El traslado de la capital
Por Hugo Schira (Paralelo 32).- El presidente Alberto Fernández volvió sobre el tema de trasladar la capital federal al interior, para promover un desarrollo más equilibrado y desarmar, en parte, la macrocefalia que aqueja a la Argentina desde el Área Metropolitana Buenos Aires, que concentra un tercio de la población y de la generación de riquezas.
Al encabezar una reunión del gabinete federal en la ciudad tucumana de Monteros, el presidente se refirió a la posibilidad de mudar la capital administrativa al Norte. “Todos los días pienso si la ciudad Capital no tendría que estar en un lugar distinto a Buenos Aires, venirse al norte y darle todo el potencial que le da una ciudad capital”, planteó Fernández. La opinión recordó el proyecto de trasladar la sede del gobierno a Viedma (Río Negro) del expresidente Raúl Alfonsín.
Países que decidieron avanzar sobre sus periferias interiores para balancear con las regiones dominantes, en algún momento optaron por una nueva capital. Myanmar, Brasil, Nigeria, Costa de Marfil, por ejemplo.
En algunos casos, fue la decisión a partir del entramado político que permitía gestar la nación. Por ejemplo, hace más de dos siglos, fue Washington la capital construida para Estados Unidos, ubicándose en la que entonces era la frontera geográfica y cultural entre el Norte y el Sur. O más atrás en el tiempo, San Petersburgo como ventana hacia Europa, en el naciente Imperio Ruso del zar Pedro I.
Otra variante, es una capital para cada poder constitucional, como en Sudáfrica, donde Ciudad de El Cabo es sede del Parlamento, Bloemfontein del Poder Judicial y Pretoria del Ejecutivo. Si se hiciera acá habría una capital al sur, por ejemplo en la región Comahue; otra al centro (¿Córdoba, Mendoza, Santa Fe?), otra al norte (¿Santiago del Estero, Chaco, Salta?).
El tema debe debatirse y en algún momento, tomar la decisión y hacerlo. Por el bien y el equilibrio de nuestra Argentina.