Una entrerriana en la Antártida
Florencia Jauregui, fue la primera mujer civil y bioingeniera en vivir un año en la Antártida
María Florencia Jauregui, de 35 años, nacida en Concordia y bioingeniera egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), ha recorrido un camino profesional y personal que la convierte en un referente indiscutible para mujeres en la ciencia y la ingeniería. Su carrera, marcada por la innovación y la aventura, incluye una etapa en Buenos Aires trabajando para una empresa internacional de productos y servicios médicos, y actualmente reside en España, donde lidera una unidad de ventas de equipamiento industrial para una firma multinacional.
Desde Concordia a Oro Verde: El inicio de un sueño
Florencia vivió en Concordia hasta los 18 años, momento en que se mudó a Oro Verde para estudiar Bioingeniería en la UNER. Aunque esta no era su primera opción, encontró en esta carrera la combinación perfecta entre su pasión por la medicina y la ingeniería. “Desde pequeña quería estudiar Medicina Forense, inspirada por un programa de Discovery Channel llamado Detectives Médicos”, recuerda Florencia. Sin embargo, al evaluar sus opciones, un folleto sobre Bioingeniería captó su interés y decidió seguir este camino.
Ingresó a la carrera en 2007 y desde entonces, la Facultad le brindó diversas oportunidades, desde becas y residencias universitarias hasta experiencias en investigación y congresos. “Las posiciones laborales que más valoro se gestaron en la Facultad”, destaca Florencia.
Una carrera profesional de alcance internacional
Uno de sus primeros trabajos relevantes fue en Fresenius Medical Care. “En una clase nos llevaron a recorrer un centro de diálisis de Fresenius en Paraná, donde terminé trabajando algunos años después”, menciona.
Desde 2023, Florencia vive en Barcelona con su pareja y trabaja para el grupo multinacional alemán GEA, siendo Responsable Comercial de Homogeneización para España y Portugal. Aunque extraña el ámbito sanitario, valora su actual posición que combina aspectos técnicos y comerciales.
Antártida: Una experiencia única
Pero sin duda, su experiencia más extraordinaria tuvo lugar en otro continente: la Antártida. Con apenas 24 años, Florencia se convirtió en la primera mujer civil en pasar un año en la Base Marambio. Allí cumplió una función crucial en el Laboratorio Multidisciplinario Antártico. “Fue una experiencia única”, afirma Florencia, destacando su papel como pionera para futuras generaciones de mujeres científicas.
Todo comenzó cuando, en un encuentro de graduados, un colega habló sobre su campaña en la Antártida. Desde ese momento, Florencia se propuso participar en una misión similar. Aunque inicialmente se encontró con resistencia debido a su género, persistió y logró ser aceptada en una de las convocatorias de la Cancillería. “Me costó convencerlos de que podía hacerlo, pero finalmente me aceptaron”, relata.
Durante su estancia en la base, Florencia se encargó del funcionamiento de los equipamientos y de la recolección de datos. “Era un trabajo sencillo, pero mi caso serviría de referencia para futuras mujeres”, explica.
Un legado para las futuras generaciones
Su desempeño en la Antártida fue un éxito y abrió camino para que más mujeres participen en misiones científicas de largo plazo. “Es un orgullo que ahora las mujeres no tengan que demostrar tanto para acceder a estas responsabilidades”, resalta.
Florencia invita a naturalizar el protagonismo de las mujeres en ámbitos tradicionalmente dominados por hombres. “No tuve ningún problema por ser mujer. Invito a las mujeres jóvenes y niñas a involucrarse en estos rubros siempre que lo deseen”, concluye.