Finalmente se reveló qué opina la reina Isabel II de The Crown, la serie de Netflix que retrata su vida
La reina Isabel II está muy entusiasmada con la serie que cuenta parte de su vida. En la ficción The Crown, producida por Netflix y estrenada en noviembre del año pasado, se cuenta su juventud a partir de su casamiento a finales de los años cuarenta. En las siguientes temporadas, la historia seguirá hasta el presente, pasando por los turbulentos años de Lady Di, su divorcio de Carlos de Inglaterra, y la aparición en la corona de la nueva mujer del heredero, Camilla Parker-Bowles. Mucho se especuló acerca de si la familia Windsor veía la serie y si estaría molesta con el tratamiento de su propia historia. Es que la casa real británica suele ser muy hermética y ha intentado controlar -sin mucho éxito- la difusión de su intimidad en la prensa.
Pero según el diario británico Sunday Express , una fuente muy cercana a la familia real confirmó que la Reina no solo miró con atención la primera temporada completa sino que además la aprobó: «Felizmente, a ella le gustó mucho, a pesar de notar que la reconstrucción de ciertos pasajes le parecieron demasiado dramatizados».
La figura de la realeza que sí confesó públicamente su entusiasmo por la serie fue la princesa Eugenia, nieta de Elizabeth II, cuando hace pocos días en una conferencia de prensa en Londres habló sobre el fenómeno de The Crown: «está filmada de manera hermosa, y su música es maravillosa. La historia es preciosa y me siento muy orgullosa de poder verla».
Al parecer, la ficción consiguió contentar al público más difícil: sus propios protagonistas.
The Crown
La serie explora la vida íntima de la reina Isabel, la mujer al mando de la centenaria institución británica que muchos aseguran nunca quiso asumir dicho rol, pero que se vio obligada por las circunstancias de la vida a hacerse responsable de cargar con el enorme peso, tanto simbólico como real, de la corona.
Isabel tenía sólo 25 años cuando su padre, el rey Jorge VI, murió por un coágulo de sangre en su corazón mientras dormía, noticia que la encontró de visita oficial en Kenia junto a su marido el príncipe Felipe. Fue allí donde ella se convirtió instantáneamente en una de las mujeres más poderosas del planeta, aun hoy, 65 años después y con 90 años, continúa en el poder convertida en la monarca de mayor duración en su cargo.
Los productores del show de Netflix aseguran que el foco siempre ha estado puesto en mostrar la estrategia adoptada por la reina, quien siempre supeditó el destaque de la monarquía por sobre el de la monarca. Desde muy temprana, Isabel se caracterizó por su bajísimo perfil y sus gustos sencillos, con una predilección más por la vida en el campo rodeada de animales que por las fastuosas fiestas reales donde otros aristócratas preferían pasar su tiempo.
Su matrimonio con el príncipe Felipe cumplió 69 años en noviembre pasado, y miembros del círculo íntimo aseguran que Isabel ha estado enamorada del antiguo oficial naval toda su vida. Los historiadores que colaboraron en la narrativa de The Crown aseguran que uno de los grandes logros iniciales de Isabel ha sido el poder casarse con quien ella realmente quería, a pesar de todo el proceso aprobatorio que debió atravesar el monarca nacido en el seno de las familias reales de Grecia y Dinamarca.
Al igual que todo matrimonio, a la largo de los años existieron tensiones en una pareja inusual donde la figura femenina opacaba a la masculina, en una época en la cual esto no era moneda corriente, y que, para colmo de males, ella nunca tomó su apellido.
El apuesto hombre de origen militar tuvo, a diferencia de su esposa, un nutrido pasado romántico antes de casarse, pero más allá de rumores de infidelidad, es al día de hoy un pilar fundamental para la reina y han sobrevivido al igual que cualquier pareja plebeya el paso de la etapa romántica llena de entusiasmo a la realidad de la rutina, por más que su rutina diste de ser típica.
Uno de los personajes que más se destacan en la serie de Netflix es el de el primer ministro Winston Churchill encarnado de manera magistral por John Lithgow, quien supo guiar a la reina en el difícil camino inicial que tuvo que atravesar para convertirse en monarca a tan temprana edad.
Muchos aseguran que el carismático líder fue una figura paternal para Isabel, hasta que por problemas de salud y una resistencia a ceder el poder se terminaron alejando, pero sin perder nunca el enorme respeto mutuo que se tenían.
Los historiadores aseguran que Churchill realmente la adoraba y que la reina se ganó su respeto inmediatamente, tal vez en parte debido a la relación que el mandatario tenía con su padre y la responsabilidad que seguramente sintió de moldear a Isabel ante su ausencia.
Sin lugar a dudas uno de los más grandes escándalos que involucraron a la corona británica, mucho antes del tormentoso divorcio del príncipe Carlos y Lady Di, fue el que protagonizaron el rey Eduardo VIII obligado a abdicar el trono hace 80 años para poder convivir con el amor de su vida, la estadounidense divorciada Wallis Simpson.
A pesar de lo que muchos calificaron como una traición imperdonable, Isabel siempre tuvo una relación muy cercana con su tío, y en varias oportunidades a lo largo de la serie se puede ver cómo recurría a él para que la guiara en la toma de decisiones.
Es particularmente uno de los puntos más discutidos por los historiadores, quienes aseguran que en la vida real, tanto Isabel como su familia apartaron completamente a Eduardo, quien no habría cumplido un rol importante dentro de la familia real desde su abdicación.
Así como la reina Isabel siempre mantuvo un bajo perfil, su hermana, la princesa Margarita se destacó desde el primer momento por un comportamiento completamente opuesto, algo que se ve reflejado a través de su irreverente personaje, interpretado por Vanessa Kirby.
Al igual que su hermana, se enamoró del hombre menos indicado, pero no logró tener el final feliz que deseaba como sí lo hizo la reina. El capitán Peter Townsend fue el objeto de su afecto desde muy temprana edad, un hombre mayor que ella y divorciado que nunca fue aprobado por el círculo íntimo o miembros del Parlamento para sumarse a la familia real.
El dilema entre ser leal a la promesas hechas a su hermana y mantenerse fiel a su rol como reina es explorado en profundidad en The Crown, tal vez uno de los aspectos más románticos de la serie, donde se puede ver cómo a pesar del apoyo popular y mediático, finalmente el peso de la corona pudo más sobre las decisiones emocionales de algunos de sus miembros.
La grabación de la segunda temporada de The Crown se encuentra en curso y se espera que tenga fecha de estreno aproximada para noviembre de 2017, con el foco puesto en la vida del príncipe Felipe y la crianza de su heredero, el príncipe Carlos.
La Gran Bretaña de fines de los sesenta atravesó radicales cambios que marcaron el fin del mundo postimperialista, y la llegada del modernismo y el desprecio por la división de clases serán evidentes en la nueva temporada.
Se espera que los actores actuales sean reemplazados por un elenco completamente nuevo para la tercera temporada, el cual reflejará otro momento generacional y la esperada llegada de Lady Di a la narrativa, que promete mantenerse como un producto de seguimiento obligado, en un contexto televisivo donde la oferta es cada vez más nutrida para el beneficio de la audiencia.