El Papá Noel victoriense
Pablo Camejo es recolector de residuos de la Municipalidad de Victoria. Es conocido por mucha gente debido a sus iniciativas; por ejemplo, el Día del Niño suele disfrazarse de payaso para alegrar a los chicos mientras realiza su recorrida; en Navidad se viste de Papá Noel y comparte su alegría con los vecinos.
“Para Navidad me disfracé de Papá Noel y preparé bolsitas de golosinas, alrededor de 400, para los chicos. Fue algo muy lindo. Fue impresionante la cantidad de chicos”, contó en diálogo con Paralelo 32.
“Todo esto surgió naturalmente. Empezó como un pasatiempo, pero después se me ocurrió dar cosas a los chicos más allá de disfrazarme y la gente me ha ayudado mucho en esto. Hace siete años que trabajo en la recolección y en mi barrio ya todos me conocen. Lo que busco es sacarles una sonrisa a los chicos”, dijo.
“El contacto con la gente es lo más hermoso que puede haber; el cariño, que te abracen, que te saluden desde niños hasta gente mayor es muy hermoso y no tengo palabras para definirlo. Ver que los chicos te están esperando contentos es muy lindo”, expresó.
“Yo vivo detrás de la escuela nro. 47. Todos los vecinos me conocen desde que era chico. También, al realizar recorridos como recolector, me conoce más gente. En el barrio me felicitan por lo que hago por los chicos y se ponen muy contentos. Estoy muy orgulloso de esto”, comentó.
En relación a su trabajo como recolector, contó: “Es un poco sacrificado. Es un trabajo pesado y lo hacemos aunque haya tormenta, piedras, el calor y el frío que sea. Más allá de esto, a mí me gusta mi trabajo, sobre todo por el contacto con las personas”.
Por otro lado, reflexionó: “El mensaje de fin de año que le dejaría a la gente es que lo trate de pasar lindo, con su familia y los que aman. También, que manejen de forma responsable, que no beban alcohol si van a manejar. Ojalá podamos ser más unidos como argentinos para poder pasar estos tiempos difíciles por la falta de trabajo y el día a día. Ya que nos unimos tanto por el mundial, podríamos hacer lo mismo para todo.
Además de ser recolector, Pablo realiza diferentes changas y trabaja en un taller donde desarma autos para chatarra. Muchos de sus vecinos lo quieren y lo definen como una persona respetuosa y alegre, que no duda a la hora de ayudar al prójimo.
Sin dudas Pablo ha sabido, con pocas palabras y muchas acciones, definir el espíritu de unidad necesario para la vida en comunidad.
Esta Navidad Pablo fue el Papá Noel victoriense que llevó alegría a muchos barrios.