El costo de vida
Entre expectativas e incertidumbre en la economía, con la población adaptándose a un escenario de ajuste severo
Tras el dato de 25% en diciembre, Milei busca instalar una proyección menor para este mes.
El presidente Javier Milei sorprendió a propios y extraños al anticipar un índice inflacionario del 25%, días antes de que el INDEC revelara el costo de vida de diciembre pasado, confirmando finalmente sus predicciones. Sin embargo, las expectativas para enero se sitúan en torno al 20%, según algunos analistas, y las posibles razones detrás de esta "baja" preocupan a diversos sectores de la sociedad.
El ajuste implementado con celeridad por el gobierno de Milei ha generado un impacto desigual en la población, especialmente en las clases medias. Según expertos consultados, las clases "media baja", "media-media" y "media alta" están experimentando un rápido empobrecimiento, dejando en evidencia las secuelas del recorte de shock. Especialistas coinciden en que las tres subclases en que puede dividirse a lo que se conoce genéricamente como “clase media”, saldrán más pobres de esta nueva política de ajuste.
Para la clase media baja, ya afectada por la pobreza medida por ingresos, el panorama se complica aún más. “La clase media baja ya está en la pobreza, medida por ingresos. La mayoría alquila, y a algunos les queda un departamento -que en general heredaron y tal vez deban ”reventar"- y un auto de hace diez años promedio. Tienen un empleo estable que ahora entró en zona de peligro, sobre todo si son empleados públicos. Su situación es muy difícil", describe un experimentado consultor temas de consumo.
En cuanto a la clase media media, su descenso a la clase baja parece inminente. El aumento desmedido en servicios como las prepagas y colegios privados ha obligado a recortar gastos en diversos ámbitos, afectando a trabajadores informales y generando un impacto negativo en la economía doméstica. "Su principal foco de desgaste fue el fortísimo aumento de las prepagas -valoran mucho los servicios de salud-, y en marzo lo será el colegio privado. Ya habían recortado vacaciones, viajes en taxi, servicios de streaming. En algunos casos hasta la ayuda a los padres y demás familiares. Suspendieron todos los trabajos de refacción de vivienda, lo que perjudicará directamente a quienes hacen changas para sobrevivir. Y el auto lo mueven lo menos posible. La suba de las naftas es prohibitiva”, indicó el consultor.
La clase media alta, aunque menos afectada por el ajuste, experimenta un "malhumor" generalizado. Según la filosa mirada de este consultor, es el "malhumor". Y lo explica así: “Tuvieron que cambiar las vacaciones por un mes -algo muy apreciado por los argentinos, ya que la mayoría pone a los viajes por el mundo como uno de los últimos activos que resignarían, y se definen en redes como “viajeros”-, por períodos de descanso más cortos, salpicados. Ya no viajan tanto a Miami, el Caribe o el Mediterráneo. La casa de fin de semana empezó a entrar en zona de conflicto porque los costos se hacen impagables, y si antes cambiaban el auto cada dos años, ahora lo hacen cada cuatro o cinco. Son los menos afectados por el ajuste, pero el rendimiento de sus ingresos es notable”.
El impacto sobre el consumo
La caída drástica del consumo, evidente en la segunda mitad del año anterior, llevó a políticos como Sergio Massa a buscar medidas desesperadas, como el "plan platita", en un intento por ganar elecciones. Sin embargo, las encuestas y el rechazo generalizado a la corrupción kirchnerista y al estilo de gobierno autoritario dejaron en claro que la economía era el principal punto de preocupación para la población.
Massa intentó jugadas desesperadas en las últimas semanas porque, además, las encuestas que le llegaban decían que perdía por paliza, como finalmente ocurrió. En este escenario se disputó la elección argentina, con la gente ya no sólo preocupada por el bolsillo, sino también porque lo que aporta minuto a minuto en impuestos feroces se lo termina llevando la corrupción política y sindical (gremialistas millonarios con trabajadores que cobran salarios de hambre y carecen de buena cobertura médica en la mayoría de las obras sociales).
A pesar de la inflación del 25,5% en diciembre, los argentinos intentaron mantener el consumo mediante estrategias defensivas, como acortar las vacaciones y anticiparse a futuros aumentos de precios.
El consultor entrevistado explica que si bien los jóvenes en la Argentina no tiene “memoria” sobre la hiperinflación -la última se vivió a principios de los '90, hace más de treinta años-, sus padres y abuelos les van transmitiendo mediante el lenguaje oral aquellos padeceres argentinos. “Todos salen con medidas defensivas. Los menos, ahorran, y la mayoría se stockea o elige ver un recital, porque sabe que el del año próximo costará el doble”, explica este analista del mercado de consumo.
No obstante, en las primeras semanas de enero, las ventas en supermercados cayeron un 12%, según un estudio de la consultora Scentia.
Además, la consultora LCG alertó que las subas que redujeron los salarios en diciembre de una forma “brutal”. El consuelo: las remarcaciones parecen empezar a desacelerarse en el arranque del 2024.
Según dos consultoras de consumo masivo, en esta tercera semana de enero el costo de vida se desaceleró. ¿Hasta dónde? Se sabrá en los próximos días.
Para los consultores privados, en lo que va de enero los alimentos subieron 11%. Así, difícilmente repitan el casi 30% que verificó el INDEC en diciembre. Cierta baja en algunos cortes de carne podría contribuir a esa desaceleración.
Ajuste brutal
Las consultoras privadas sugieren una desaceleración del costo de vida en la tercera semana de enero, con un aumento del 11% en los alimentos. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y los especialistas coinciden en que el ajuste de shock es "brutal". La preocupación se centra en los abuelos jubilados, pensionados y los sectores medios, que podrían perder ahorros y viviendas.
Las petroleras, que acompañaron el ajuste de precios de los combustibles, se enfrentan a un descenso del 20% en las ventas de enero y una baja del 2% en los precios, planteando interrogantes sobre la velocidad con la que aplicaron las remarcaciones.
En definitiva, la economía argentina vive momentos de incertidumbre, con la población adaptándose a un escenario de ajuste severo y expectante ante los futuros informes del INDEC que definirán el rumbo económico del país.
Periodista. Jefe de Economía en Agencia Noticias Argentinas Director de AsteriscosTv Conductor de Asteriscos en AM