Ministerio Público Fiscal
Finalizó la condena de la ex superiora de Las Carmelitas
La denuncia se realizó en 2016 y derivó en un allanamiento al convento • La justicia dictó condena en el año 2020 y consideró la avanzada edad de la religiosa.
Nogoyá.- Ocho años pasaron del amanecer del 25 de agosto de 2016 cuando la ciudad se vio conmovida por un insólito allanamiento que se realizaba en el convento de las Hermanas Carmelitas con un despliegue policial que alteró el habitual ambiente de tranquilidad que rodeaba al complejo religioso ubicado en la zona sur de nuestra ciudad.
Con el correr de las horas de esa jornada, se supo que dos internas del convento denunciaron ante la justicia a la madre superiora del convento por privación ilegitima de la libertad y dando a conocer numerosas torturas que sufrieron mientras fueron integrantes de la congregación.
Pasó mucha agua bajo el puente, al punto de que el pasado 23 de agosto, Luisa Toledo, ex priora del convento terminó de cumplir la pena de tres años de prisión por hallarse culpable según el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay, que la condenó por el delito de privación ilegítima de la libertad en perjuicio de las ex carmelitas Silvia Albarenque y Roxana Peña.
Según los testimonios que se brindaron a la causa, la superiora impidió en reiteradas ocasiones la salida voluntaria del convento de las denunciantes y a cambio, las sometió a torturas, violencia verbal y psicológicas que no estaban establecidas en el reglamente de la congregación.
Si bien el Ministerio Público Fiscal había pedido en su momento, seis años de prisión, el tribunal morigeró la pena por la edad avanzada edad de Toledo, su estado de salud y el hecho de haber vivido casi toda su vida enclaustrada en un convento.
Pese a ello, los jueces no dieron lugar a los argumentos de la defensa y estableció como probados los hechos de las denunciantes, definiendo que el convento era considerado una cárcel. Tenía cámaras de seguridad, cerco perimetral con alambre de púa, puertas cerradas y vigilancia permanente en caso de que las religiosas recibieran visitas.
La condena que cumplió Luisa Toledo fue por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada bajo la utilización de violencia y amenazas.
Un año después de haber caído en prisión, la ex priora del Monasterio de la Preciosísima Sangre y de Nuestra Señora del Carmen de Nogoyá, la monja carmelita Luisa Toledo, recuperó la libertad, aunque en forma condicional. La decisión la adoptó el juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú, Caros Alfredo Rossi.
El 5 de julio de 2020, la monja Luisa Ester Toledo, expriora del convento carmelita de Nogoyá, fue condenada a la pena de 3 años de prisión de cumplimiento efectivo en la Unidad Penal N° 6 de Paraná. El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay la halló culpable del delito de privación ilegítima de la libertad en perjuicio de las excarmelitas Silvia Albarenque y Roxana Peña, a quienes durante años impidió la salida del Carmelo, y a las que sometió a la aplicación de violencia, amenazas y tormentos que no estaban establecidos en las constituciones de la orden religiosa.
Pero recién el 25 de agosto de 2021, la religiosa fue llevada a la Unidad Penal N° 6 de Paraná, a partir de una decisión que adoptó el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay. Toledo, que mientras fue priora de las carmelitas descalzas en Nogoyá fungió su rol como María Isabel de la Santísima Trinidad, fue la primera religiosa que terminó condenada y en la cárcel. Fue luego de quedar firme aquella condena de primera instancia.
El miércoles 18 de agosto de 2021 la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) denegó el recuso extraordinario federal presentado por los defensores de la monja, Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli. En su voto, el vocal Daniel Carubia sostuvo que “es evidente que el recurso extraordinario así intentado se revela palmariamente inadmisible y debe denegarse su concesión”, posición que compartieron Miguel Giorgio y Claudia Mizawak. De ese modo, el alto cuerpo rechazó la vía de recurrir el fallo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El 4 de junio del año último, la misma Sala había rechazado un recurso de queja presentado por los defensores de la religiosa.
El jueves 8 de septiembre de 2022, el juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú -el mismo que en 2018 fue sometido a un proceso de jury, acusado de mal desempeño al haber otorgado la libertad de Sebastián Wagner, autor del femicidio de Micaela García, en Gualeguay, hecho ocurrido en 2017, del cual pudo zafar y retomar su función- firmó la resolución que otorgó la libertad condicional a la monja carmelita, detalló Analisis Digital, medio provincial que fue parte de la denuncia inicial.
La libertad condicional fue otorgada bajo las siguientes reglas de conducta: fijar residencia en la sede de la Congregación Hijas de San José, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires; desempeñar una actividad laboral o profesional de conformidad a su capacidad y/o conocimiento o bien capacitarse cursando los estudios pertinentes”; encomendó además al Patronato de Liberados de la Provincia de Buenos Aires a efectuar un control sobre la religiosa en forma bimestral; y además notificó a las dos víctimas denunciantes de la religiosa.