El otro lado de la luna

** La inflación se nos va haciendo un hábito y poco a poco nos acostumbramos a convivir con ella, mientras seguimos mirándola al revés. En el razonamiento simple; “las cosas están cada vez más caras”, “nos aumentan los precios todos los días”, “ayer pagué dos mil el kilo y hoy me cobraron dos mil doscientos”, “el litro de leche ya está a trescientos ochenta”…Pero hay dos formas de verlo. Figurémonos que vamos a comprar un rollo de manguera y el ferretero nos dice que ahora el metro es de 70 centímetros. La próxima vez nos informa que ahora un metro tiene el largo de lo que antes fueron 56 centímetros y se sigue achicando según cuánto tardamos en volver a comprar manguera, que no cambia su precio; es estable.