Fin de la era de la gasolina con plomo
Luego de una campaña de 19 años liderada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), llega a su fin la utilización de plomo como aditivo en los carburantes.
El uso de la gasolina con plomo llegó a su fin en todo el mundo luego de que este combustible altamente contaminante se dejara de ofrecer en las estaciones de servicio de Argelia en julio pasado, último país que adoptó la prohibición. En la década de 1980, la mayoría de los países de ingresos altos habían prohibido el uso de la gasolina con plomo. En 2002, casi todos los países de ingresos bajos y medianos todavía la utilizaban.
Este hito global se alcanza tras una campaña de casi dos décadas de la ‘Alianza para combustibles y vehículos limpios’ liderada por el PNUMA desde 2002. Desde 1922, la adición de tetraetilo de plomo a la gasolina con el fin de mejorar el rendimiento de los motores se ha convertido en una catástrofe para el medio ambiente y la salud pública
La gasolina con plomo causa enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer, afecta el desarrollo del cerebro humano, especialmente de los niños. Estudios sugieren que la exposición a este contaminante puede reducir el coeficiente intelectual (CI) entre 5 y 10 puntos. Se ha estimado que prohibir su uso evita más de 1,2 millones de muertes prematuras al año, aumenta el CI de los niños, reduce las tasas de delincuencia e implica ahorros de hasta 2,45 billones de dólares para la economía mundial. La erradicación mundial del uso de la gasolina con plomo se logró este año, luego de que este peligroso metal contaminara el aire, el polvo, el suelo, el agua potable y los cultivos alimentarios durante la mayor parte de un siglo.