Sociedad
El Hermano Eugenio tendrá su monumento en la ciudad
El municipio realiza la obra que fue proyectada por la comunidad marista • El religioso pasó gran parte de su misión en Nogoyá.
Nogoyá.- Si bien el emplazamiento del monumento rige bajo una ordenanza municipal, la iniciativa partió de ex alumnos del Colegio San Miguel, que tras la partida del Hermano Eugenio Gallinger, decidieron inmortalizar su paso por la ciudad en su apostolado religioso.
La construcción que consta de un basamento y un busto, se comenzó a erigir en la plazoleta San Marcelino Champagnat, sobre la esquina de San Lorenzo y Maipú siendo autorizada por el Concejo Deliberante de Nogoyá por la Ordenanza 1221/2018.
La Municipalidad de Nogoyá colabora en la construcción, pero el plano de la obra fue presentado por la comunidad educativa del Colegio San Miguel.
El presidente municipal Rafael Cavagna contó que el monumento representa la necesidad de darle identidad a nuestros espacios públicos y destacar a los hombres que han forjado nuestra comunidad, por eso se emplazará el busto del ‘Hermano Eugenio’”.
Desde la institución marista, recordaron al religioso que nació el 6 de mayo del año 1.936 en la localidad de Santa Anita, provincia de Entre Ríos, contando que entre sus hechos más destacados, se registra el ingresó al Juniorado de los Hermanos Maristas en la Villa San José de Luján cuando apenas tenía once años.
“Era amigo y sabía hacer amigos. Sembró por toda la geografía marista por donde pasó y cosechó abundancia. Se hacía querer y multiplicaba amistades. Hombre de palabra amena y jovial, siempre tenía una anécdota en sus labios. Siempre fue un gran animador de niños y jóvenes a que practiquen deportes, vida sana y al aire libre. El campo de Deportes del Colegio San Miguel fue su segunda casa. Expresaba su amor a María con el rezo del rosario y devociones inspiradas en la espiritualidad mariana que también transmitía a sus alumnos. Era generoso y amigo de hacer gauchadas” recuerdan los ex alumnos maristas.
Entre los destinos de misiones, Gallinger pasó por Córdoba, Mendoza, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. En esta última provincia, y gran parte en Nogoyá, pasó casi treinta años.