Feli Porto nos cuenta cómo es su nueva vida en Torre del Mar
Crespo.- Buscar oportunidades lejos de la Argentina es un tema de conversación cada vez más común entre los jóvenes, y a veces no tan jóvenes. Progresar en el estudio, cumplir sueños o simplemente vivir la experiencia, son los motivos principales en los que coinciden la mayoría que ya no están en nuestro país.
España, en este caso Torre del Mar (a 30km de Málaga) fue el destino elegido por Felipe Porto, un crespense de 27 años que hace seis meses cargó sus valijas con un solo objetivo: revalidar la licencia de piloto de línea aérea en la Unión Europa, licencia que obtuvo en Tierra del Fuego en 2016. Volar es una pasión que lo acompaña a Feli desde chiquito, habiéndose recibido primero de piloto de planeador en 2011 con 16 años y luego de piloto privado de avión, en 2013. Pero notó que no tenía tantas oportunidades y por eso decidió dejar todo e irse al Viejo Continente, por lo menos por un tiempo, ya que no descarta la idea de volver a trabajar en nuestro país. Ahora relata a Paralelo 32 cómo es su nueva vida a casi 10 mil kilómetros de sus afectos.
— ¿Cómo surgió la posibilidad de irte?
_ El sueño que yo vengo siguiendo es poder llegar a ser piloto de línea aérea. Y las condiciones en la Argentina no están muy dadas para esta actividad, o sí, pero para muy pocos. Porque el mercado es chico y no hay muchas líneas, recién ahora se está intentando ampliar pero las convocatorias son cada cinco años o más. Y como tengo doble nacionalidad, surgió la posibilidad hablándolo con mis viejos, que me dijeron que tenían unos ahorros y que me los prestaban si yo quería venirme a Europa a seguir capacitándome. Acá hay un mercado totalmente distinto y por ejemplo las convocatorias están abiertas constantemente, siempre se necesitan pilotos. Pero la única condición que te exigen es tener la licencia de la Unión Europea, así que me vine para eso.
— ¿Y cómo vas con eso?
_Bien, en la etapa final. Fueron seis meses intensos de cursado que ya terminé, ahora me quedan tres materias para rendir y luego tengo que hacer algunas horitas de vuelo para adaptarme y ponerme fino. Después toca tirar currículum por todos lados a ver si sale algo.
— ¿Describime a Torre del Mar?
_Es un lugar chico pero muy turístico, se nota mucho el cambio de temporada alta a temporada baja. Ahora en verano y empieza a venir gente de Inglaterra y de otros lugares y se llena. Es una ciudad con playa que da al Mediterráneo y también con montaña; estamos cerca de un centro de esquí para el invierno… digamos que tiene atractivos para todos los gustos. Fuera de temporada es un lugar súper tranquilo, sin mucha vida nocturna ni mucho movimiento.
– -¿Hace cuánto tenés la nacionalidad?
_Hace bastante, la saqué en 2010 pero nunca lo tomé como algo que me podía llegar a abrir puertas; no me daba cuenta. Me lo decía mi viejo siempre. El pasaporte de España lo hice hace tres años y me facilitó un montón cuando llegué, más que nada para hacer todos los trámites.
Salió por parte de mis bisabuelos paternos, que tenían familia en una comunidad que se llama Castilla de León; incluso hace unos días estuve por Valencia donde conocí a la descendencia del hermano de mi abuelo.
— ¿Cómo fueron tus primeros meses allá?
_Muy intensos porque vine 100% enfocado en el estudio y sin mucho tiempo para hacer otras cosas. El plan de cursado era de seis meses donde teníamos 14 materias, entrabamos a las 9.00 y salíamos a las 17.00. Después volvía a casa, merendaba y me ponía a estudiar. Me tomaba de lunes a sábados todo el día para repasar, y sólo el domingo descansaba. Vengo sacando 11 materias y no curso más, así que ahora sigo una rutina de estudio pero desde casa, preparando las tres que me quedan para rendir.
–¿Te adaptaste rápido?
_Me costó y aún me sigue costando a veces. Existen esos días en los que me pregunto qué hago acá, pero siempre se pasa y eso es lo bueno. Lo tomo como el precio del sueño que sigo, y el día de mañana no será más que experiencia de vida y anécdotas para contar.
–¿Qué hacés cuando no estás estudiando?
_No muchas cosas realmente. La primera vez que viajé en estos seis meses fue hace algunos días, que me fui a Valencia a conocer la gente que conté anteriormente. Voy al gimnasio un rato, salgo a correr por la playa, juego al fútbol los domingos y hago pádel con un grupito que armamos hace poco.
–¿Cómo tratan el tema de la guerra?
_ Se habla mucho y como Ucrania es parte de la Unión Europea obviamente hay apoyo. Incluso encontrás banderas por las calles. Y en lo económico se nota, hubo una inflación de un 6% (anual) y si bien no es el índice que manejamos allá en la Argentina, a mí me afecta mucho porque es en una moneda en la que ya estoy en desventaja totalmente. Aumentó el aceite, el combustible, el gas. En eso sé que afecta pero no sé hasta qué punto se aprovechan de la guerra para aumentar cosas.
–¿Cuál es tu próximo objetivo?
_Quiero llegar a trabajar en una línea aérea acá, esa es mi meta. Mientras tanto disfrutar el proceso y aprender la mayor cantidad de cosas posibles. Prepararme y cuando llegue la oportunidad de hacer experiencia, no desaprovecharla. Quiero saber cómo es la vida volando todos los días.
–¿Te ves volviendo a la Argentina?
_Sí, pero con mi objetivo cumplido. Habiendo conseguido laburo acá y con experiencia hecha. Argentina me parece un país extraordinario, pero para lo que yo quiero hoy, mi vida no está ahí.