Adicciones
“Hablar de consumo responsable es incongruente, la solución es que no haya consumidores”
El consejero Raúl Bustos, que desarrolló una dinámica de prevención en 2010, se refirió a la felicidad y las cosas importantes de la vida.
Victoria.- Raúl Bustos vive actualmente en Concepción del Uruguay y es el director de una dinámica de prevención que desarrolló junto a unos colegas en 2010 en Buenos Aires. La dinámica aborda el consumo problemático de sustancias y comportamientos compulsivos. Ésta se desarrolla en tres etapas: universal (charla que evoluciona), asistida (dinámicas grupales para dialogar) e indicada (atender la demanda particular de cada uno).
El consejero en adicciones brindó una charla en la ciudad de Victoria. En el encuentro, habló sobre los modelos de felicidad, cómo funciona el cerebro y cuáles son las cosas importantes de la vida.
En diálogo con Paralelo 32, además de hablar de las sustancias, dijo que las actuales adicciones a la pornografía, las redes sociales y los videojuegos son igual de peligrosas en el sentido que son mecanismos de evasión que en un momento se transforman en un mecanismo de subsistencia enfermo que no dejan una alternativa posible dentro de un esquema de pensamiento. “Las personas que dependen de una sustancia o de un comportamiento caen en un estado depresivo. Pero ¿qué es la depresión? Son tres ideas falsas: no sirvo para nada, no tengo futuro, me quiero morir”, dijo.
Remarcó que es muy importante generar espacios donde los chicos, los jóvenes y los adultos puedan encontrarse para hablar. En este sentido, destacó la importancia de un trabajo en red.
Modelos de felicidad
En su charla, el consejero en adicciones se refirió a los modelos de felicidad hedonista, nihilista y la felicidad independiente; dijo que el modelo hedonista es ser feliz ahora, no importa el mañana, y señaló que de esa forma no se alcanza la felicidad; también, contrapuso este modelo con el nihilista, que explicó es el del sacrificio para un mañana, pero también señaló incongruencias en este modelo; finalmente se refirió al que él defiende: la felicidad independiente.
La felicidad independiente, explicó Bustos, tiene cuatro patas, como una mesa. La primera pata es la física: implica realizar actividad física todos los días por lo menos durante una hora. “Si yo te diera este celular y te dijera que va a ser el único que vas a tener para toda la vida, ¿vos qué harías?”, preguntó a uno de los estudiantes que escuchaba atentamente. “Lo cuidaría”, dijo el joven. “Bien, sólo tenés un cuerpo por el resto de tu vida”, remató el consejero.
La segunda pata es la mental. En ésta hay que alimentar la mente a diario, por lo menos durante 20 minutos. La pata mental es “darle de comer a la cabeza”. Aprender algo, leer.
La tercera pata es la emocional. “Emoción quiere decir energía en movimiento”, dijo. “Tengo que encontrar la forma de canalizar sanamente mis emociones a través del arte, por ejemplo”.
La cuarta pata es la espiritual. Ésta no tiene nada que ver con cuestiones teológicas ni doctrinales. “Es la foto que vemos todas las noches y que buscamos cumplir”, explicó. “Es el espíritu que nos mueve”, añadió.
Concluyó el desarrollo de los modelos de felicidad diciendo que lo más importante en la vida es cómo nos relacionamos con el otro, es la misericordia, nuestro ser a través del corazón. “Vivimos en un guiso que no tiene gusto a nada, pero con un par de puñados de sal que le agreguemos, le damos gusto”, finalizó.
La pesca del tiburón
“A esta charla la llamo la pesca del tiburón, cuando el pescador lanza el arpón, deja que se vaya el tiburón y cuando se desangra lo trae. En el caso de la charla, hay muchos que sienten los resultados inmediatos, pero también están los que sintieron el arpón y, cuando les pasa algo, recuerdan algo que escucharon en la dinámica y se animan a pedir ayuda”, ejemplifica Bustos en diálogo con Paralelo 32.
Por otro lado, argumentó: “Hay gente que al abordar el tema habla de «consumo responsable». Esto es perverso porque ¿¡cómo vas a consumir estupefacientes responsablemente!? Es como decir: «Voy a ser un estúpido responsable». Es una incongruencia. Además, si queremos hablar de «consumo recreativo», en los menores de 18 años no existe esa posibilidad legalmente”.
Por último, enfatizó: “Hay un negocio tan perverso detrás que la única forma de resolver el problema es que no haya consumidores. La forma es lograr que no haya consumidores”.