Sociedad
El concepto de belleza: una percepción personal con implicaciones significativas
En busca de la fuente de la juventud, el ser humano explora constantemente productos y técnicas para mantener una apariencia joven y espléndida. Sin embargo, nos enfrentamos a la ineludible ley de la naturaleza que se manifiesta en la aparición de arrugas, flacidez en la piel y pérdida del tejido conectivo que mantiene la piel firme y tersa.
A lo largo del tiempo, han surgido diversos productos y técnicas, desde los de origen sintético como la silicona y el colágeno, que provocaban lesiones ulcerosas en la piel e incluso la muerte de muchos pacientes, hasta los productos actuales más seguros para la salud. Entre estos se encuentran el ácido hialurónico, la hidroxiapatita de calcio, el ácido poli-L-láctico y los bioestimuladores de colágeno de origen natural y biocompatibles. Cuando estos productos son administrados en el tejido celular por un especialista médico, y utilizados en justa medida respetando el equilibrio de dosis, pueden lograr resultados satisfactorios.
Estos tratamientos se realizan con anestesia local de manera ambulatoria y con medidas de asepsia similares a las de una técnica quirúrgica. Como todo lo que se administra al cuerpo, estos tratamientos tienen ventajas, desventajas y posibles complicaciones que varían según el tipo de piel, la edad del paciente y la cantidad de producto administrado.
Los resultados son casi inmediatos, aunque es común observar hematomas, edema (hinchazón) y, en ocasiones, reacciones alérgicas que pueden durar entre 7 y 15 días. La duración del efecto es de aproximadamente 1 a 2 años, dependiendo del producto. Es recomendable repetir el tratamiento antes de que el efecto desaparezca por completo.
El éxito de un tratamiento no solo depende de la calidad del producto, sino también del concepto de belleza y armonía corporal del profesional que lo aplica. En todas estas intervenciones pueden presentarse complicaciones reversibles, como hematomas, reacciones alérgicas, edemas e infecciones. Sin embargo, también existen complicaciones irreversibles, como la migración del producto y la necrosis de la piel, generalmente causadas por el uso excesivo del producto, la utilización de productos inadecuados, o un mal manejo de la asepsia o la técnica quirúrgica.
El concepto de belleza es una percepción personal que genera sensaciones diversas en quienes observan. Ciertos tratamientos estéticos pueden cambiar el aspecto físico de una persona, que puede considerar bello lo que otros catalogan como espantoso y viceversa. Sin embargo, podemos reconocer que la naturaleza creó un mundo maravilloso y perfecto a los ojos humanos. Para hablar de belleza debemos resaltar las leyes que utilizó la naturaleza y basarnos en ellas para los tratamientos estéticos.
Para mis procedimientos, me baso en la secuencia numérica de Fibonacci, que proporciona las medidas perfectas para reconstruir un cuerpo o mantener rasgos faciales naturalmente armoniosos. Esta secuencia facilita la comprensión del concepto de belleza, permitiendo rejuvenecer sin transformar los rasgos faciales.
Cuando una paciente me dice que está contenta con el cambio que observa y que las personas a su alrededor notan que se ve mejor sin poder identificar lo que se hizo, siento que se ha cumplido el objetivo. El arte de rejuvenecer radica en mantener los rasgos genéticos sin transformarlos.
Es importante recordar que todo lo que se administra al cuerpo a través de la piel se considera un tratamiento invasivo, por más insignificante que sea el pinchazo y la cantidad del producto. Para este tipo de tratamientos, elige siempre a un médico, el único profesional capacitado para actuar frente a situaciones de urgencia como el edema de glotis producido por una reacción alérgica aguda y otras complicaciones.
Doctora (M.N. 94065), especialista en cirugía plástica, estética y reparadora con experiencia en quemados y heridas complejas