El que gana conduce y el que pierde también cobra
** Vamos muchachos y muchachas, ustedes, sí ustedes ¿quiénes más?, los que otra vez salen a pedirnos que les demos la oportunidad de convertir a Sojamarca en un paraíso. Pónganle garra a la campaña electoral, gasten algo de lo que tienen amarrocado o de lo que les pagamos entre todos, agudicen el ingenio –si no es mucho pedir-, no sé, por ejemplo repartan chupetines sabor milanesa entre los chicos, que ya están muy avivados y no se conforman con que les acaricien la cabeza para la foto.
** Para ganar hay que invertir. Cuando digo ganar no me refiero a ganar la elección específicamente sino a la ganancia que viene después, cuando facturan muy bien durante cuatro años. Y facturan todos ¿o no? Facturan cuatro años más, tanto los que ganan como los que pierden, que no ocuparán una banca o una intendencia pero un premio consuelo no se le niega a nadie.
** La Estructura del Estado está calculada para eso. Terminada la contienda electoral, el ganador convoca: compañeros, correligionarios, ni vencedores ni vencidos ¿eh?, el que gana conduce y el que pierde acompaña desde alguna secretaría, subsecretaría, vocalía, ayudantía, asesoría… En fin, para qué te voy a enumerar las posibilidades del derrotado si todos las conocemos, ¿o no?
Para candidatos novatos
** Si van a salir a timbrear, como gesto mínimo lleven las facturas para el mate. Aprendan del Ceo Mauricio, genio y figura del timbreo, que pasó por una panadería porteña esta semana para llevarse una docena de vigilantes con dulce de leche. Pero, un consejo, si no piensan pagarle a la panadera pongan algo de creatividad, porque el yeite de caer entre varios, amagar todos a pagar e irnos sin hacerlo, ya está muy visto.
** A esa la sabemos todos, es la típica: dejá que pago yo… no, no, de ninguna manera… te digo que… dejá… no faltaba más… no seas boludo, guardá esa plata… señora, usted me cobra a mí… no le de bola, señora… y toda esa parafernalia verbal que transcurre mientras ninguno pela, hasta que finalmente al sensible del grupo le da vergüenza y pone una gamba en la mano de la panadera, para quien este verseo ya está más visto que las argucias de don Ramón para no garparle al señor Barriga.
** No soy quién para aconsejar, pero gasten unos mangos en combustible y vayan a los tambos que todavía quedan. Que algunos hay, no vaya a creer. Disculpe si estoy confundido pero si no quedaran tambos, al café lo estaríamos cortando con leche en polvo y eso no está pasando.
¿Ven? en esta movida ya les ganó de mano Ex Ella, Ex PJ y Ex FPV, y los dejó afuera. A la hora de la merienda se acordó de la leche y fue a visitar a un tambero amigo. Parada junto al ordeñadero dijo “¡qué barbaridad, esto con nosotros no pasaba! Nosotros ordeñábamos la otra, la que nunca se acaba”.
Al siglo XXI, ni bolilla
** Sigan los pasos de Ex Ella. Aunque les va a costar a ustedes encontrar otro tambo. Si entre 2002 y 2015 cerraron 4.903 tambos (registro oficial), quizás el del amigo de Cris sea el único que queda en pie. Para un político en campaña es como disponerse a visitar una fábrica de bolitas de vidrio; canículas que les llaman algunos (en el barrio les pusimos boliyas, para diferenciarlas de las otras, con ‘t’, relacionadas con la anatomía).
** Desde “la foca” Onganía para acá, se ha culpado a todos los gobiernos por el cierre de las fábricas de boliyas. Es otro error de diagnóstico. El asunto es que desde 1965 hasta 1995, las madres ganaron la batalla dándoles flores de palizas a sus gurises porque gastaban los pantalones en las rodillas.
¿Y qué ganamos con sacarlos de las boliyas de vidrio?, que se fundieran las fábricas que las producían y quedara una sola haciendo el aguante en Santa Fe. El punto está ahí, en esa fábrica. El primer candidato que la visite dejará a los contreras sin chances y hasta los puede culpar por la desaparición de la industria boliyera o caniculera.
** Sepan también, mis afanosos candidatos, que cada crisis empuja una solución. La mocosada dejó de jugar a la boliya y se pasaba el día jugando con sus propias bolitas (mano en el bolsillo y mirada perdida), ahí fue que se avivó el Bill Gates, el Steve Jobs, o el Mark Zuckerberg, que cuando vieron que la boliya se terminaba como recurso para tener a los gurises ocupados en algo, olfatearon el nicho libre e inventaron el teléfono inteligente. Después vinieron las aplicaciones (APP), para mantener a la gurisada calma y sin necesidad de rascarse los higos todo el día, ni de romper los pantalones en las rodillas, que de eso ya se ocupan las textiles que los fabrican.
Te cobran por romperlos
** Déjenos discurrir un poco más sobre aquel punto, sufrido lector. Porque usted puede haber leído o escuchado que la moda de los jeans rotos apareció a finales de los ’80 cuando actores norteamericanos y gente famosa salió luciendo ese irrespetuoso detalle en sus pantalones. O que Kurt Cobain (líder de la banda grunge Nirvana) pudo haber sido uno de los iniciadores, y otras estupideces.
No sé allá en los Estados Unidos, pero acá fueron algunas de aquellas abnegadas madres citadas, las que, hartas de que los mocosos rajaran los jeans jugando a la boliya en las veredas, los obligaron a seguir usándolos rotos, ¡para que aprendan!, y a otros les pareció original, bárbaro, re fashion, cheto, wonderfull… y ahí ya nadie los pudo parar.
** Pero vayamos a lo nuestro, disculpen que me bifurcara en detalles. Está bien que nuestros políticos piensen en los chicos porque ellos también votarán dentro de unos años y además no están avivados todavía. Menos en la cigüeña, los reyes y la inocencia de De Vido, se creen todo lo que les dicen. A la gurisada no solo hay que dejar de acariciarles la cabeza en campaña, también hay que adaptar el discurso.
** Cuidado con los alegres discursos en presencia de niños, prometiendo apoyar la educación y que habrá clases hasta los días sábados. No se lo tomen a mal, quizás me meto en terreno fandangoso, pero eso es desconocer la psicología infantil. El sueño de todo gurí en este momento es vivir en Santa Cruz, provincia donde las clases del periodo lectivo 2017 todavía no comenzaron. Van por el octavo mes de vacaciones, cumpliendo el sueño de todo pibe vago.
Confidencial
** Oídme candidatos de hoy y de siempre (¿o no son siempre los mismos?). Tengo data confidencial de Durán Barba. Hay que aprender de los grandes creadores de marketing. Cuando ellos quieren venderles un producto a los adultos apuntan la publicidad a los niños. El duranbarbismo y todos sus sucesores en la historia, tienen estudiado que los mocosos influyen en las decisiones de sus padres.
** ¿Por qué creen que gana Alicia Kirchner en Santa Cruz? ¿Solo por la trampa que hacen con el sistema electoral de colectoras?, nop, nop, nop. ¡Los chicos la aman! ¡La-a-man! Les concretó el sueño del País de las Maravillas. Están todo el año en vacaciones, jugando o visitando a sus abuelitos en la plaza central o en Casa de Gobierno, donde están acampados hace meses reclamando que les paguen las jubilaciones de marzo.
Noticias del jueves
** En Diputados de la Nación, Julio De Vido, con un centenar de causas judiciales en marcha por asuntos de escruche, punga y choreo, imputado en 26 de ellas y procesado en 5 por ahora, permanecerá en el “honorable aguantadero”, manteniendo sus privilegios como para que ningún juez se le anime a mucho. En otras palabras, no será crucificado.
Ganó el pueblo.
Sí señor, no se me abalance, déjeme explicarle que el pueblo ejerce el derecho a salvar a un ladrón desde el comienzo mismo de la cristiandad, cuando Poncio Pilato preguntó a la multitud ¿a cuál de éstos queréis que suelte? ¿al Cristo o al chorro Barrabás? ¡A Barrabás! contestó el pueblo a gritos. Desde entonces no hemos cambiado.
** En el año 33 de la era cristiana estas cosas eran más sencillas porque soltando a Barrabás se acabó el plebiscito. Ni pensar si hoy, 1984 años después, los representantes del pueblo aceptaran crucificar a un corrupto. Porque es como crear jurisprudencia ¿vio? Usted echa a uno del Congreso porque su sola presencia lo deshonra, y se obliga a hacer lo mismo con una sartenada de indecentes, ahí mismo y en todas las provincias. Mirá Entre Ríos.
** Chau, soportemos agosto y después hablamos, pero de las PASO ni la caña con ruda nos salva.