Acoso a través de internet
Esa dualidad difícil de separar entre el mundo físico y el digital
El presente donde las redes, juegos en línea, plataformas y demás entornos virtuales cobran una relevancia como nunca antes • Prevención y concientización de sus límites y riesgos que enfrentamos
Victoria.- Días atrás en el salón de actos del Colegio Nuestra Señora del Huerto, el capacitador de Medios y TIC del ENACOM Jorge Peluffo brindó una charla vía streaming para alumnos del 1° y 2° año del Ciclo Básico Común sobre acoso virtual, oportunidad donde hizo hincapié en la importancia de la prevención, el acompañamiento familiar y el uso responsable de las redes sociales donde las niñeces cada vez acceden a más pronta edad.
La propuesta fue viabilizada a través del Delegado provincial Juan Muga, quien destacó esta herramienta de capacitación que también se extiende con opciones para intervenir en grupos integrados por alumnos del ciclo orientado, docentes y adultos mayores. Esta última opción, se centra en el manejo de claves, extracciones en cajeros automáticos, entre otras vías de difusión y apropiación de herramientas tecnológicas que tiene el organismo.
Entre dos mundos
“Continuamente entramos a uno y salimos al otro. Con solo ver el teléfono y abrir el WhatsApp estás en el mundo digital y levantás la mirada y estás en el mundo físico. Sobre todo después de la Pandemia en 2020 y la importancia que tuvo lo digital para comunicarse, trabajar y/o sociabilizar, trastocó sensiblemente ese delgada línea que separa un mundo del otro”, comenzó diciendo el entrevistado a Paralelo 32.
Añadió que las niñeces están entrando cada vez a edades más tempranas al mundo digital, “la edad para poder tener redes sociales es 13 años, con el permiso de los padres, y obviamente una contención familiar, que muchas veces falta. También se da el hecho que los chicos mienten en la edad y se hacen de estos entornos, lo mismo para los juegos en línea. Y sin lugar a dudas esto que los atraviesa interfiere en su subjetividad, la cual se está desarrollando y cualquier estímulo tiene un impacto importante, sea porque recibe likes por ejemplo, o ante comentarios despectivos y/o descalificantes”.
Peluffo dijo que esto vale tanto para chicos como para jóvenes, adultos, y por supuesto adultos mayores. “Es muy difícil tratar de eludir y separar un altercado en tu vida virtual de tu cotidianeidad, tu realidad tangible y rutinaria. Podemos dar un claro ejemplo de las grietas y peleas familiares por WhatsApp por pensar diferente. Si esto pasa en los adultos, imaginemos en esas niñeces y adolescencias que se están formando, cuestión que abordamos en la charla: qué importancia tiene pertenecer a un grupo, cuando están desarrollando su personalidad”.
La huella digital
Nuestro interlocutor menciona que la huella digital es hoy nuestra carta de presentación, como esa suerte de historial en Internet donde aparecen desde aficiones, amigos, hasta aquello que no resulta del todo beneficioso al momento de mostrar frente a una posibilidad laboral, por ejemplo. “Lo importante de esto es establecer que uno puede ir configurando esa huella. Discriminando qué hago público y que dejo en privado, más allá que si interactuás con Internet siempre algo quedará, y acá nos metemos en el famoso ‘derecho al olvido’, que algunos famosos solicitan a Google para que se bajen contenidos que los afectan de su pasado, y cuyo presente es totalmente distinto (Peluffo cita el caso Coppola donde Natalia Denegri, una de las dos implicadas, que vive en la actualidad en Miami y tiene un programa de periodismo social para ayudar a los más necesitados, hace 27 años lucha por desindexar esos contenidos de su nombre)”.
Respecto del mundo laboral, Peluffo añade que en las charlas que brinda a adolescentes que están por egresar del nivel Secundario, les menciona que las empresas que hace búsqueda y selección de personal, más allá que revisan el currículum vitae, también toman una decisión final en base a esa huella digital. “Se fijan en los perfiles, qué se publica, y si está alineado a lo que ellos están buscando; para mí no está bien, porque uno si es idóneo en capacidad y experiencia, no puede quedar solapado por lo que hace en un fin de semana, pero evidentemente influye y se está dando”.
Sobre el final, Peluffo insistió en que “no hay que demonizar por estas cuestiones el uso de Internet, solamente debemos tomar recaudos, estar informados, no apurarnos ni dejar de consultar a quienes sepamos que tienen más conocimiento de la temática. Hoy tanto el acoso como el fraude existen y le ocurren a miles de personas, sin embargo, no porque haya personas malintencionadas y sin escrúpulos vamos a dejar de lado una herramienta que nos acerca, ayuda a socializar y en gran parte brinda oportunidades en múltiples sentido. Acciones como éstas, donde se comparten los alcances y los riesgos del uso de plataformas, redes y entornos, es un camino que debemos seguir apuntalando, hoy lo mejor es la prevención y la concientización”.