Crisis económica en Argentina
El kilo de asado podría alcanzar los 8.000 pesos según ex secretario de Agricultura
"Dejar liberado el mercado para la comercialización, sin un seguimiento del Estado, va a traer muchas asimetrías", indicó Bahillo.
En medio de un paquete de ajustes lanzado por el Gobierno argentino, el ex secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, ha expresado su preocupación sobre el impacto económico, advirtiendo que el kilo de asado podría costar un mínimo de 8.000 pesos. Bahillo, actual diputado provincial en Entre Ríos, atribuye esta situación al retorno de impuestos a las economías regionales, siguiendo la línea de las políticas implementadas por el ex presidente Mauricio Macri en 2018.
"Gravar impuestos nuevamente como lo hizo Mauricio Macri en 2018 a las economías regionales con alícuotas de retenciones es realmente un desaliento total y absoluto a la producción, la mayoría son pequeños productores", sostuvo Bahillo. Además, señaló que dejar el mercado liberado para la comercialización, sin un seguimiento del Estado, podría resultar en asimetrías económicas, especialmente en productos como el asado.
Bahillo también criticó las medidas del ministro de Economía, Luis Caputo, asegurando que aunque la política se presente como un ajuste, la carga más significativa recae en la población. "Ellos dijeron que el ajuste lo pagaría la política, que el ajuste lo pagaría la casta e innegablemente más allá de la cuestión productiva, lo paga la gente", afirmó el ex funcionario.
Eduardo Setti, ex secretario de Finanzas de la Nación, se unió a las críticas, señalando que el ajuste actual se está llevando a cabo sobre la clase media, afectando el empleo y el poder adquisitivo de los argentinos. "La elección para bajar el déficit y la inflación no puede ser a través de la pérdida de empleo y el poder de compra de los argentinos", subrayó Setti, expresando su preocupación por la posible pérdida de empleos en ambos sectores público y privado.
Asimismo, Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Economía de Massa, admitió la necesidad de correcciones en la economía pero advirtió sobre la intensidad del ajuste. "Para que la economía argentina se normalice es necesario que baje la brecha cambiaria", opinó, destacando la importancia de mantener un equilibrio entre la realidad y las expectativas.
En un panorama donde el ajuste económico parece inevitable, las voces críticas sugieren la necesidad de encontrar un equilibrio que evite la carga desproporcionada sobre la población y los sectores más vulnerables.