Etchevehere lamentó que el fallo de la justicia deje “improductivas” 300 mil hectáreas
Entre Ríos (APFDigital).- El Secretario de Agroindustria consideró que es necesario que el Gobierno entrerriano se tome el trabajo “de hacer una legislación de acuerdo a parámetros científicos”.
“En este tipo de cosas hay que ir a la ciencia y si la ciencia y la práctica indican que se puede fumigar en forma terrestre y aérea de manera segura a determinada distancia y que solamente hay que controlarla, incluso con métodos electrónicos de control que están en el mercado y son accesibles, no se entiende esta situación”, expresó.
Cabe recordar que la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal del STJ resolvió por unanimidad hace cinco días rechazar el recurso de apelación interpuesto por el Estado provincial contra la sentencia del vocal de la Sala Tercera de la Cámara Segunda en lo Civil y Comercial de Paraná. El fallo del máximo tribunal entrerriano dejó en pie entonces lo dispuesto oportunamente por el vocal Daniel Benedetto, respecto a que está prohibido fumigar en forma terrestre a menos de mil metros de las escuelas rurales y a tres mil desde el aire.
“Es una lástima que no se haya tratado en su momento el proyecto con media sanción del Senado que era un proyecto de consenso”, dijo Luis Miguel Etchevehere en alusión a la iniciativa que cuando llegó a la Cámara Baja provincial hace un año fue rechazada por el bloque del Frente para la Victoria.
“Y ahora ojalá que lo resuelvan de la mejor manera porque si no Entre Ríos va a perder 300 mil hectáreas productivas y eso es perder trabajo”, agregó el funcionario nacional que consideró “excesivos” los parámetros vigentes para las aspersiones a raíz del fallo del juez Benedetto.
“Al control hay que organizarlo como para todas las cosas, tener un sistema como tienen en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires que han encontrado soluciones. Ojalá encuentren el camino porque realmente que semejante provincia con tanta gente emprendedora deje 300 mil hectáreas de yuyales sería una verdadera lástima”, reiteró en línea con lo que viene sosteniendo la Mesa de Enlace local.
En ese sentido, asentó que “A mi entender está mal determinar políticas por impulsos políticos o ideológicos, eso causa distorsiones. Para este tipo de cosas donde está la salud, la seguridad de las personas, tiene que irse a lo científico” y puso como ejemplo el documento interministerial sobre “Buenas Prácticas en materia de Aplicaciones de Fitosanitarios” elaborado en 2018 por el Gobierno.
Ese texto al que invitaron a adherir a las provincias, dice entre otros aspectos que “el diseño espacial y temporal de las zonas de amortiguamiento debe determinarse en función de las características del ambiente que se busca resguardar, atendiendo al grado de vulnerabilidad potencial a los fitosanitarios, las características de cada sustancia, los mecanismos de exposición y las tecnologías aplicables para disminuirla, y las condiciones ambientales, así como la posibilidad de adopción de medidas viables y de control eficaz y la disposición de sanciones ante el incumplimiento de las normas”.
Además, sostiene que “en la experiencia comparada, los metros de retiro pueden ser de unas pocas unidades bajo ciertas circunstancias, o de unos cientos bajo otras, o puede no ser necesario fijar una distancia sino restricciones fundadas en los tipos de productos o condiciones meteorológicas”.
En esa línea también se manifestó el secretario de Ambiente Sustentable Sergio Bergman: “No pasa por la distancia; el criterio de distancia no es un único criterio; depende de qué lugar y con qué aplicación. Sin monitoreo y control no hay manera de hacerlo. Uno debería balancear en la conversación qué recurso real tiene una autoridad municipal para monitorear y controlar”, se preguntó el funcionario nacional y apuntó a la “cadena de trazabilidad” que debe tener el proceso desde la elaboración del agroquímico hasta su aplicación.
“Esperamos que además de estas medidas de la Justicia que respetamos porque es un poder independiente, la práctica ambiental y productiva sea responsable no solamente de la prohibición sino también de la manipulación y uso responsable porque no es justo polarizar entre los que lo hacen bien y los que lo hacen mal y desde ya nunca minimizar y dejar de reconocer que la mala práctica es la que generó daño”, completó.