Crespo.- El doctor Fernando Manera visitó Crespo y dio una charla sobre buenas prácticas en el hogar, actividad organizada por la filial Crespo de Federación Agraria Argentina. Acompañado por Mariela Gallinger y Fabio Schneider, dirigentes de la entidad ruralista, visitó Paralelo 32 y se refirió al manejo responsable de productos químicos y plásticos en el ámbito hogareño, tema que lo tiene como gran referente nacional e internacional.

Hogartóxicos y medicatóxicos

–  Así como se habla de agrotóxicos, podríamos hablar de los hogartóxicos?

—  Si vamos a hacer una comparación, sí. Los ‘hogartóxicos’ incluyen los ‘medicatóxicos’.  Nosotros teníamos un mundo, hace cien años, en la que teníamos que conocer los químicos naturales, algunos de ellos eran venenos. Pero tuvimos que desarrollar una vida, la cantidad de habitantes aumentó muchísimo. Tuvimos que producir más alimentos, conservarlos, curar enfermedades. Y para eso tuvimos que desarrollar un mundo químico sintético, que llegó a ser tan grande, que hoy nos nuclea a todos. El desconocimiento de dónde están y cómo debemos usarlos, hace que nos expongamos y logremos el efecto tóxico de una molécula que fue diseñada para ser usada de una forma para obtener beneficios. Pero, como no la usamos de esa forma, tanto sea un agroquímico mal usado, un medicamento mal tomado, o un desinfectante del hogar mal usado o un insecticida dentro del hogar mal usado, nos expone elevando el riesgo de padecer algún tipo de enfermedades.

–  Uno pone insecticida en una habitación, se toma una pastillita porque se levantó con dolor de cabeza o usa un desinfectante en el agua de lavar. ¿Qué pasa?

—  Muchos químicos que usamos en el hogar, el Raid, las pastillas de Fuyí, son agroquímicos. En Córdoba, tenemos algunos de Clase 2 que no los podemos usar a menos de 500 metros de zona urbana. Pero resulta que los tengo en formulaciones dentro del hogar y los estoy utilizando todos los días. En el campo tengo un marco de ley que se tiene que cumplir, son las Buenas Prácticas Agrícolas. Pero en el hogar, con los medicamentos no puedo automedicarme. Hoy, la automedicación nos llega al 70% en la República Argentina, problema gravísimo por la cantidad de muertos anuales y de intoxicados. Pero nadie habla de este tema. Se ven programas en la televisión donde entre el 50% y el 60% es una estimulación al autoconsumo. Esto trae un problema muy serio. Los antiinflamatorios son muy graves. Para que tengamos una idea, como el animal que más gente mata en el mundo es el mosquito, el químico que más gente mata en el mundo se llama ácido acetilsalicílico. Es el Geniol, Aspirina, Bayaspirina, Vent3. El exceso de consumo sin el control de un profesional, expone a que mucha gente haga hemorragia digestiva o cerebral. Es un muy complejo.

El riesgo de la aspirina

–  ¿Me está diciendo que ‘la aspirina mata’?

—  La aspirina fue diseñada como el primer antiinflamatorio, sacada de la corteza del sauce. Hoy debería ser usada en ciertas condiciones. Yo nunca le pude hacer entender a mi pobre viejita, que ya falleció, que no podía tomarse dos aspirinas al día. Se levantaba y me decía ‘estoy cansada, me voy a tomar dos genioles y estoy de diez’. Los tomaba y se sentía bien. No tiene nada que ver, era una cuestión psicológica. Mi mamá murió de una hemorragia digestiva. No pude yo controlarle el tema. Y hoy, con la onda esa de que te tomás un geniol que hace bien al corazón…

–  Exactamente, le iba a preguntar.

—  ¿Cuál es el tema? Hay un médico cardiólogo que evaluó el riesgo cardiovascular que uno tiene, entonces le da una miniaspirina de 100 miligramos, no la pastilla de 500, para que tome todos los días. El efecto que tiene es impedir la ‘agregación plaquetaria’. Las plaquetas son los primeros elementos que actúan en sangre para tapar un coágulo. Se prefiere correr el riesgo de una hemorragia digestiva porque el riesgo cardiovascular es mayor. Pero no cualquier persona lo puede tomar. Uno habla estadísticamente y dice ‘de cien mil personas lo padecen 10 o lo padecen 5’. Riesgo alto o riesgo bajo.

Uso de insecticidas

–  Una de las actividades más habituales, rociar con insecticida en la casa. ¿Cómo se hace correctamente?

—  El tema no pasa por no usar insecticida. Porque hay dengue, zica, chikungunya, cucarachas, hormigas y tengo que controlarlas. Así como en el campo están las buenas prácticas agrícolas, también debo tener las buenas prácticas del hogar, que no están. En una habitación hay mosquitos. Ingreso al medio de la habitación, agito el envase de insecticida, tiro cuatro o cinco segundos, no ‘pinto’ la habitación, y cierro por una hora y media. En la primera media hora el químico se difunde, matando los insectos. En la otra hora, sedimenta. A la hora y media, cuando ingreso, no está más en el aire. Con lo cual el riesgo de que el químico me entre por vía respiratoria o dérmica, disminuye totalmente.

–  Uno está durmiendo y a la madrugada le molesta un mosquito.

—  Ahí no se puede usar el insecticida. Otro caso, pongo una pastilla evaporable que libera un químico al ambiente, un piretroide, que tiene el efecto de ahuyentar o matar un mosquito, como Casita Raid, que logra efecto por siete horas. Si tengo un químico que puede matar un insecto, me afecta también si estoy dentro de la habitación. Pero no es que no lo puedo usar. Si pongo ese papelito media hora antes de ir a dormir, logré matar todos los insectos. Abro la puerta por 15 o 20 minutos, disminuye la concentración del químico, y luego puedo entrar a dormir. Las pastillas evaporables deben estar a dos metros y medio de la cabeza de la persona más próxima. Después, debo dejar una ventana o una puerta un poco abierta para que el químico no concentre. El insecto es  insecto, no es ‘pavo’, cuando siente el químico, se aleja. Y no olvidar los métodos de barrera que usaban nuestras abuelas en la época ‘prequímica’, como las telas mosquiteras, porque yo elimino los insectos dentro del hogar y con la tela mosquitera logro la ventilación. No puedo usar el repelente Off en un menor de un año y medio. En un niño controlo el insecto con un tul bien largo en la cuna. Todo pasa por la educación. Si la gente con frecuencia se cae en un precipicio, es más humano y barato construir una valla en el borde que un hospital en el fondo. Y la valla en el borde de nuestra sociedad se llama educación.

Estilo de vida

–  ¿Qué pasa cuando, por ejemplo, en hipertensión arterial, se pretende resolver el problema sólo con ‘la pastillita’?

—  Primer paso: eliminemos la sal. Segundo, camine una hora. Con esas dos cosas, hay que tener un cuadro hipertensivo serio, para no controlarlo. Y ahí la pastilla tiene sentido. O por lo menos, hacer una combinación. Hay elementos naturales. El té de hoja de olivo es un hipotensor importante. Pero cuidado, las personas que estén medicadas para la hipertensión y toman el té. Van a hacer una hipotensión de golpe, va a ir manejando y se va a dar ‘un palo’. Eso debe ser coordinado con el médico cardiólogo que lo está tratando. O el cáncer. Es un proceso multifactorial. Es imposible identificar una sola causa. Los únicos cánceres con origen identificado son los víricos, originados por virus como VIH o Papiloma Humano. Todo el resto de cánceres, según la Sociedad Americana del Cáncer, tiene que ver un 35% con estilos de vida, 30% con tabaco, un 15% es heredo-familiar y 10% lo que nos llega del ambiente, como el lugar de trabajo, lo que respiro. Lo que respiro dentro del hogar, forma parte del porcentaje por estilo de vida. Dentro del ambiente, el mayor riesgo de cáncer es la combustión fósil: la combustión naftera y diesel son consideradas por la IARC (International Agency for Research on Cancer – Agencia Internacional de Investigación del Cáncer) como 2 B, quiere decir que es probablemente cancerígeno para todo tipo de cáncer. IARC clasificó al glifosato 2 A, probablemente cancerígeno, igual que la combustión diesel. La diferencia es que el glifosato lo utilizo cuatro o cinco veces en el campo por año y la combustión diesel me rodea permanentemente. El riesgo depende de la toxicidad del compuesto por el tiempo de contacto. Puedo tener algo de baja toxicidad, pero con largo tiempo de contacto, entonces el riesgo es muy alto. Esas cuestiones son las que la gente desconoce. Echarle la culpa a un químico es algo totalmente anticientífico. En la provincia de Córdoba, hay más tasa de cáncer en la ciudad de Córdoba que en el interior, tanto en hombres como en mujeres. El Proyecto Globocan de IARC determina que los países del Primer Mundo, Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, tienen tasas de cáncer más elevadas que nosotros.

–  ¿Es cancerígena la ‘comida chatarra’?

—  No se puede decir que sea cancerígena. Tiene ciertos aditivos que están permitidos, pero tienen una Ingesta Diaria Admisible (IDA) que es la cantidad de un químico que puede ingerir un ser humano por kilo de peso todos los días de su vida sin que signifique un riesgo para su salud.

–  En estos casos, ¿se supera?

—  Estamos superando la IDA completamente. El mismo químico me llega de distintas formas. Hoy, comer comidas súper preparadas es muy complejo.

–  ¿Genera problemas el microondas?

—  No, pero emite ondas que salen del aparato; es conveniente tenerlo en un lugar donde no haya una frecuencia de paso. No sirve para hacer comida, sólo para calentar. O compras comida elaborada y ahí hay otro tema, lo que aporta el envase plástico. Yo hablo en mis charlas de ‘disruptores endócrinos’: químicos tóxicos que ingresan a nuestro organismo y van a las hormonas, modificándolas.

Disruptores químicos

–  ¿Los plásticos son disruptores químicos?

—  No todos los plásticos. Debajo de cada recipiente plástico hay un triángulo con un número que va del 1 al 7. El 1, 2, 4 y 5 son plásticos, dentro de todo, aceptables. Pero 3, 6 y 7 liberan bisfenol A y ftalato, químicos que modifican las hormonas de los seres vivos. Lo más grave es cuando la mujer queda embarazada y estos químicos pueden ingresar al feto. Son temas que debemos manejar con criterio; yo, que combato el fundamentalismo, trato de no volverme un fundamentalista más. ¿Cuándo es más peligroso el plástico? Cuando caliento el alimento adentro, porque los químicos son muy volátiles. Cuando se calienta una bandeja plástica con los números 3, 6 o 7, o en una mamadera de policarbonato, que es plástico 7, se hace emigrar rápidamente desde el envase hacia el contenido. Si tomo una mamadera fría, le pongo la leche y la tomo, no pasa nada. Pero si la caliento a ‘baño María’ o en microondas, favorezco ese paso, y se lo doy a mi bebé. En casa tengo cuatro nietos, las mamaderas plásticas desaparecieron. Vienen mamaderas con etiqueta BPA Free, que significa ‘libre de bisfenol A’. Pero vivimos en Argentina, con una imprenta hago hacer etiquetas BPA free y se las pongo hasta a mi maletín.

–  Ahí tiene que actuar ANMAT.

—  ¿Qué es lo que pasa? ANMAT (organismo nacional de controles sobre medicamentos y tecnología médica, N. de R.) salió a prohibir las mamaderas en 2012. Seis meses después autorizó por seis meses más porque no había mamaderas para sustituirlas. Pero después no volvieron a avisarnos más nada. Otros disruptores endócrinos están en los jabones antimicrobianos. Estos jabones deberían estar totalmente prohibidos. ¿Cuál es el tema? Los seres humanos tenemos una microflora microbiana propia en nuestra piel, nuestras axilas, nuestros genitales. Cuando se usa el jabón antimicrobiano se mata esa flora, permitiendo el desarrollo de una flora que no es propia, muchas veces patógena. Además, los químicos que contenían esos jabones, triclosan y triclocarban, el 1º de enero de 2017, FDA en Estados Unidos y ANMAT en Argentina prohibieron el uso de ambos. Calculo que en Estados Unidos lo están cumpliendo; acá, llegate a cualquier farmacia y pedí jabón antimicrobiano y fijate si en la etiqueta no tiene triclosan y triclocarban. Yo me encontré con que sí los tienen.

Buenas prácticas del hogar

–  ¿Se están trabajando las Buenas Prácticas en el Hogar en algún lugar del mundo?

—  No, lamentablemente. Estoy en contacto con profesionales de todo el mundo y como saqué el libro ‘Una amenaza invisible’, si Dios quiere, el año que viene salen ‘Las buenas prácticas en el hogar’. Estoy viendo si alguna organización o fundación me ayuda económicamente porque me encantaría que el libro salga sin costo.

Glifosato y alimentos

–  ¿Cómo juega la concentración y el tiempo de exposición con el glifosato? ¿Llega el glifosato desde el campo hasta la góndola y a mí?

—  De la góndola a vos el glifosato no te llega. Hoy hay técnicas analíticas que permiten detectar 0,1 partes por billón. En nuestro laboratorio, que puede analizar hasta 10 partes por billón, no hemos encontrado nunca glifosato. El límite de tolerancia es mucho más alto que eso. Todo esto comenzó porque en 2015, la IARC clasificó al glifosato como ‘probablemente cancerígeno’, Clase 2. Se dijo ‘es cancerígeno’. Pará, cancerígeno es clase 1. Clase 2 es ‘probablemente cancerígeno’. La IARC después siguió explicando que el glifosato puede ser peligroso sólo para el Linfoma no Hodgkin (LNH, tipo de cáncer del tejido linfático que se encuentra en ganglios linfáticos, bazo y otros órganos del sistema inmunitario, N. de R.). El glifosato se aplica cuatro veces por año y en Córdoba, los datos estadísticos indican que el LNH está noveno en varones y décimo en mujeres. No se demostró su relación con el LNH en humanos, sí se demostró que tiene un vínculo en animales de experimentación. Por eso se clasificó en 2 A, pero en 2 A también se clasificó la acrilamida, que se forma cuando se frita una milanesa, una papa frita o un asado. También se clasificó 2 A la combustión fósil de diesel. Si vamos a prohibir el glifosato por ser 2 A, también deberíamos prohibir el ingreso de todo vehículo diesel, camión o auto, a la zona urbana, porque esa combustión la estoy respirando permanentemente todos los días.

–  Ahí es donde se puede relacionar el aumento con el cáncer en países desarrollados.

—  Sí. Hay un trabajo que vincula el aumento de la patología cáncer con ciudades que tienen de 70 mil/100 mil habitantes para arriba. Por debajo de este nivel de población se mantiene el mismo índice de cáncer en zona rural y urbana. Cuando más grande la ciudad, más grande el humo de combustión. Pero si prohíbo el glifosato debería prohibir todo: insecticidas del hogar, pediculicidas. Con los piojicidas me llevé una sorpresa. El lindano es el único agroquímico Clase 1, o sea, está demostrado que es cancerígeno, para varios tipos de cáncer. Está prohibido por 12 leyes en Argentina. Con el lindano se curaban las garrapatas y se demostró que los restos de ese químico quedaba en las grasas que, cuando las consumíamos, teníamos el riesgo de contraer cáncer; hace 38 años que está prohibido. Pero me encuentro que en las farmacias de mi país teníamos en 2007 lindano en cuatro productos, en 2010 en dos y en 2011 uno, año que logré que se prohíba en todo el país. Después logré que lo prohibieran en Perú y otros países. En España lo estuvieron utilizando hasta hace cinco años. Lo mismo logré que en 2012 se prohibieran el Malathion como piojicida. Hoy, muchos piojicidas tienen productos de uso rural que estoy usando en las cabezas de mis hijos. El problema de los piojos es la liendre que se pega en el pelo con una sustancia que se llama quitina. La quitina tiene un lado flaco, se disuelve muy rápido en un medio ácido. Entonces, uno mezcla mitad agua y mitad vinagre, embebe la cabeza durante 30 minutos y luego con un ‘peine piojero’ le saca todas las liendres y todos los piojos. Agua con vinagre, la solución de la abuela. No tengo que ponerle al chico un agroquímico en la cabeza.

Quién es

Fernando Manera es bioquímico recibido en la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente se desempeña como director de MicroBioLab y funcionario del área de Salud de la Municipalidad de Colonia Caroya, Córdoba. Es asesor no rentado de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba. Se ha transformado en un referente a nivel internacional en cuestiones vinculadas a la salud pública y la relación de la sociedad con el mundo químico sintético. Los peligros cotidianos de esa interrelación los expuso en su libro “Una amenaza invisible”. Por sus acciones de divulgación ha recibido reconocimientos del INAL (Instituto Nacional de Alimentos). A partir de su investigación,  ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) obligó a las empresas farmacéuticas a abandonar el uso del agente químico lindano en productos antipediculicidas.


¿Se puede reemplazar el glifosato?

“Sí, pero sería una combinación con otros productos que daría un resultado más tóxico. El glifosato, hoy, es de bajo precio y, si bien ya no tiene la efectividad que tenía antes, hay resistencias, hay que mezclar con algún otro producto. Ya dejó de ser ‘la niña bonita’, por así decirlo. Es muy probable que en un lapso de tiempo deje de ser negocio, entonces va a haber otro producto. En diez o doce años se espera que no se usen más agroquímicos”.

Canals, Monte Maíz y Barrio Ituzaingó

“En Córdoba hubo gran difusión de problemas de cáncer en las localidades de Canals y Monte Maíz y en Barrio Ituzaingó. Después de diez años de estudiar el tema, salió un informe del Comité de Tumores de la provincia. Indica que en esos lugares no hay más cáncer que en cualquier otro lado. Pero nadie tomó ese espacio y hoy hay gente fundamentalista que sale hablando de los ‘cánceres de Barrio Ituzaingó’”.

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