Esopo la tenía re clara
** Se cree que Esopo nació 600 años antes de Cristo y vivió parte de su vida en Grecia, atribuyéndosele 359 fábulas. Le borraron una de la lista. Dicen los sabiondos que hay una historia erróneamente atribuida a Esopo, es la de El escorpión y la rana, ya que el verdadero autor es desconocido. ¿A quién le importa una más o una menos?, pero aquel muchacho que vivió 36 años le dejó a la humanidad muchas fábulas con moralejas que influyeron en la moral de innumerables generaciones.
** Una de ellas es la llamada ‘de los dos enemigos’; Dos hombres que se odiaban entre sí navegaban en la misma nave, uno sentado en la proa y otro en la popa. Surgió una tempestad, y hallándose el barco a punto de hundirse, el hombre que estaba en la popa preguntó al piloto cuál parte de la nave se hundiría primero.
‘La proa’, dijo el piloto.
Entonces el tipo que iba en la popa agregó: No espero la muerte con tristeza, porque veré a mi enemigo morir antes que yo.
** “Muy mezquina actitud es preferir ver sufrir a los enemigos que inquietarse por el daño que irremediablemente se está a punto de recibir”. Es lo que escribió el tal Esopo como moraleja, pero a la vista de lo que hoy pasa en el mundo y en nuestro país, la moraleja podría tener otro sentido, por ejemplo el que le da aquel proverbio chino: Si buscas venganza, prepara dos tumbas.
** Un ejercicio interesante es pensar a la Argentina como una barca a punto de zozobrar (hundirse, bah) donde en un extremo viajan los militantes del ancho y confuso arco de la izquierda y en el otro los militantes del ancho y confuso arco de la derecha. Da la impresión de que cada uno cree que su triunfo consiste en ver al otro ahogado, olvidando que comparten la embarcación. Y olvidando que al medio viaja el ancho y confuso segmento de los que están bastante podridos de los extremos y no quieren morir por causas ajenas.
El fruto según el árbol
** Lo que se observa por estos días es que para algunos argentinos, en términos de gobierno, está todo mal, sin excepciones, lo cual desmiente hasta la lógica del reloj descompuesto, que aún detenido marca la hora correcta dos veces al día. Para otros está todo bien, sin excepciones. Ambos fingen creer que la verdad absoluta es posible en política.
** Los extremistas de proa y de popa se fundamentan en algo así como la teoría del árbol envenenado y el árbol sano. Los de proa creen que Cristina es portadora del mal y en consecuencia no se puede esperar de ella ningún fruto sano. Los de popa piensan eso mismo de Macri. Al contraste, unos y otros creen que Cristina es un árbol sano o Macri un árbol sano (portadores del bien), en consecuencia incapaces de producir un solo fruto envenenado, como si solo existiera el blanco y el negro en el ejercicio del poder, donde la savia del árbol es un jugo variopinto de intereses que van desde la ambición y la demagogia hasta las intenciones sinceras.
** Los gobernantes perfectos no apoyan narcos, no mienten, no engañan, no roban, no discuten, no se quejan y no existen (Coehlo adaptado). Ser bueno no es carecer de todos estos defectos, es hacer los mayores esfuerzos por evitarlos.
¿En qué quedamos?
** Desde tiempos inmemoriales los argentinos hemos repetido hasta convertir en un credo la frase “En este país nadie va en cana”. Desde tiempos recientes nos quieren acuñar la frase “Cuando muchos van en cana es persecución política”. No es que los argentinos estemos fatalmente copados por el gataflorismo, sino que cada grupo impone frases conceptuales y de efecto mediático según en qué lugar del barco está sentado.
** Seguramente ambas definiciones son demasiado simples frente al problema de la corrupción que es mucho más complejo, y frente a la complejidad de un sistema judicial débil que no tiene agallas para funcionar sin apoyo político. También es cierto que los fiscales y jueces necesitan pruebas y cuando éstas están blindadas, porque los acusados gobiernan, es casi imposible acusarlos. Cristóbal y Lázaro solo pudieron ser acusados cuando se pudo recabar datos de adentro del gobierno, que antes estaban protegidos. Y vaya uno a saber cuántos protege el gobierno actual, para protegerse a sí mismo.
Non calentarum largum vivirum
** En fin, la realidad nos marca que hemos iniciado un nuevo año y hay que asumirlo. Aquellos que ya no se acuerdan cuál era su problema más afligente un año atrás cuando comenzó 2017, se habrán dado cuanta que se preocuparon al cuete. En cambio, si hay quienes todavía se acuerdan es porque su problema no ha tenido solución y entonces… preocuparse tampoco les ayudó.
** Esta reflexión nos viene de los chinos ya dormidos, de uno o varios siglos atrás, porque los actuales son todos almaceneros de tiempo completo sin espacios para meditar. Además, como sucede con las nuevas generaciones de todas las culturas, ahora valen más las sentencias de Steve Jobs, que toman y hacen un mix con las pelotudeces que dice Justin Bieber o Diego Maradona.
** De todos modos, tratemos de preocuparnos menos en este 2018. Pre ocuparse significa ocuparse antes de que las cosas sucedan, lo cual no es malo y que me perdonen los sabios chinos por contradecirlos, porque muchas veces la pre ocupación promueve la acción y resolvemos el problema.
Hacia una nueva especie
** Corre 2018. No sabemos hacia dónde va este año y además eso carece de importancia. Un año es un tic de reloj, un segundo de tiempo en un proceso infinito de segundos y la civilización está en un proceso de cambio que no sabemos bien cuánto tiempo llevará, pero ya está aquí, está presente, el futuro es ahora.
** Atrasan un siglo aquellos que siguen atados a ideologías que fueron buenas un siglo o dos atrás, o que fracasaron en su tiempo, pero en la era de la digitalidad y la cultura milenial, se están licuando.
** Algunos hablan de un cambio de paradigma, que en un sentido amplio, se refiere a una teoría o conjunto de teorías que sirve de modelo a seguir para resolver problemas o situaciones determinadas que se planteen. Pero el cambio es mucho más que eso. No es de métodos sino de sustancia. Estamos en proceso de una transición hacia una nueva especie, lo afirman sociólogos, neurólogos, encuestólogos, y se percibe.
** Una nueva especie no significa tan solo otro modo de resolver situaciones sino un cambio en la forma de vivir, comer, amar, informarnos, aprender, relacionarnos entre las personas y la familia, de comportarnos, de pensar y sentir.
Hoy somos testigos de este asombro, mientras lidiamos con nuestros problemas cotidianos, como la salud o el “no alcanza”, que nos bajan la vista sobre nuestras realidades personales.