El país del sálvese quien pueda evadir y cobrar más
La inflación no cede y en marzo alcanzó el 4,8% sumando un 13% en el primer trimestre. Ya se gastó una buena parte del 29% previsto por el presupuesto nacional aprobado a fines de 2020. Al conocerse los índices de marzo, las expectativas del mercado apuestan por índice superior al 40% para todo el año.
La trama de la inflación se suele explicar en forma simplificada y errónea sólo como producto de la emisión monetaria. Pero la realidad es más compleja: si bien la maquinita de la Casa de la Moneda hace su parte en el embrollo nacional, también hay otros factores que inciden: altos impuestos que encarecen en toda la línea de producción, mercados poco transparentes, demasiados intermediarios que ‘negrean’ y remarcan en la larga línea que va desde la tranquera hasta la góndola y el mostrador. Y se agregan los conflictos sociales que traducen la incertidumbre en un numerito que termina sumándose al índice inflacionario total.
Leche, carne y nafta
Tres artículos que pesan en cualquier presupuesto familiar son la leche, la carne y la nafta. Y también tienen un alto valor simbólico para los argentinos.
Paralelo 32 consultó a tres empresarios conocedores de sus respectivos rubros, para explicar qué aportan diversos factores en el desequilibrio de precios. El cooperativista y productor ganadero Gonzalo Álvarez Maldonado, referente nacional de Coninagro; el tambero y presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes; y el estacionero de Paraná, Alejandro Di Palma, pusieron cada uno sus piezas para completar el complejo rompecabezas argentino de los precios y la inflación.
Cadena láctea
En la cadena láctea, las diferencias entre el precio en góndola y el pago al productor van desde los 20 a 25 pesos por litro que se pagan en el tambo, a más de cien o 200 pesos por cualquier producto elaborado: leche, quesos o yogur.
“La cadena láctea es una de las que peor está, inmersa en la crisis de las economías regionales. Viene con precios en rojo y márgenes de pérdida hace muchos años”, comentó Chemes. Agregó que el sector no logra recuperarse “porque lamentablemente no se institucionalizan los mercados, no se piensa en un sector lácteo creciendo para exportar. Se piensa en el sector solo para que abastezca el consumo interno y nadie quiere arriesgar para exportar. Al no haber perspectivas no se crece en producción, luego los industriales no se quieren arriesgar a exportar porque es más seguro el mercado interno. Así estamos con la lechería estancada hace muchos años, con 10 mil a 11 mil millones de litros de producción anual de leche y con 8.500 a 9 mil millones alcanza para el consumo interno. Lo que queda para exportar es tan poco, que nadie quiere arriesgarse”.
No hay precio previsible
En el sector lácteo no hay mercados a término (de largo plazo) para monitorear precios y tomar decisiones con alguna certeza. “La leche que retiró de mi tambo el camión esta mañana no sé a cuánto la voy a cobrar. No puede ser que se esté trabajando de esta manera. Con los granos hay un mercado a término, herramientas para cubrirse. Con el mercado de hacienda se fue avanzando mucho. Con la leche estamos huérfanos. El sistema nunca se quiso ordenar y sí, le echo la culpa a un sector industrial, que nunca le convino ordenarse porque ‘a río revuelto ganancia de pescadores’. Se comprende que en un país como el nuestro, en una cadena productiva cada eslabón se defiende como ‘gato entre la leña’ para poder sobrevivir. Esta es la maraña y la complicación en que estamos”, dijo Chemes.
Carne para todos
El gobierno nacional amenaza con el cierre de exportaciones y controles de precios para evitar aumentos en el rubro cárnico, el plato central en la mesa de los argentinos. Álvarez Maldonado rechaza la medida: “Estamos volviendo a un pasado que fue nefasto para la producción. El cierre de exportación de carnes llevó a un debacle productivo con la pérdida de más de 10 millones de cabezas de ganado. Desde el 2009 en adelante, de a poco fuimos retomando el stock, tuvimos la necesidad de ser más ‘productivistas’”
Al destacar la evolución de la producción primaria comentó: “Si en los noventa, la agricultura de labranza cero y de precisión nos igualó con los farmers estadounidenses, en la década del 2000 tuvimos que ser más eficientes en ganadería y con feed lots: más kilos por animales en el menor tiempo posible”.
Por otro lado, el entrevistado señaló que la presión de los impuestos nacionales, provinciales y municipales ronda del 50% al 60%, en el precio final de la carne en mostrador. Una presión similar que para la leche.
Hubo hasta fines de abril 15 cortes para la mesa de los argentinos, ahora hay 8 cortes hasta fin de mes. Consultado por el programa, A. Maldonado señaló que “funcionó para el Gran Buenos Aires. Lo vi en Paraná, con los frigoríficos internacionales. Pero en el interior no lo vi. Creo que era limitado a los grandes centros urbanos donde también está la mayor cantidad de indigencia y pobreza y hay subsidios, Planes Trabajar, planes ‘Descansar’ y qué se yo qué más”.
68,3% de aumento en naftas
Di Palma elaboró especialmente a Paralelo 32 un cuadro con la variación interanual (ver cuadro 1). Tomó los meses de marzo de 2019, 2020 y 2021, para la nafta Súper Shell, que es la más representativa de la movilidad urbana y familiar. El componente impositivo era del 33% en 2019 sobre el precio al cliente; en 2020 trepó al 37% y se mantuvo este año en 36%. En dos años, el precio final en surtidor subió 68,3%, menos que la inflación general, que rondó el 100%. Esto supone otra amenaza clásica en la historia argentina de los precios: el futuro cimbronazo mayor al bolsillo popular para ‘actualizar’ el desfase inflacionario. Recordemos al ministro J. J. Aranguren y sus ‘planillas Excel’ en 2016.
En la actualidad, los impuestos suman entre 29% y 36% en los cuatro tipos de combustibles y los márgenes de rentabilidad bruta para el estacionero van de 10% a 15%. El resto es costo del combustible puesto en el surtidor (ver cuadro 2).
Grave conflicto en Neuquén
Hay graves conflictos sociales y gremiales en la zona de producción de Vaca Muerta en Neuquén. En las últimas semanas hubo hasta 12 cortes simultáneos en accesos a ciudades, a campos petrolíferos y en rutas de la región, que impedían el paso de transportes. El conflicto comenzó el 7 de abril como un reclamo de trabajadores de Salud en Añelo, epicentro de Vaca Muerta. Se extendió a organizaciones aborígenes y grupos que claman por tierra y vivienda. Por ahora, se mantiene dentro de la agenda provincial, con evidente incapacidad para resolverlo y sobre todo sin plata para hacerlo. El gobierno nacional no quiere intervenir en un terreno tan resbaladizo. Pero la situación amenaza con paralizar el Plan Gas y la distribución al comienzo del invierno, cuando podría faltar.
Di Palma plantea: “Me pregunto cuánto tiempo falta para que paren las plantas de procesamiento ¿Cuánto para que paren el envío de gas a Buenos Aires? ¿Cuánto para que se agote el line pack (almacenamiento) y empiecen a cortar suministro a las empresas?”
El empresario señaló que el conflicto “va a terminar pegando en el resto del país, porque todo es un delirio: el petróleo se extrae en un punto y viaja en camión a las destilerías en puntos totalmente alejados”. Aseguró que el resto del país va a tener problemas “si esto sigue sin resolverse” y “ni siquiera es un tema central para la agenda nacional, porque las petroleras prefirieron evitar que se ventile el conflicto”.
Subrayó: “Hagamos memoria: nos vendieron que Argentina estaba sobre un gran yacimiento de petróleo, que éramos Arabia Saudita, que Neuquén era Texas y la ciudad de Neuquén iba a ser Houston. Pero no pueden dar cinco centavos de aumento ni a los docentes porque están fundidos; entonces, es todo una mentira”.
Precios de la nafta súper
Mes Precio básico Imp. totales** Imp. internos Precio sugerido*
Marzo 19 24,99 33% 19,34% 47,98 pesos
Marzo 20 28,95 37% 23,83% 59,88 pesos
Marzo 21 38,90 36% 24,05% 80,77 pesos
Estructura de precios combustibles Shell – abril 2021
Ítem VPN Súper VPD FD
PVP 105,80 91,90 104,90 87,80
ITC 17,15 17,15 11,01 11,01
IDC 10,50 10,50 12,56 12,56
IVA 4,04 2,91 3,84 2,53
IIBB 3,05 2,67 3,03 2,56
Total imp. 34,74 33,23 30,44 28,66
DM 16,19 11,17 15,25 9,49
Básico 54,8689 47,5099 59,2085 49,6502
Porcentajes
DM % 15,3% 12,2% 14,5% 10,8%
Impuestos % 32,8% 36,2% 29% 32,64%
PVP Precio venta al público
ITC Impuesto a la transferencia de combustibles
IDC Impuesto al dióxido de carbono
Basico Precio básico (unitario)
IIBB Ingresos Brutos
DM Margen Bruto
En la actualidad, según las cuentas de Di Palma, para Shell los impuestos suman entre 29% y 36% en los cuatro tipos de combustibles y los márgenes de rentabilidad bruta para el estacionero van de 10% a 15%. El resto es costo del combustible puesto en el surtidor.
Fuente: Di Palma, sobre datos de petrolera Shell.
Preguntas y respuestas
– ¿Por qué no se hacen controles sobre las cadenas productivas? Hace años que se viene hablando del tema.
— (Álvarez Maldonado) Entre lo que se paga al productor y el precio de mostrador hay una gran diferencia. Hay intermediarios, algunos aportan y otro no. En la faena de la carne hay una falta de transparencia. Acá el Estado debe tener un rol, porque esa falta de transparencia determina que somos pocos los que pagamos mucho y son muchos los que ganan mucho pagando poco. Hace más de 20 años que veo eso. Es por falta de políticas de Estado. A los que estamos dentro del circuito formal, en AFIP, en la Provincia, nos cae el peso de todo. El que no está, gana mucha plata. Uno ve pares que con el mismo capital, han hecho más campos, más maquinarias. Y uno se pregunta ¿qué he hecho en mi vida por ser honesto y derecho? Pero bueno, hice una familia y tengo hijos que me vieron que he sido así.
– ¿En qué falló Macri, a quien el productor en forma masiva le ‘puso las fichas’?
— (Chemes) El modelo de Macri intentó reducir la carga impositiva pero, lamentablemente, la caja del Estado le impidió bajarla más. La famosa reducción de retenciones que comenzó al inicio de su gestión, tuvo que suspenderla. Porque el problema está en el costo del Estado. En la medida que no se ajuste y sea un Estado equilibrado de acuerdo a los recursos, vamos a tener problemas porque se gasta más de lo que entra. Y además, se gasta mal. Hay reparticiones que gastan recursos que no conviene hacerlo y otras que necesitan dinero. Hoy, al revés de la época de Macri, estamos viendo una situación internacional buena, con mucha demanda, con buenos precios, mercados activos creciendo. Pero eso no se refleja en el bienestar del productor ni en su crecimiento, porque en el camino los márgenes de rentabilidad quedan en el Estado. Ahí hay que equilibrar, ordenar y generar políticas que transmitan confianza.