, un pensamiento colectivista sería más árboles por más aire puro para nuestra ciudad. Aquí todavía manejamos el acotado concepto de árbol-sombra. Sería bueno entonces, campañas de concientización, más porque algunas se motoricen en el presente, no alcanzan o no se diversifican, quizás como premio al vecino, al barrio, algo se nos va a ocurrir…espero.
En el inventario de especies verdes, amarillas y rojas (de menor a mayor tamaño y consecuente espacio para el follaje que demanda) en esta cartilla de Tucumán se mencionan:
Verde: Crespón, Tevetia, Naranjo agrio, Arrayán, Guarán, Paraíso, Ligustro variegado, Lapachillo.
Amarillas: Hovenia, Fresno americano, Liquidambar, Tarco, Lapacho rosado, Lapacho amarillo.
Rojas: Plátano, Ibirá pitá, Tipa, Pacará. Sobre el final, para no hacer tan extenso este detalle, la persona que acercó a uno de nuestros cronistas esta cartilla tucumana es porque en su momento estuvo allí y creyó oportuno compartir esa información útil más allá de su entorno.
No como crítica, ni en forma despectiva, sino como aporte, porque todos coincidimos, en mayor o menor medida, que Victoria está perdiendo ejemplares añejos y la recuperación no será rápida ni mucho menos; inclusive en los frentes donde hay árboles los propietarios deben invertir menos consumo energético para acondicionar sus hogares, allí además de salud hablamos de ahorro. Un Juez días atrás hizo lugar a un fallo que convalidó el Superior Tribunal de Justicia justamente sobre el tema arbolado, y la mencionó como preocupación latente ante nuestro medio. Así las cosas, tomemos referencia de alguna de estas arterias, quizás como puntapié de algo más importante, y por qué no: propongamos esta opción como parte del Presupuesto Participativo. O fomentemos la reunión de vecinos por ésta o la otra plaza, avenida, barrio, etc. que supo haber y ya es casi una rareza. Siempre se está a tiempo de dar una bocanada de aire fresco a esta ciudad donde sus atractivos más importantes son, precisamente, los paisajes y espacios al aire libre.