Fin de un ciclo administrando más de 30 grupos de WhatsApp
Victoria.- Durante seis años administró más de 30 grupos de WhatsApp, pero llegó el día en que dijo “¡hasta acá ladies and gentlemans!”, Rober Deanriv, como se lo podía encontrar en las redes sociales, brindaba un servicio que involucró desde alquileres, ofertas, compra–venta, a noticias. En esta red social que tanto auge ha tenido durante la pandemia compartió notas evitando utilizar los enlaces, hecho que permitía el ahorro de datos, y en muchos casos, era una referencia de novedades en tiempo real.
Así las cosas, sonaba la sirena de bomberos o la policía estaba de operativo en algún barrio y los mismos usuarios hacían saber sus inquietudes, también opiniones de las más diversas, algunas de las cuales llegaron a la censura, pero en general había cierta regulación, lo mismo que en los posteos para que los grupos no se desviaran de su idea original.
Lo cierto es que esta dinámica de permanencia y vigilancia tácita obligaba a los administradores a estar muy atentos al hilo de comentarios o novedades, representando un home office no remunerado, y agobiante por momentos, ya que la lógica de consultas o requerimientos hacía que alguien con una necesidad preguntara a la hora que le surgía el problema, recibiendo respuestas tanto de los que administraban el espacio virtual como de otros usuarios. Un entorno colaborativo con todas las letras.
Rober comentó cierta vez a Paralelo 32 que comenzó con esta tarea luego de sufrir un accidente que lo afectó físicamente en una de sus manos. Frente a las lesiones que sufrió por una descarga eléctrica estuvo en riesgo su vida, circunstancia que logró sobrellevar de forma casi milagrosa hecho en el que destacó una cadena de oración que se hizo oportunamente. Ante esta suerte de señal, nuestro entrevistado empezó a brindar esta ayuda desde los grupos como forma de retribución.
Pero hace poco menos de dos semanas, este servidor de novedades les avisó a los integrantes de todos sus grupos que se había cumplido un ciclo, y era tiempo de “iniciar otros proyectos en 2022”, palabras más o menos, Rober ofreció la posta a Yanina Colman, quien había contribuido con ese proceso de creación, y ella sigue difundiendo novedades.
En este tintero virtual quedan esos cuatro grupos de noticias que Rober supo ‘alimentar’ difundiendo farmacias de turno, teléfonos de profesionales, oficios, atención de especialidades en el hospital, fechas de cobro, etc. al tiempo que también se ocupara de replicar gacetillas oficiales municipales, noticias policiales, extraídas de sitios colegas, del ámbito internacional, nacional, provincial y local.
Fue un adiós que nos parece oportuno mencionar ya que en más de una oportunidad nos permitió analizar el fenómeno de los grupos de WhatsApp, su crecimiento, y ahora seguramente continuará con su labor de alquiler de propiedades, que es su ingreso principal.
“Es una decisión personal”, reafirmó cuando lo consultamos en estos días, y añadió: “no podía dejar en manos de cualquiera ese espacio, que además tenía mi número como creador de algunos grupos. Acordé con Yanina que aquellos donde ella tuvo participación y/o creó, los seguirá, y otra cuestión que pasa es que uno no puede ser arte y parte, por mi rubro de alquileres, muchas veces debía borrar algunos clientes por sobrepasarse o no atenerse a las reglas que un trata de imponer para que el trabajo se haga con seriedad”.
Rober reconoció además que no tiene ese tiempo que merece este tipo de carga en los distintos grupos, donde por la cantidad de participantes que admite (algo más de 270), se vio obligado a crear cuatro de noticias, que en números serían más de 1.000 personas, y si bien no todas interactuaban, cuando se daba cierto intercambio, había que seguirlo para constatar qué temática se abordaba.
Intentó cambiar a Telegram, por la cantidad de personas que admite, incluso permite publicidad, pero no tuvo cuórum, y eso también tiene incidencia en su decisión. Seguramente aquel que administre uno o dos grupos sabrá a lo que nos referimos. Compartir noticias o novedades no es tan engorroso como responder consultas o inquietudes de los participantes. Extrapolemos eso a más de 30 y seguramente nos ocupará preciado tiempo.
“Voy a extrañar los grupos de noticias, más que nada. En otros estaré como participante, pero no administraré ninguno más. Me voy a dedicar a un proyecto personal, y no tengo margen de tiempo, a algunos les habré caído mejor que a otros, pero lo hice con responsabilidad y seriedad”. Más adelante amplió: “Los grupos son complicados, tenés que ser democrático, no podés saber qué piensa el otro hasta que lo escribe (o envía audio), hay que moderar, en definitiva todo es tiempo”.