Crespo/Racedo.- A los gobernadores les resulta más simple decir que van a asfaltar un tramo de caminos secundarios (rutas no principales) que comprometerse a mantenerlos, tarea que siempre dejarán para sus sucesores, que no podrán o no querrán atenderlos.
Podríamos citar muchos, pero nos centraremos en los pavimentos que unen Crespo con Racedo y a ésta localidad con Puiggari, María Luisa, Gobernador Etchevehere. Su estado es crítico, pero además no hay quien haga mantenimiento de banquinas. Quien reconoce los riesgos que esto implica es la empresa Grupo Motta, que además de pagar impuestos para que esto se cumpla, debe ocuparse de limpiar y reparar.
Tras ver el trabajo de máquinas particulares, hemos consultado esta semana al empresario Héctor Motta, Presidente Grupo Motta, quien además de manifestar su malestar “por el estado de abandono que se percibe en zonas de ejidos rurales”, confirmó a Paralelo 32 que la empresa limpia por su cuenta las banquinas de todos los caminos vecinos a Racedo, como Racedo – Aldea San Juan, Racedo – Gobernador Etchevehere y Racedo salida a Puiggari.
“Es realmente lamentable. Y hay que agregar el estado de rotura que tienen los pavimentos, donde son más los baches y pozos que las partes sanas”, graficó, enviándonos posteriormente abundante material fotográfico que no hace más que confirmar sus palabras.
El compromiso social de Grupo Motta no es nuevo, y es permanente. Vale destacar, por ejemplo, entre las últimas tareas, las mejoras en un sector de riesgo, relacionado específicamente con la seguridad vial, en tramos de la ex ruta 131. Esa traza se encontraba reducida en visibilidad y el agua que se acumulaba sobre la ruta en días de lluvia era abundante. En este caso particular, desde Grupo Motta se procedió a realizar tareas de limpieza y desmalezado, además de realizar mejoras en banquinas para drenar el agua. “Todo fue con una comunicación previa con Ángel Folmer, que asumió el compromiso de mantenimiento del espacio, teniendo un costo de 29.000 pesos esos trabajos”, aclararon desde la firma.
Una cosa no debe quitar la otra, y el árbol no tiene que tapar el bosque. Bienvenida sea la responsabilidad empresarial, pero también el sector público debe cumplir con la suya, que es mucho más expresa porque está para eso, para cumplir su función. Y particularmente Vialidad Provincial debe demostrar que su altísimo presupuesto, mayormente en salarios de una cantidad de empleados que nadie atina a precisar, tiene la aplicación práctica necesaria para que los entrerrianos transitemos sin riesgos y no tengamos que depender de la buena voluntad de una empresa privada.