Emigrar, un desafío a nuestras certezas
Victoria.- En el año 2001, en medio de una profunda crisis socioeconómica que algunos intentan emparentar con la actual, muchos jóvenes tomaron la decisión de abandonar el país. Aquel contexto donde millones de argentinos golpeaban cacerolas en las calles, mientras pedían: “¡Que se vayan todos!” se cobró cinco presidentes en una semana, y —en su gestación— fue una manifestación genuina del hartazgo en que se vivía.
Han pasado exactamente veinte años de aquel suceso luctuoso y, conforme transcurre el escenario de Pandemia mundial, otros jóvenes que tenían pensado irse y pueden, no dudan en hacerlo.
Sin embargo, trazar denominadores comunes a estas decisiones tiene tantas aristas que sería apresurado juzgar o asociar directamente la emigración con la recurrente crisis socioeconómica. Ocurre que también algunos quieren saber qué hay más allá de las fronteras, vivir la experiencia de viajar y conocer otras culturas; que nadie les cuente lo que tienen oportunidad de ver con sus propios ojos. Y sobre todo, sienten que están ‘A tiempo’.
Mariano Risso es uno de esos victorienses que esperó varios años mientras planeaba este desafío a sus certezas. Se recibió de Ingeniero Agrónomo, empezó a trabajar e integró comisiones como la de la Sociedad Rural (su familia, siempre estuvo ligada al sector agropecuario, de forma preponderante), y el Círculo de Ingenieros local, pero en cada lugar anticipó que llegado el momento, él partiría. Lo detenía la terminalidad de los estudios de su novia, y el papeleo de rigor.
Además, Mariano tiene pasaporte italiano, pero como primer destino optó por Portugal, ya que su pareja obtuvo pasaporte de trabajo allí, y además estaban en contacto con otra victoriense, Emilia Brassesco, que radicada desde hace tiempo, les ayuda en estas primeras semanas que llevan de estadía (se fueron la última semana de mayo).
En primera persona
Portugal está 4 horas por delante de Argentina, así que para esta entrevista con Paralelo 32 buscamos un horario que facilitara el estar en su casa y que no fuera de madrugada. “El 24 de mayo llegamos a Porto, donde nos establecimos en el único lugar que hoy está permitiendo ingresar por trabajo; si bien la mayoría se traslada al sur, que es más turístico y con playas cálidas”, dijo Mariano, y mencionó que Portugal recibe turismo, y pide cuarentena a algunos países.
Añadió que los planes pre Covid-19 fueron otros, porque el destino inicial era Australia, “la idea era hacer una experiencia de vida, mejorar un poco el inglés, trabajar y retornar al tiempo. Pero cambió todo, me puse de novio, esperé que María se recibiera y adaptamos ese plan inicial”
La semana antepasada una colega, Hilda Sosa, entrevistó para su portal entreriosnoticias a Ramiro Séliman quien anticipaba su decisión de irse del país junto a su familia, con destino a Canadá. La nota tuvo amplia repercusión por sus dichos, entre los que advertía que no extrañaría ni la educación (recordemos que fue seleccionado para el Premio Antequeda en 2018) ni a los políticos, además del factor económico y la seguridad, ya que le han intentado robar en cuatro oportunidades.
Cuando le comentamos este hecho a Mariano, sobre la decisión de Séliman, él agregó: “En el aeropuerto éramos muchos y el avión iba completo. Y como estoy en grupos de argentinos en Italia y en Portugal, hay repetidas consultas de cómo sacar la visa, mencionando varias de estas cuestiones, que los llevan a replantear su vida, incluso más allá de los treinta y con hijos”.
Pero volviendo a la decisión de Risso, en principio también tuvo mucho impacto en sus planes lo que le comentó Paula Vicari —la actual secretaria de Producción y Ambiente Municipal— cuando estuvo en Nueva Zelanda, “somos amigos con Paula, y ella ni bien se recibió de Ingeniera Agrónoma hizo una experiencia en ese sentido; lo mismo cuando hablé con uno de mis primos, que también eligió ese destino”.
De igual modo Mariano advierte que “justo se me dio irme cuando peor está el país y muchos quieren armar las valijas. Pero mi decisión la tomé hace más de cuatro años y desde entonces empecé a trabajar para conseguirlo”.
Validar el título
Risso comentó que trajo también la documentación que avala su título universitario, “para validar la carrera, o también para hacer algún posgrado. Sé que en España hay varios sobre ganadería, si no en Italia o Francia también hay actualizaciones muy interesantes para la profesión, en lo económico y por idiomas; pero mientras se vaya dando esto, trabajaré de lo que surja”
Portuñol
Nuestro entrevistado dijo que hicieron un curso acelerado de Portugués durante un mes, “no es tan complicado, pero está a mitad de camino, digamos que es un portuñol, si no, nos manejamos en inglés. De igual manera, Portugal está conceptuado como un lugar alegre y de mucha cordialidad, y hasta hoy ha sido así”. Además, insiste en lo curioso de ver que todo funciona a horario.
Para salir del país solamente les pidieron un PCR de 72 horas, y una vez en Portugal no se les exigió nada puntualmente sobre Covid-19, tampoco se les dijo de hacer cuarentena, “sí nos pidieron que avisemos al SEF, que es como un Servicio a Extranjeros; y después sacamos el NIF que es un número de identificación fiscal, similar al CUIT, con el que se puede empezar a buscar trabajo, tributar y te devuelven los impuestos”, cabe mencionar que para obtenerlo se necesita un garante residente allá.
Una vez obtenido el NIF, se puede ir al Centro de Salud Pública más cercano y solicitar la vacunación. “Ahora en julio van a empezar a vacunar de 30 a 40 años, pero vienen bastante lento, por lo que pude saber”.
Ahora los victorienses están en un departamento con habitaciones compartidas, con gente de todo el mundo; “y ya el mes entrante nos pasamos a otro departamento de unos chicos argentinos que nos alquilarán. Pero la intención es concretar trabajo lo antes posible”.
Por un año, Mariano y su pareja deben permanecer en Portugal dado que por la visa que obtuvo María, no podrá trabajar en otro lugar que no sea allí. “En mi caso tengo pasaporte comunitario, pero tomaremos la precaución de adaptarnos y después ver si nos trasladamos a otro sitio, volvemos a Argentina, si es que no está tan crítica como ahora, o quedarnos acá un periodo más”.
Uso de barbijo todo el tiempo, locales comerciales con cierre a las 19, y bares y restaurantes a las 22:30 son de las pocas restricciones que Mariano pudo notar.
Soy de Victoria
Para alguien de Entre Ríos, explicar que no es oriundo de Buenos Aires ya es un tema, primero porque en el mundo poco se interesan por el interior de nuestro país (salvo el sur), pero lo llamativo que comenta nuestro entrevistado es que ni siquiera los brasileros, que están en gran número, ubican a Rosario como la referencia más cercana a Victoria. “Quizás es un concepto apresurado, pero con la mayoría que hablé, no han visitado ningún país de América del Sur”.
Mate y asado
No ha pasado demasiado desde que dejaron Argentina, pero Mariano reconoce que llevó cinco kilos de yerba y debe controlarse un tanto más porque ya se tomó uno. Si hablamos de carne asada, se arregla con el cerdo y pollo, porque sin dudas, la de allá es cara y menos tierna que los vacunos de nuestras latitudes. “Ni soñar con hacer un fuego, pero por el momento nos arreglamos bien”.
En este contexto tecnológico sirven de mucho las videollamadas con los familiares, con quienes reconoce hablar prácticamente a diario. Justo en estos días en que el presidente Alberto Fernández estuvo con su par de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa, y poco después, visitado por el presidente de España se mandó una buena metida de pata con su dicho ‘Venimos de los barcos de Europa’, este par de victorienses busca hacer su experiencia de vida desde aquel lado del mundo donde miran de reojo cómo nos pensamos y nos posicionamos con estas declaraciones, sobre todo cuando vienen desde nuestra máxima autoridad como país.