El calentamiento actual es el peor en 200.000 años indicó el secretario general de la OMM
Moscú (TASS).- El calentamiento global que se observa en la actualidad es el más fuerte de los últimos 200.000 años, declaró el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, en una entrevista que concedió en exclusiva al primer subdirector general de TASS, Mijaíl Gusman.
Este alto funcionario señaló que los acontecimientos de los últimos cien años son únicos. «Empezamos a utilizar los recursos fósiles del planeta, petróleo y gas, lo que provocó un aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, que son gases de efecto invernadero que elevan la temperatura de las capas inferiores de la atmósfera. No había tanto calentamiento desde hace 200.000 años. Y hay pruebas científicas muy claras de que esto no habría sido posible sin la quema intensiva de carbón, petróleo y gas», explicó.
No obstante, Taalas instó a no confundir las fluctuaciones meteorológicas con el cambio climático. «Las fluctuaciones meteorológicas se producen año tras año, día tras día, cada semana. Vemos anomalías meteorológicas: a veces, una región tiene una temporada muy fría en comparación con el año anterior o, a veces, es mucho más cálida que el año anterior. Pero tenemos que mirar las estadísticas globales y regionales», especificó este meteorólogo, quien destacó también las fluctuaciones naturales, como el fenómeno natural de El Niño.
Asimismo, el responsable de la OMM hizo una analogía con el uso del dopaje en el deporte. «Estas fluctuaciones afectan a las temperaturas de los océanos, así como a las temperaturas medias globales. Cuando veo estos picos, me viene a la mente una comparación con el mundo del deporte. Por ejemplo, los esquiadores que muestran resultados notables y que, cuando se dopan, muestran resultados aún mejores. Dopamos nuestra atmósfera y va más rápido. Por eso vemos temperaturas extremas, graves inundaciones, sequías y tormentas tropicales», continuó.
Finalmente, Petteri Taalas subrayó que las fluctuaciones meteorológicas no siempre deben atribuirse al cambio climático. «Los inviernos fríos no significan que el cambio climático y el calentamiento se detengan, ni los inviernos cálidos significan que se deba al cambio climático. Seguimos teniendo fluctuaciones meteorológicas normales al mismo tiempo que se produce el cambio climático», concluyó.