Permitir la circulación de embarcaciones
El Gobierno de Brasil planea dragar el Amazonas para enfrentar histórica sequía y permitir la circulación de embarcaciones
En respuesta a una sequía sin precedentes que ha reducido el río Amazonas a pozas de escasa profundidad en varios tramos, el Gobierno de Brasil ha anunciado un plan de dragado en zonas estratégicas de su cauce. Esta decisión implica la recolección y traslado de sedimentos hacia zonas de mayor profundidad, con el fin de asegurar la movilidad de personas y mercancías incluso en periodos de sequía, según detallaron fuentes oficiales.
El director del Departamento Nacional de Infraestructuras de Transporte de Brasil, Fabricio de Oliveira Galvão, describió la gravedad de la situación: “En algunos lugares, prácticamente podemos ver la vegetación en la superficie del río, el agua está tan baja que las plantas del lecho quedan expuestas”. En septiembre, el río Amazonas descendió a su nivel más bajo jamás registrado, alcanzando hasta 7,6 metros por debajo de la media histórica para esta época del año, según datos del Servicio Geológico de Brasil.
Impacto ambiental y social de la sequía
La sequía ha afectado gravemente las actividades de transporte fluvial en la región, obstaculizando el acceso a Manaos, un centro de producción de relevancia internacional, y dificultando el trasiego de alimentos y bienes esenciales a las comunidades ribereñas. Más allá de la interrupción en el transporte, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reportó que el fenómeno climático ha generado un incremento de 0,44 % en el índice de precios al consumidor, y de 0,50 % en los precios de alimentos en septiembre, marcando la mayor variación mensual desde 2021.
Asimismo, la dependencia de Brasil de la energía hidroeléctrica ha hecho que la falta de precipitaciones eleve el costo de la electricidad en casi 0,90 reales por cada 100 kWh. Este incremento en los precios energéticos se debe a la menor capacidad de producción hidroeléctrica, lo que obliga a recurrir a otras fuentes energéticas más costosas.
El cambio climático y la deforestación: principales causas de la crisis hídrica
Bernardo Flores, investigador de la Universidad Federal de Santa Catarina, subrayó que la sequía está estrechamente vinculada con el cambio climático. “Toda la Amazonia se está calentando mucho más… y esto tiene una influencia enorme. La sequía actual está asociada a estas temperaturas mucho más altas”, señaló Flores, indicando que en algunas áreas de la Amazonia, la temperatura promedio ha subido un 2 % desde la década de 1980. La deforestación y los incendios, agravados por prácticas de expansión agrícola y minería, han acelerado el cambio de la temperatura y el descenso de los niveles de agua en la región.
El Amazonas, que nace en la cordillera andina y recorre más de 6.600 kilómetros hasta desembocar en el Atlántico, constituye una fuente vital para más de 47 millones de personas, incluyendo a 2,2 millones de indígenas de 400 grupos étnicos. Para muchas de estas comunidades, el río es una fuente esencial de alimento y sustento. En algunas áreas, una sola persona puede consumir hasta 500 gramos de pescado por día, dada la dependencia de estas poblaciones del ecosistema acuático.
Riesgos ambientales del dragado
Mientras el gobierno plantea el dragado como una solución de emergencia para paliar los efectos de la sequía, la medida ha generado preocupación entre los científicos. Especialistas advierten que este tipo de intervención en el río Amazonas podría dejar impactos duraderos en los ecosistemas locales, alterando hábitats y perjudicando la biodiversidad acuática. Con más de 2.700 especies de peces –1.900 de ellas endémicas– y un flujo que alimenta a diversos ecosistemas, cualquier cambio en el Amazonas podría tener repercusiones irreversibles.
La salud del Amazonas ya se ve amenazada por la construcción de represas hidroeléctricas, la invasión de especies no nativas y la contaminación. A esto se suma la deforestación, la minería y la expansión urbana, factores que degradan su calidad de agua y afectan la biodiversidad de una región que alberga el 8 % de las especies de peces del mundo.
Un futuro incierto para el río Amazonas y sus comunidades
Ante la crítica situación y las medidas de mitigación que buscan salvaguardar el transporte y el abastecimiento, la cuenca del Amazonas enfrenta un desafío de gran escala. Más allá de su papel como fuente de vida, el río y sus comunidades están expuestos a un futuro incierto, en el cual las acciones gubernamentales, el cambio climático y las prácticas de desarrollo marcarán el destino de uno de los ecosistemas más ricos y frágiles del planeta.