Francisco Canoza, con el deseo de revertir lo de la temporada pasada
Tener sentido de pertenencia por algo, no es fácil. Lleva un proceso el poder lograr esto. Generalmente se toma este tipo de sentimiento por aquellas cosas que a uno le han dado alegrías, es la circunstancia de formar parte de un grupo o de una institución. Es el caso de Francisco Canoza, uno de los jóvenes jugadores del plantel de Primera de la Asociación Deportiva y Cultural, que ha sido, entre otros, de los que demostró ese sentido de pertenencia por el Celeste.
Nació con la pelota de fútbol abajo del pie. A los 4 años ya comenzó a disfrutar de este deporte, siempre con los colores de “Cultu”. Formó parte de la recordada categoría 98, la cual tuvo grandes jugadores que hoy están en la máxima división de ADyC, dándole un sinfín de campeonatos ganados a la institución. A los 13 comenzó a viajar a Buenos Aires, donde tuvo entrenamientos con Racing Club de Avellaneda, disputando un torneo con la “Academia”. A los 17 llegó su debut en el club de sus amores, bajo el mando de Hernán Heinze.
Luego del paso a Paraná Campaña, la gran temporada para Cultural fue en el 2017, donde cayó en cuartos de final con Arsenal de Viale a pesar de haber demostrado un juego visible y con argumentos. Y el principal conductor de los hilos de ese equipo era Canoza.
En 2018 sufrió una fuerte lesión que lo mantuvo parado hasta el año pasado, donde volvió, un poco apurado, pero con el objetivo de darle una mano al club que no estaba pasando por un buen momento deportivo. Este año, con la llegada del nuevo cuerpo técnico, “Francisquito”, como lo apoda Raúl Dipangracio, tiene el objetivo junto a sus compañeros de cambiar la imagen de la temporada pasada.
-¿Cómo llevas la cuarentena sin poder entrenar ni jugar?
– La llevo tranquilo, personalmente tengo la suerte de poder ir trabajar y salir un poco del encierro. Aprovecho para pasarlo en familia, porque en otros momentos tal vez uno no está tan presente porque no tiene tiempo. Nuestro Preparador Físico se encargó de hacer una rutina individual, acorde al espacio que tiene cada uno y con los instrumentos que cuenta, tratamos de mantenernos para volver de la mejor manera posible. Prácticamente son los mismos ejercicios, pero no con la misma intensidad con la que veníamos trabajando obviamente.
-¿Fue complicado parar a unos días del comienzo del campeonato?
– Cuesta mucho, porque nosotros entrenábamos casi todos los días, teníamos cuerpo técnico nuevo y estábamos con la ansiedad de comenzar el torneo. Porque sinceramente sufrimos mucho el año pasado, nos pegó muy duro el campeonato que hicimos, y queremos mostrar otra cara.
-¿Cómo cayó la llegada del nuevo cuerpo técnico?
– Se renovaron un montón de cosas; las esperanzas, las ganas, la responsabilidad. “Dipa” es un profesional. Es muy buena su manera de entrenar, de ver las cosas, de comunicarse y nosotros vamos a tratar de aprovecharlo y disfrutarlo.
-¿Hay un objetivo en particular?
– No hay uno en especial, sí tenemos aspiraciones a ser protagonistas y llevar al club lo más arriba posible. Este cuerpo técnico llegó justamente con la idea de motivarnos para estar siempre un paso más adelante.
-¿Cómo te sentís físicamente?
– De a poco me voy sintiendo mejor. La temporada pasada volví apurado, pero sé que el club lo necesitaba. Ahora que estaba completando la pretemporada, logré hacerla a la par de todos. El ritmo futbolístico sé que va a volver con el correr de los partidos. Estoy muy contento por la evolución.
-¿Costó reponerse de esa lesión?
– Sí. Me cayó muy mal, me costó muchísimo levantarme. Tuve ganas de tirar todo, pero mi familia, que es el pilar fundamental, me ayudó a seguir.
-¿Te favorece el sistema de juego actual?
– No sé si el sistema de juego me favorece mucho, porque Raúl quiere un cinco retrasado, y a mí me cuesta mucho eso. Pero para donde él me necesite yo voy a estar dispuesto a jugar, siempre que sea para ayudar al equipo, estoy disponible.
-¿Se está armando un buen grupo?
– Sí, volvieron muchos de los chicos que no estaban en el club, y eso me alegra un montón. Es lindo que se motiven a regresar y más que nada porque el trabajo que se está haciendo en el club es impresionante. Se trajo un cuerpo técnico de nivel y se realizaron un montón de cosas en la cancha. Es imposible así que el jugador no se sienta contenido; todo lo contrario, nos sentimos muy cómodos.
-¿Fue complicada la temporada pasada?
– Costó muchísimo el año pasado. A todos nos dolió esa temporada. Pasamos muchas cosas feas, nos tuvimos que aguantar comentarios feos. Cuando se va Hernán Heinze, el fin de semana siguiente nos tocó jugar contra Arsenal que venía puntero y terminamos ganando. Pero nos fuimos con bronca, no lo disfrutamos, largamos todo eso que teníamos adentro. Nos tiraron muchos comentarios “mala leche”, y después de ganar ese partido, vinieron más de este tipo de comentarios, como insinuando que nosotros le habías hecho la “cama” al cuerpo técnico.
-¿Qué fue lo que más les dolió?
– Hay cierta gente que no sé si no lo ve, o no lo siente como nosotros. Pero entrenamos durante toda la semana sin cobrar un peso, porque no lo hacemos con ese fin, lo hacemos con el objetivo de representar al club, y no vamos a ir el domingo a querer perder; pero entiendo que desde afuera es fácil opinar.
-¿Qué recuerdos te quedan de la categoría ‘98?
– Esa categoría era una maquinita. Afortunadamente les dimos muchos títulos a la institución, ganábamos todo lo que jugábamos. Es raro que muchos jugadores de una misma camada lleguen a jugar en Primera División del club y la ’98 lo logró, porque somos 5 o 6 los que estamos en el plantel superior.
-¿Qué te dejó el paso por Racing?
– El nivel y la exigencia era otra. A mí me tocó jugar un campeonato con ellos y ya representar a una institución como Racing, significa tener otro comportamiento y otra manera de manejarse con la gente. Tenes que ser profesional aunque seas un nene, tanto adentro como afuera de la cancha.