En la noche del domingo 11 de agosto, se informó que la alianza que propone a Alberto Fernández para presidente y Cristina Fernández de Kirchner para vicepresidenta (Frente de Todos) ganó el 47,65 % de los votos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en el país sudamericano, dejando al actual mandatario, Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), en segundo lugar, con el 32,08 % de los sufragios.
Antes de conocer el resultado final, Macri ya reconoció públicamente la derrota: «Hicimos una mala elección». Al tiempo, el presidente prometió «redoblar los esfuerzos» a partir de mañana para prepararse para los comicios definitivos, que se celebrarán en octubre.
Férnandez aprovechó para dar las gracias a los argentinos. Su aliada y candidata a la vicepresidencia, la expresidenta Fernández de Kirchner resaltó que el resultado es «una voz que debe ser escuchada por todos», admitiendo que, «lejos de ponernos felices únicamente por el triunfo, nos da la responsabilidad de […] llegar a los que nos votaron y a los que no nos votaron y darles la tranquilidad absoluta».
Por su parte, Nahuel Sosa, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires, destaca que el Frente de Todos atrae al electorado con la promesa de lograr una mejora económica.
